El colectivo Buscadoras por la Paz Sonora, junto con autoridades locales, ha descubierto hasta 40 osamentas en Hermosillo, Sonora, en el marco de investigaciones relacionadas con personas desaparecidas. Este hallazgo se produjo en un predio ubicado en la carretera 26, con dirección a la Costa de Hermosillo, donde se encontraron 39 fosas clandestinas.
Descubrimiento de fosas clandestinas en Hermosillo
El domingo 2 de febrero de 2025, el colectivo Buscadoras por la Paz Sonora informó a través de sus redes sociales que, en el transcurso de la búsqueda, se localizó un total de 39 fosas clandestinas. El operativo se llevó a cabo en una extensión de terreno ubicada sobre la carretera 26, un área conocida por su vinculación con desapariciones forzadas en la región.
Hasta el cierre de la jornada, los hallazgos ascendieron a 40 osamentas, 7 cuerpos completos y dos restos óseos, lo que evidencia el impacto devastador de la violencia en la región de Sonora. Este tipo de búsquedas ha sido clave en el esfuerzo por dar respuesta a la desaparición de miles de personas en México.
La participación de colectivos en la búsqueda
Las labores de búsqueda fueron lideradas por el colectivo Buscadoras por la Paz Sonora, pero también contaron con la colaboración de otros grupos como Guerreras Buscadoras de Cajeme y Guerreras Buscadoras de Guaymas y Empalme. Estos colectivos han sido fundamentales en la visibilización de las desapariciones y la presión sobre las autoridades para que se realicen investigaciones exhaustivas.
Procedimientos forenses y pruebas de ADN
A medida que los trabajos de localización avanzaban, los peritos forenses comenzaron el proceso de levantamiento de los restos humanos encontrados en las fosas. Estos restos serán sometidos a estudios de perfil genético con el fin de identificar a las víctimas y tratar de vincularlos con las personas reportadas como desaparecidas en la región.
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Sonora ha solicitado a todas las personas que tengan familiares desaparecidos que acudan a sus instalaciones para realizarse pruebas de ADN. Estas muestras genéticas servirán para cotejar con los restos encontrados y así lograr la identificación de las personas que han permanecido en el anonimato durante años.