Este miércoles, una sesión especial del pleno de la Cámara de Diputados de Argentina terminó en un escándalo, con insultos y forcejeos entre parlamentarios del oficialismo y la oposición. La jornada estuvo marcada por un clima de fuerte tensión política, que estalló debido a la oposición que impulsó una serie de proyectos de ley relacionados con el «criptofiasco» de $LIBRA, y que incluían la creación de una comisión investigadora sobre el rol del presidente argentino, Javier Milei, en el fallido lanzamiento de la criptomoneda el 14 de febrero.
Aunque la oposición no logró aprobar las iniciativas, consiguió que varias de ellas fueran enviadas a comisiones de la Cámara Baja para su tratamiento la semana próxima.
Tensión crece en la Cámara de Diputados
La sesión comenzó al mediodía, pero la tensión política fue aumentando a lo largo de la tarde, con incidentes violentos frente al Congreso. En un clima ya crispado por las movilizaciones de manifestantes que apoyaban los reclamos de los jubilados, los enfrentamientos dentro de la Cámara de Diputados no tardaron en estallar.
El debate de la jornada se centró en varios puntos, pero el bloque peronista de Unión por la Patria intentó someter a votación la conformación de la Comisión de Juicio Político. Este fue el punto de quiebre que desató el caos. El gobierno de Milei, temeroso de que la comisión avanzara con un pedido de juicio político contra el presidente, buscó evitar a toda costa la elección de sus miembros.
Violencia y agresiones entre diputados
En el caos que siguió, la diputada oficialista Marcela Pagano permaneció en su lugar a pesar de los intentos de desestabilizar la sesión. Pagano había sido nominada anteriormente para presidir la Comisión de Juicio Político, pero el gobierno actual no quería que se eligiera a los miembros de la comisión para evitar que el peronismo impulsara una moción de juicio político contra Milei.
La diputada Lilia Lemoine, cercana al presidente Milei, increpó a Pagano, mientras otra diputada le arrojó agua en un acto de agresión. Pagano, firme en su postura, respondió en sus redes sociales: «No tengo miedo, me debo a mi banca. No van a impedir que cumpla con la defensa de las instituciones», expresó.
Simultáneamente, el diputado oficialista Lisandro Almirón intentó sacar de su asiento a Oscar Zago, líder del bloque Movimiento de Integración y Desarrollo. Ante la resistencia de Zago, se desató un forcejeo entre los diputados, mientras los insultos eran lanzados por ambas partes.
La intervención del presidente de la Cámara
El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, decidió levantar la sesión en medio del desbordamiento de la violencia. Esto provocó la furia de los diputados peronistas, que se acercaron al estrado para increpar a Menem. El diputado Máximo Kirchner, uno de los más vocales del peronismo, le dijo: «Vos no podés ser presidente de la Cámara», mientras otros legisladores manifestaban su descontento.
Con la sesión suspendida, los diputados increparon al secretario parlamentario, Adrián Pagan, por la decisión tomada.
Represión y protestas en las calles de Buenos Aires
Mientras los enfrentamientos políticos se desarrollaban dentro del Congreso, fuera del edificio se desató una violenta represión policial contra los manifestantes. La policía reprimió duramente a los manifestantes que se habían reunido para apoyar las demandas de los jubilados, quienes exigen mejoras en sus pensiones.
Según el Ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, 103 personas fueron detenidas y al menos 20 resultaron heridas, una de ellas de gravedad. Entre los heridos había tanto civiles como miembros de la policía, pero el incidente más grave involucró a un fotógrafo argentino, Pablo Grillo, quien fue alcanzado por un disparo de gas lacrimógeno, lo que le causó una fractura de cráneo.

Personas se resguardan durante una manifestación este miércoles, frente al Congreso de la Nación en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
La protesta de los jubilados
La manifestación fue organizada por jubilados que exigen una recomposición de sus pensiones, el restablecimiento de la cobertura de medicamentos y la continuidad de la moratoria previsional, un plan de pagos para aquellos que no tienen suficientes aportes para jubilarse. La marcha fue respaldada por varios sectores, incluidos hinchas de fútbol y sindicatos que se unieron al reclamo.
El descontento de los jubilados se debe a la situación económica que atraviesa el país, con una inflación galopante que afecta directamente a los pensionistas. En la actualidad, más del 60% de los jubilados en Argentina perciben la pensión mínima, que en marzo de 2025 asciende a 279,121 pesos (aproximadamente 257 dólares). Este monto no es suficiente para cubrir las necesidades básicas, lo que ha generado un creciente malestar social.
Manifestantes y miembros de la Gendarmería Nacional se enfrentan este miércoles, durante una manifestación frente al Congreso de la Nación en Buenos Aires (Argentina). EFE/ Juan Ignacio Roncoroni
Escalada de violencia: ¿Qué está pasando en Argentina?
El clima de tensión política y social en Argentina ha ido escalando, con manifestaciones cada vez más grandes y violentas. La marcha de los jubilados es solo un ejemplo de la creciente protesta popular contra el gobierno de Javier Milei. Con las medidas de ajuste económico y las políticas neoliberales, la administración de Milei enfrenta una fuerte oposición, tanto en las calles como en el Congreso.
En las últimas semanas, las movilizaciones en Argentina han sido cada vez más masivas, y el gobierno ha intensificado su represión para controlar las protestas. A pesar de los intentos de las fuerzas de seguridad por sofocar las manifestaciones, la población sigue movilizándose, principalmente para exigir justicia social y una mejora en las condiciones de vida de los más vulnerables.