Una treintena de relatores y expertos en derechos humanos de la ONU han rechazado en un comunicado conjunto la idea lanzada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que su país tome el control de Gaza. En su declaración, los expertos aseguraron que este plan «supone un regreso a los años oscuros de la conquista colonial» y advirtieron sobre sus graves consecuencias para la paz y los derechos humanos en la región.
La condena global al control estadounidense de Gaza
El comunicado conjunto subraya que una violación tan evidente por parte de una potencia como Estados Unidos rompería el tabú global respecto a las agresiones militares y podría incentivar a otros países a apropiarse de territorios extranjeros, lo que tendría consecuencias devastadoras para la paz mundial. Los relatores de la ONU también añadieron que «una ocupación de EE.UU. sería ruinosa, causaría conflicto perpetuo, muerte y destrucción, tal como la ocupación israelí de Palestina no ha logrado traer paz ni seguridad».
El rechazo al plan de Trump ha sido tajante, firmando el comunicado, entre otros, la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, y sus homólogos para la libertad de expresión (Irene Khan) y los derechos de los desplazados internos (Paula Gaviria Betancur).
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La propuesta de Trump sobre Gaza y su posible impacto
El presidente estadounidense presentó su controvertido plan para trasladar a los palestinos de la Franja de Gaza a otros países como Egipto y Jordania. Según Trump, con este plan los palestinos desplazados no tendrían derecho a regresar al enclave. En declaraciones a Fox News, el mandatario expresó que la Franja de Gaza podría convertirse en un «desarrollo inmobiliario» para el futuro, e incluso sugirió que sería transformada en la «Riviera de Oriente Medio».
Este planteamiento no ha sido bien recibido por la comunidad internacional, que considera que esta propuesta es una forma de despojar a los palestinos de su territorio y su derecho a vivir en su patria. Los expertos en derechos humanos de la ONU destacan que tal acción violaría los derechos fundamentales de los palestinos y supondría un retroceso en la lucha por una solución pacífica y justa en la región.
Las reacciones internacionales al plan de Trump
El plan de Trump para Gaza ha generado una fuerte oposición en todo el mundo árabe y en las Naciones Unidas. Tras una reunión con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, Trump presentó su propuesta el 4 de febrero. Sin embargo, tanto Jordania como Egipto han rechazado firmemente esta idea. El rey Abdalá II de Jordania ha advertido que se opondrá a «cualquier intento de alterar el estatus de los territorios palestinos o desplazar a su población», subrayando que la única solución viable es una solución de dos Estados, que garantice un Estado palestino independiente.
Por otro lado, el mundo árabe está movilizándose para rechazar el plan de Trump. El próximo 27 de febrero, la Liga Árabe celebrará una cumbre extraordinaria en El Cairo, en la que se espera que los líderes adopten una postura unificada contra el desplazamiento forzado de los palestinos. Este rechazo refleja la creciente preocupación por las políticas de Trump en relación con el conflicto palestino-israelí.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibe al rey de Jordania, Abdalá II, este 11 de febrero de 2025, en la Casa Blanca, donde la situación en Gaza es el tema principal. EFE/Aaron Schwartz/Pool
Jordania y Egipto: La resistencia al plan de Trump
La postura de Jordania y Egipto ha sido clara: no aceptan el traslado de los palestinos fuera de Gaza. A pesar de las presiones de Trump, ambos países han dejado en claro que cualquier solución debe ser respetuosa con los derechos de los palestinos y debe basarse en la justicia y el derecho internacional.
Además, en un gesto que fue calificado de «hermoso» por Trump, el rey Abdalá II anunció que Jordania acogerá a 2,000 niños palestinos que reciben tratamiento médico en Gaza. Esta medida es parte de un esfuerzo humanitario para aliviar la situación de los palestinos, pero no implica un cambio en la política de Jordania respecto al control de Gaza.