La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronunció este miércoles a favor de mantener las corridas de toros como parte de la cultura del país, pero bajo un esquema en el que no se maltrate ni mate al toro. En su conferencia de prensa matutina, Sheinbaum destacó que el Gobierno de la Ciudad de México, en colaboración con organizaciones de protección animal y grupos taurinos, está evaluando un modelo que permita continuar con esta actividad cultural sin causar sufrimiento al animal.
Claudia Sheinbaum y su postura sobre las corridas de toros
“Creo que el gobierno de la Ciudad, junto con organizaciones de protección a los animales e incluso algunos taurinos, está considerando que no se maltrate al toro. La idea es que la actividad sea cultural, pero sin maltrato, sin muerte, y sin daño para el animal”, explicó la presidenta en su intervención.
Ante la creciente discusión sobre la iniciativa para prohibir las corridas de toros en el Congreso de la Ciudad de México, Sheinbaum expresó que está de acuerdo con evitar el maltrato animal, pero también subrayó la importancia de mantener una tradición cultural que tiene profundas raíces en varias regiones del país.
La cultura taurina en México y su futuro
Sheinbaum recordó que, en la Constitución mexicana, está consagrada la prohibición del maltrato animal, pero también reconoció la trascendencia de la tauromaquia en México, una actividad que, según la mandataria, sigue siendo relevante en términos económicos y culturales. “Es tiempo de revisar cómo se puede combinar la cultura taurina con el respeto a los derechos de los animales”, añadió.
La presidenta de México insistió en que las corridas de toros son una actividad “productiva” de la que dependen muchas personas, y por ello abogó por encontrar una opción que permita mantener la tradición cultural, pero que evite el sufrimiento del toro. Esta postura se enmarca dentro de un debate más amplio sobre el bienestar animal en el país y la necesidad de adaptar las tradiciones a las sensibilidades actuales.
Fotografía de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum. EFE/Issac Esquivel
La iniciativa en el Congreso de la Ciudad de México
El Congreso de la Ciudad de México está en proceso de debatir una iniciativa que busca prohibir las corridas de toros en la capital del país. Este proyecto será discutido en el pleno del Congreso el próximo 18 de marzo, después de ser analizado en comisiones. La iniciativa ha generado intensos debates entre los defensores de la tauromaquia y los grupos a favor de la protección animal.
Sheinbaum se mostró comprensiva con ambos puntos de vista, pero recalcó que es posible encontrar una solución intermedia que respete tanto la tradición cultural como los derechos de los animales. “Si podemos combinar ambos aspectos, es mejor”, concluyó, refiriéndose a la posibilidad de modificar el formato tradicional de las corridas de toros para evitar el maltrato.
El futuro de la tauromaquia en Ciudad de México
Recientemente, las corridas de toros en Ciudad de México fueron reactivadas después de un parón de casi dos años debido a recursos legales. Sin embargo, la disputa por la regulación de este tipo de espectáculos sigue siendo un tema candente, con actores políticos y sociales muy divididos sobre el futuro de la tauromaquia.
En Guadalajara, la tercera ciudad más grande de México, las corridas también han continuado, mientras que en la capital del país, el futuro de este espectáculo sigue en manos del Congreso local. La votación en el Congreso podría dar lugar a una suspensión de las corridas, similar a la que ocurrió en enero de 2024, o bien permitir su continuidad bajo una nueva modalidad que prohíba el maltrato animal.
La discusión sobre el maltrato animal
En cuanto al maltrato animal, Sheinbaum hizo un llamado a reflexionar sobre la necesidad de adaptarse a los tiempos actuales, en los cuales las sensibilidades sobre el bienestar de los animales han evolucionado. La mandataria sugirió que el Gobierno de la Ciudad y las partes involucradas en la industria taurina sigan trabajando en un modelo que garantice el respeto a los derechos de los animales, a la vez que se preservan las tradiciones culturales que aún tienen un fuerte arraigo en diversas comunidades del país.
Fotografía de una protesta frente al Congreso de Ciudad de México pidiendo la prohibición de las corridas de toros (México). EFE/José Méndez
Debate político y manifestaciones
El 14 de marzo, la Comisión de Puntos Constitucionales y la Iniciativa Ciudadana del Congreso de la Ciudad de México celebrarán una reunión clave en la que se discutirá la propuesta. Si la iniciativa es aprobada, se llevará a votación en el pleno del Congreso el 18 de marzo. Las manifestaciones a favor y en contra de la tauromaquia se han intensificado en las últimas semanas, y se espera que el tema continúe siendo objeto de debate durante todo el proceso legislativo.
A pesar de las protestas de ambos bandos, la votación será crucial para determinar el futuro de las corridas de toros en la Ciudad de México. Sin embargo, los detractores de la tauromaquia han destacado que, independientemente de la forma que tomen las corridas, lo esencial es que el maltrato y la muerte de los toros sean erradicados.
La prohibición de la tauromaquia en otras ciudades mexicanas
El debate sobre la tauromaquia no se limita a Ciudad de México. En otras ciudades mexicanas, como en ciertas localidades de Oaxaca, han surgido movimientos que buscan la prohibición de las corridas de toros debido a los efectos negativos del maltrato animal. Estos movimientos se apoyan en el creciente activismo a favor de los derechos de los animales y las reformas legislativas que buscan modernizar las prácticas culturales a favor del bienestar animal.
El impacto económico y cultural de la tauromaquia
La tauromaquia tiene un impacto importante en la economía de diversas regiones de México, especialmente en las zonas donde las corridas son una fuente de ingresos por turismo y empleo. La industria taurina genera una cadena de trabajos directos e indirectos, incluyendo la preparación de los eventos, la logística y la venta de productos relacionados.
Sin embargo, los críticos de la tauromaquia argumentan que el daño causado a los animales y las preocupaciones sobre el bienestar animal deberían pesar más que los beneficios económicos. Este debate refleja un cambio cultural en el país, en el que las nuevas generaciones están más sensibilizadas con el trato ético hacia los animales.