Corea del Norte ha dejado claro este sábado que sus armas nucleares no son una herramienta de negociación ni una moneda de cambio. El régimen de Pionyang sostiene que su arsenal nuclear tiene un objetivo práctico y constante: disuadir cualquier intento de invasión que amenace la soberanía del país, su seguridad y la paz regional. Este mensaje se produce en un contexto de creciente tensión con Estados Unidos y Occidente, que continúan presionando por la desnuclearización de la península coreana.
El arsenal nuclear de Corea del Norte no es un tema de negociación
En un comunicado emitido por la agencia estatal de noticias KCNA, Corea del Norte rechazó la idea de que su capacidad nuclear sea utilizada como moneda de cambio en negociaciones internacionales. El régimen norcoreano subrayó que su fuerza nuclear no busca obtener reconocimiento o concesiones, sino que tiene un propósito específico: proteger a su nación de las amenazas externas. El comunicado destacó que el arsenal nuclear de Corea del Norte está diseñado para «detener rápidamente cualquier intento de invasión por parte de fuerzas hostiles que violen la soberanía del país y amenacen la paz regional».
La postura de Corea del Norte refleja una profunda desconfianza hacia las intenciones de Estados Unidos y sus aliados. A pesar de los esfuerzos diplomáticos en el pasado, Pionyang ha dejado claro que no está dispuesto a ceder en sus aspiraciones nucleares. Esta declaración se produce después de que el gobierno de Estados Unidos expresara su intención de buscar la completa desnuclearización de Corea del Norte bajo el mandato del presidente Donald Trump.
Lanzamiento de un misil (IRBM) con una ojiva hipersónica como carga útil, en un lugar no revelado de Corea del Norte, EFE/EPA/KCNA
Posibles negociaciones y el contexto de la diplomacia con Trump
El mandato de Donald Trump estuvo marcado por intentos de diálogo con el líder norcoreano Kim Jong-un. Aunque las cumbres entre ambos líderes en 2018 y 2019 fueron vistas como un paso hacia la normalización de relaciones, el fracaso de las negociaciones dejó claro que las diferencias entre ambos países no se resuelven fácilmente. Pese a ello, Trump ha vuelto a expresar su interés en reavivar el proceso diplomático con Corea del Norte. En una rueda de prensa reciente, el presidente estadounidense afirmó que mantiene una «buena relación» con Kim Jong-un, lo cual, según él, es una ventaja para las dos naciones.
Sin embargo, el régimen norcoreano parece no compartir esta perspectiva. En el comunicado, se observa una postura firme contra cualquier tipo de compromiso relacionado con la desnuclearización, haciendo referencia a las declaraciones de los representantes occidentales y de la OTAN que siguen insistiendo en no reconocer a Corea del Norte como una potencia nuclear.
Fotografía de archivo del líder de Corea del Norte, Kim Jong Un. EFE/EPA/Vladimir Smirnov
Corea del Norte acusa a Occidente de desestabilizar la paz mundial
El comunicado de KCNA también aborda la creciente influencia de Estados Unidos y sus aliados en asuntos geopolíticos globales. Pionyang critica duramente la intervención de las fuerzas occidentales en regiones como Ucrania y Oriente Medio, considerando que estas acciones están alimentando conflictos y promoviendo la inestabilidad mundial. Corea del Norte ha afirmado que la expansión de la crisis en Ucrania y la prolongación de la guerra en Oriente Medio son el resultado de los «intereses geopolíticos descarados» de Estados Unidos y sus aliados.
Además, el régimen norcoreano acusa a la OTAN y a los países europeos de participar en maniobras militares cerca de la península coreana, lo cual consideran una amenaza directa a su seguridad. La postura de Corea del Norte es clara: cualquier intervención extranjera, especialmente de las fuerzas occidentales, es vista como un intento de desestabilizar la región y de socavar su política de fortalecimiento de las fuerzas nucleares.