El expresidente de Bolivia, Evo Morales, presentó el pasado jueves su renuncia al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido al que estuvo vinculado por casi tres décadas. La renuncia fue tramitada a través de su abogado ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). La decisión llega en un contexto de distanciamiento con el presidente Luis Arce, lo que ha llevado a Morales a postularse para las elecciones presidenciales del 17 de agosto de 2025 con el partido Frente para la Victoria (FPV).
Renuncia de Evo Morales al MAS: Un acto de confrontación política
La renuncia de Evo Morales al MAS se interpreta como un rechazo a lo que él considera la corrupción dentro del Gobierno actual. Según Héctor Rodríguez, quien presentó el documento de renuncia ante el Tribunal Electoral Departamental de Cochabamba, la decisión busca resguardar la «Revolución Democrática y Cultural», un concepto que hace referencia a las políticas del MAS desde 2005. Rodríguez expresó que Morales no podía seguir siendo parte de un gobierno que, a su juicio, ha traicionado los principios fundamentales del partido.
En un primer intento, Morales presentó su renuncia el martes mediante un delegado. Sin embargo, el TSE rechazó el trámite bajo el argumento de que la solicitud debía ser realizada de forma presencial. Posteriormente, se aclaró que la renuncia también podría ser presentada con un «poder específico notariado».
Un simpatizante del expresidente Evo Morales muestra una bandera del partido oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), el 24 de febrero de 2025, en La Paz (Bolivia). EFE/ Gabriel Márquez
Evo Morales abandona el MAS desde su bastión político
El exmandatario se encuentra desde octubre en el Trópico de Cochabamba, su bastión político y sindical, donde permanece rodeado de seguidores que apoyan su figura. Esta situación ha generado una tensión adicional, ya que Morales enfrenta una investigación por un presunto delito de trata de personas agravada, lo que ha dado pie a órdenes de aprehensión en su contra.
El alejamiento definitivo de Morales del MAS ocurrió en noviembre, cuando la facción liderada por el presidente Arce eligió a Grover García como nuevo líder del partido en un congreso validado por los órganos judiciales y electorales. García es un dirigente campesino cercano al Gobierno de Arce, lo que marcó un punto de quiebre definitivo en la relación entre ambos.
Militantes del MAS renuncian en apoyo a Morales
Desde el lunes, los seguidores leales a Evo Morales han comenzado a renunciar al MAS en solidaridad con el exmandatario. Se estima que en los primeros días más de 1,600 militantes dejaron las filas del partido oficialista. Sin embargo, algunos legisladores cercanos a Morales han decidido permanecer dentro del MAS para evitar perder sus escaños en el Parlamento. El vocal del TSE, Tahuichi Tahuichi Quispe, confirmó la renuncia de 1,686 militantes hasta el momento.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, en una fotografía de archivo. EFE/ Luis Gandarillas
Evo Morales y Luis Arce: ¿Competirán en las elecciones de 2025?
Luis Arce, actual presidente de Bolivia, también ha sido proclamado como precandidato a la reelección por el MAS en diversos actos oficiales. No obstante, la definición final de su candidatura se tomará en un congreso del MAS previsto para abril. Arce ha estado en el ojo del huracán por la crisis interna en el partido, y su relación con Morales ha sido uno de los temas más debatidos en la política boliviana desde la renuncia de Morales en 2019.
El retorno de Evo Morales: Un desafío para la reelección
Morales gobernó Bolivia durante tres períodos consecutivos (2006-2009, 2010-2014, 2014-2019) con el MAS. En 2019 intentó una reelección para un cuarto mandato, pero las denuncias de fraude electoral y las protestas derivadas de este conflicto lo llevaron a renunciar y exiliarse en México y Argentina. Morales ha afirmado que está habilitado para postularse nuevamente, a pesar de un fallo constitucional de 2023 que limita la reelección indefinida en el país. Este fallo establece que una persona solo puede ser presidente por dos períodos, ya sean continuos o discontinuos, y que la reelección indefinida no es un derecho humano.