Este sábado, Seúl se convirtió en el escenario de multitudinarias manifestaciones, en las que miles de surcoreanos se posicionaron a favor o en contra del arresto del presidente Yoon Suk-yeol. Las protestas, que tuvieron lugar en diversos puntos de la capital, aumentaron la tensión política que se vive en el país, afectando el tráfico y la tranquilidad de la ciudad.
En la céntrica plaza de Gwanghwamun, un estimado de 35.000 personas se congregaron para expresar su oposición a los intentos de arresto de Yoon Suk-yeol, relacionados con su fallida declaración de ley marcial del 3 de diciembre. Esta medida, que fue considerada por muchos como un intento de restringir las libertades civiles, ha generado un fuerte debate político y judicial en todo el país.
Concentración en apoyo al presidente Yoon Suk Yeol y contra su destitución cerca de su residencia. EFE/EPA/Yonhap
La protesta en apoyo al presidente Yoon Suk-yeol
Entre los manifestantes, un grupo se mostró claramente a favor del presidente Yoon Suk-yeol, defendiendo su permanencia en el cargo y su liderazgo frente a las acusaciones. Este grupo se desplazó hacia la residencia presidencial, ubicada en el barrio de Hannam, en una manifestación que buscaba reafirmar el apoyo al mandatario.
El presidente Yoon Suk-yeol, quien fue inhabilitado por el Parlamento el pasado 14 de diciembre, se enfrenta a la incertidumbre de un proceso judicial que podría devolverle al poder o llevar a su destitución definitiva. La presencia de los manifestantes a su favor en las cercanías de su residencia fue un claro mensaje de apoyo a su administración.
Oposición en las calles: La manifestación contra el presidente Yoon Suk-yeol
En el mismo lugar, pero a pocos metros de distancia, otro grupo de manifestantes se movilizó en contra del presidente Yoon Suk-yeol. Esta marcha, convocada por la principal confederación de sindicatos surcoreanos, exigía la destitución definitiva del presidente. En la manifestación se hizo patente el descontento hacia las decisiones políticas de Yoon y su gestión del gobierno.
Los enfrentamientos entre los dos grupos no se hicieron esperar. Durante los incidentes, algunos sindicalistas intentaron romper el cerco policial para avanzar hacia la residencia presidencial. Esto desató varios choques violentos, con el saldo de al menos dos personas arrestadas por las fuerzas de seguridad.
Concentración contra la destitución del presidente Yoon Suk Yeol cerca de la plaza Gwanghwamun, en Seúl, este sábado. EFE/EPA/Yonhap
Impacto en el tráfico y transporte público
La violencia en las calles afectó gravemente el tráfico en el barrio de Hannam, donde se encuentra la residencia presidencial. El caos en las calles también alcanzó al sistema de transporte público: la línea 6 del metro suspendió el servicio en la estación más cercana a la residencia de Yoon Suk-yeol, buscando evitar la formación de grandes aglomeraciones y el aumento de la tensión.
Intento fallido de arresto del presidente Yoon Suk-yeol
Los enfrentamientos de este sábado son el último capítulo en una serie de intentos fallidos por arrestar temporalmente al presidente Yoon Suk-yeol. El viernes, la oficina anticorrupción había intentado llevar a cabo una operación para interrogar al mandatario sobre su implicación en la fallida ley marcial. Sin embargo, el operativo fue frustrado por el Servicio de Seguridad Presidencial (PSS), que bloqueó el acceso de los oficiales, lo que desató una tensa confrontación que duró varias horas.
Ahora, los investigadores surcoreanos están considerando la posibilidad de intentar nuevamente arrestar al presidente Yoon Suk-yeol el domingo, ya que la orden de detención expira el lunes. La incertidumbre sobre el futuro político de Yoon Suk-yeol sigue siendo un tema candente en el país.
La batalla legal por la detención de Yoon Suk-yeol
El equipo legal de Yoon Suk-yeol ha solicitado la anulación de la orden de arresto, argumentando que solo la Fiscalía tiene la potestad para pedir la detención de un presidente por un presunto delito de insurrección. En Corea del Sur, los líderes de un movimiento de insurrección pueden enfrentarse a penas severas, que incluyen cadena perpetua o incluso la pena capital, aunque esta última está en moratoria desde hace casi 40 años.
En caso de que se logre ejecutar el arresto, el equipo conjunto formado por el CIO, la policía y el Ministerio de Defensa Nacional dispondría de 48 horas para interrogar al presidente Yoon Suk-yeol. Durante este tiempo, podrían solicitar una orden judicial para prolongar su detención si lo consideran necesario.
Varios diputados del Partido Democrático en la Asamblea Nacional con carteles que piden el arresto del presidente Yoon, este sábado. EFE/EPA/Yonhap
Tensión política en Corea del Sur.
La situación política de Corea del Sur sigue siendo altamente inestable, con protestas en las calles y un presidente que enfrenta tanto el apoyo como el rechazo de amplios sectores de la población. La tensión entre los diferentes grupos sociales y políticos es palpable, y las manifestaciones en Seúl muestran un panorama de polarización que afecta el equilibrio del poder en el país.
La incertidumbre sobre el futuro de Yoon Suk-yeol se intensifica con cada día que pasa. Mientras algunos lo apoyan como líder en tiempos difíciles, otros lo acusan de abusar de su poder y de tomar decisiones que van en contra de los principios democráticos del país.