Seis personas murieron y decenas fueron detenidas tras los ataques contra la residencia de un cercano aliado del presidente Felix Tshisekedi y el palacio presidencial de la República Democrática del Congo, en lo que los militares del país describieron como un intento de golpe de Estado.
En diciembre, Tshisekedi fue reelegido presidente en medio de llamamientos de la oposición para que se repitiera la votación, ya que aducían que no fue transparente.
El vocero del ejército congoleño, el general de brigada Sylvain Ekenge, declaró a la prensa el domingo por la noche que entre los seis muertos se encontraban tres atacantes y su líder, el opositor autoexiliado Christian Malanga, y añadió que unos 50 perpetradores habían sido detenidos.
Hombres armados y con uniforme militar se enfrentaron el domingo a los guardias de Vital Kamerhe, un legislador federal cercano al presidente congoleño. El vocero de Kamerhe publicó en la red social X que los guardias lograron detenerlos y confirmó que el legislador y su familia estaban a salvo.
También murieron dos guardias, según Ekenge.
Inicialmente, los medios de comunicación locales identificaron a los hombres armados como soldados congoleños, pero luego informaron que estaban vinculados a Malanga, quien el domingo publicó en Facebook un video desde el interior del palacio presidencial en el que amenazaba a Tshisekedi.
El portavoz del ejército dijo que Malanga murió posteriormente durante un tiroteo con los guardias presidenciales.
Ekenge declaró en la televisión estatal que el intento de golpe de Estado fue “cortado de raíz por las fuerzas de defensa y seguridad congoleñas (y) la situación está bajo control”. Entre los perpetradores del atentado había tres estadounidenses, uno de los cuales era el hijo de Malanga, según declaró posteriormente.
El atentado se produjo en un momento difícil para el partido gobernante de Tshisekedi, el cual está sumido en una crisis por la elección de la dirección del parlamento, la cual debía llevarse a cabo el sábado pero fue aplazada.