El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, quien había sido detenido bajo acusaciones de liderar una insurrección relacionada con la ley marcial, fue liberado este viernes tras un tribunal aceptar su solicitud de liberación. La Corte del Distrito Central de Seúl resolvió que su arresto, realizado hace casi dos meses, excedió el plazo legalmente permitido para detenciones preventivas, y que su procesamiento fue realizado fuera del período de detención legal establecido.
La decisión del tribunal ha generado un gran revuelo, ya que también cuestionó la legalidad de las acciones de la Fiscalía y la Oficina de Investigación de Delitos de Funcionarios de Alto Rango (CIO). Según la sentencia, estas entidades independientes no tenían la facultad de prorrogar o transferir los plazos de detención sin una base legal sólida que lo justifique, tal como informó la agencia Yonhap.
Tensión política en Corea del Sur
La liberación de Yoon Suk-yeol no ha puesto fin a la creciente polarización política en Corea del Sur. Este caso está siendo seguido de cerca por miles de partidarios y detractores del mandatario destituido, que exigen distintos veredictos en su caso. La situación se ha intensificado con la noticia de que un simpatizante de Yoon se encuentra en estado crítico tras haberse prendido fuego a lo bonzo en una manifestación en su apoyo. La noticia ha sumado más presión al ambiente de tensión en Seúl, donde las protestas continúan.
El juicio político y la resolución del Tribunal Constitucional
Después de ser liberado, Yoon se enfrentará en libertad a la resolución del Tribunal Constitucional sobre su juicio político, que se originó a raíz de su declaración de ley marcial el 3 de diciembre pasado. Este acto le costó la destitución solo once días después. Se espera que el Tribunal Constitucional tome una decisión sobre si su destitución será definitiva o si, por el contrario, se le devolverá su cargo, y podría anunciar su fallo en las próximas semanas, aunque se especula que la resolución podría llegar antes de abril debido a la cercanía de la expiración del mandato de dos magistrados del tribunal el 18 de ese mes.
La continuidad del cargo y las protestas en aumento
Aunque fue removido de sus funciones, Yoon aún sigue ostentando el cargo de presidente mientras el Tribunal Constitucional revisa su caso. A pesar de su destitución, Yoon continúa enfrentando un proceso judicial paralelo desde el 14 de enero, en el que se le acusa de insurrección por su rol en los eventos relacionados con la ley marcial. Este cargo es el único por el que un mandatario surcoreano pierde su inmunidad presidencial.
La crisis política, centrada en torno a Yoon, ha exacerbado las divisiones sociales y políticas en Corea del Sur. Desde su arresto, se han celebrado multitudinarias manifestaciones tanto a favor como en contra del presidente destituido. Los partidarios de Yoon defienden la legalidad de su decreto de ley marcial y exigen su restitución, mientras que la oposición, incluidos grupos progresistas, sigue exigiendo la confirmación de su destitución.
El fallo final podría tener grandes repercusiones
El Tribunal Constitucional tiene hasta junio para decidir si confirma la destitución de Yoon. Sin embargo, se anticipa que podría emitir su fallo antes de abril debido a la cercanía de la expiración del mandato de dos de sus magistrados, lo que podría acelerar el proceso de toma de decisiones. Mientras tanto, los medios locales especulan que el veredicto podría ser anunciado a mediados de marzo.
Si el fallo confirma la destitución de Yoon, Corea del Sur tendría que convocar elecciones presidenciales anticipadas dentro de los 60 días posteriores al fallo del tribunal, lo que podría marcar un hito en la política surcoreana y generar aún más tensiones dentro del país.
Este acontecimiento sigue de cerca la evolución de la situación política y judicial en Corea del Sur, y se espera que tenga repercusiones significativas en el futuro cercano del país.