El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha prometido este sábado al líder de la comunidad drusa, el jeque Mowafak Tarif, que Hezbolá «pagará un alto precio» por la muerte de al menos once personas en la localidad druza de Majdal Shams, en los Altos del Golán ocupados por Israel.
«El primer ministro Netanyahu ha dejado claro que no permitirá que este ataque asesino simplemente se olvide. Hezbolá va a pagar un alto precio por esto que no ha pagado hasta ahora», ha afirmado Netanyahu en conversación telefónica con Tarif, según ha publicado la Oficina del Primer Ministro en un comunicado.
Netanyahu ha trasladado a Tarif que está «profundamente horrorizado» por «el asesinato de niños y de inocentes por parte de Hezbolá» y ha expresado sus «condolencias de corazón en nombre de todo Israel» a las familias de las víctimas y a la comunidad drusa en su totalidad.
Netanyahu, que se encuentra de visita oficial en Estados Unidos, ha adelantado su regreso a Israel tras conocer la noticia de las muertes en Majdal Shams y ha convocado ya el gabinete de seguridad para el lunes a las 16.00 horas en el cuartel general de las Fuerzas Armadas israelíes en Tel Aviv.
Mientras, el propio Tarif ha expresado su «profunda conmoción» por el «desastre» de Majdal Shams. «Ha sido un atentado terrorista cruel y asesino contra niños inocentes que estaban jugando al fútbol. Es imposible imaginar y describir el horror de los niños y partes de sus cuerpos esparcidas en el césped», ha apuntado.
«Un país no puede permitirse que sus ciudadanos sean dañados. Esto ha pasado durante los últimos nueve meses en los asentamientos del norte. Esta noche ha cruzado cualquier línea roja o negra», ha afirmado.
Los drusos son una minoría religiosa hermética con presencia en Siria, Líbano o Israel. En Israel suman unas 150.000 personas, por debajo del 2 por ciento de la población.