Irán acelera el enriquecimiento de uranio a niveles cercanos a lo militar
Irán ha intensificado significativamente el ritmo de enriquecimiento de uranio, alcanzando una pureza del 60%, que se encuentra peligrosamente cerca del 90% requerido para fabricar un arma nuclear. Este desarrollo ha generado una creciente preocupación a nivel internacional, especialmente por parte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), que ha calificado la situación como de “grave preocupación”.
Según un informe confidencial al que accedió EFE, el OIEA confirma que Irán ha multiplicado por cuatro su producción de uranio enriquecido al 60% en los últimos meses, acumulando ya un total de 274 kilos de este material. Esta cifra representa un incremento del 50% con respecto a octubre del año pasado, lo que demuestra una aceleración alarmante de sus capacidades nucleares.
Falta de colaboración de Irán preocupa a la comunidad internacional
Además de la aceleración en el enriquecimiento de uranio, el OIEA ha expresado su preocupación por la falta de cooperación por parte de Irán para resolver una serie de interrogantes relacionadas con la naturaleza de su programa nuclear. En su informe, el OIEA destacó que, debido a la falta de avances en las negociaciones y la ausencia de transparencia, la agencia no puede garantizar que las actividades nucleares de Irán sean exclusivamente pacíficas, como insiste Teherán.
Este informe llega en un contexto tenso, ya que Irán ha aumentado su ritmo de enriquecimiento de uranio poco después de que la Junta de Gobernadores del OIEA aprobara una resolución de condena contra el país por su falta de colaboración. Esta situación ha generado un ambiente de desconfianza, tanto a nivel global como dentro de la propia comunidad internacional, que teme que el programa nuclear iraní esté avanzando hacia la fabricación de armas nucleares.
El acuerdo de 2015 y su deterioro
En 2015, Irán firmó un acuerdo con las principales potencias mundiales, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en inglés), que limitaba su capacidad de enriquecimiento de uranio a cambio de la eliminación de sanciones internacionales. Sin embargo, este acuerdo comenzó a desmoronarse cuando Estados Unidos decidió abandonarlo durante la presidencia de Donald Trump, lo que debilitó el pacto. Posteriormente, Irán comenzó a ignorar sus compromisos y a violar las limitaciones establecidas en el acuerdo.
El OIEA ha recordado en su informe que Irán es el único país sin armas nucleares que actualmente está enriqueciendo uranio al 60%, lo que lo coloca en una posición extremadamente vulnerable en términos de seguridad nuclear. Esto ha generado un aumento de las tensiones en la región, especialmente en el Medio Oriente, donde la preocupación por el posible desarrollo de armas nucleares por parte de Irán ha aumentado considerablemente.
Irán y el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares
Otro aspecto clave que ha resaltado el OIEA es que Irán suspendió, hace ya cuatro años, la aplicación del protocolo adicional del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP), lo que permitió inspecciones más rigurosas de sus instalaciones nucleares. Esta decisión ha dificultado el monitoreo efectivo del programa nuclear iraní, incrementando la preocupación internacional sobre la posibilidad de que el país esté desarrollando armas nucleares en secreto.
El informe del OIEA también subraya la falta de acceso a varias instalaciones nucleares en Irán, lo que limita la capacidad de la comunidad internacional para realizar una evaluación precisa sobre el alcance y la naturaleza de las actividades nucleares en curso.
Reacciones internacionales ante el acelerado enriquecimiento de uranio
La comunidad internacional, especialmente países como Estados Unidos, Israel y miembros de la Unión Europea, han expresado su creciente preocupación por el acelerado enriquecimiento de uranio en Irán. Estas naciones han solicitado a Irán que regrese a las negociaciones y reanude el cumplimiento del acuerdo de 2015 para evitar una mayor escalada de tensiones. Sin embargo, el liderazgo iraní ha mostrado pocas señales de querer comprometerse nuevamente con los términos del JCPOA, lo que ha alimentado la incertidumbre sobre el futuro de la diplomacia nuclear.
La aceleración del programa nuclear de Irán no solo ha generado preocupaciones sobre su capacidad de desarrollar armas nucleares, sino que también ha aumentado las tensiones en el contexto geopolítico del Medio Oriente, una región ya caracterizada por su volatilidad y conflictos prolongados. En este sentido, los gobiernos de las potencias occidentales están trabajando para intentar frenar este avance y evitar una crisis nuclear en la región.