Albergues en la frontera norte de México, como en Nogales, han vivido un período de calma tensa durante las primeras dos semanas de la Administración de Donald Trump, pues los centros de recepción de deportados están recibiendo menos migrantes de lo esperado. La situación, aunque aún bajo control, ha generado cierta incertidumbre, ya que las autoridades mexicanas y los activistas de la región se preparan para un posible aumento en el flujo migratorio debido a las medidas implementadas por el gobierno estadounidense.
Bajo flujo de deportaciones: La situación en Nogales
Nogales, una ciudad en el estado de Sonora, es uno de los puntos de entrada más importantes para los migrantes mexicanos deportados desde Estados Unidos. Según un informe de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob), Nogales fue la ciudad que más deportaciones recibió durante el año 2024, con un total de 48.960 deportados, lo que equivale a un promedio de 134 personas al día.
Sin embargo, en las primeras semanas de la nueva administración estadounidense, el flujo de deportaciones ha sido considerablemente bajo. En promedio, los albergues en Nogales han recibido menos de 50 deportados por día, aunque el 22 de enero se registró un aumento temporal, con 200 migrantes repatriados en un solo día.
Fotografía que muestra el interior de la Casa Amiga Albergue Humanitario, este viernes en la ciudad de Nogales en el estado de Sonora (México). EFE/Daniel Sánchez
El albergue San Juan Bosco y su preparación ante el flujo migratorio
Juan Luis Loureiro Esquer, director del Albergue para Migrantes San Juan Bosco IAP, explicó que, a pesar de la retórica de Trump sobre la inmigración, el flujo de deportaciones no ha aumentado significativamente. En una entrevista con EFE, Loureiro destacó que, aunque el flujo de migrantes ha sido relativamente bajo, los albergues siguen preparados para recibir a aquellos que sean repatriados.
El director del albergue señaló que la mayoría de los migrantes que llegan a los refugios optan por viajar directamente a sus lugares de origen. Según Loureiro, cuando los deportados llegan al albergue, se les proporciona información y servicios básicos, como atención médica, antes de que se retiren rápidamente.
“Las personas que llegan de inmediato al albergue se les ofrece orientación y servicios esenciales, y luego deciden viajar hacia sus hogares”, explicó Loureiro.
Centros de atención a deportados en la frontera norte de México
A pesar de que los flujos migratorios siguen siendo bajos, el gobierno mexicano ha tomado medidas preventivas para enfrentar posibles aumentos en las deportaciones de migrantes. México ha instalado 10 centros de atención en los estados fronterizos, con el objetivo de proporcionar asistencia a los migrantes deportados, incluidos alimentos, seguridad y orientación. Sin embargo, la secretaria de Gobernación de México, Rosa Icela Rodríguez, ha señalado que estos centros aún están vacíos, lo que sugiere que la situación actual no ha requerido su uso extensivo.
Fotografía que muestra el interior de la Casa Amiga Albergue Humanitario, este viernes en la ciudad de Nogales en el estado de Sonora (México). EFE/Daniel Sánchez
La perspectiva de los albergues ante la calma tensa en la frontera
El sacerdote católico José Gilberto Lezama Rodríguez, quien lleva más de 15 años trabajando con migrantes en el comedor y dispensario médico ‘San Luis Gonzaga’ de Hermosillo, Sonora, compartió su perspectiva sobre la situación en la frontera. A pesar de los titulares negativos sobre la migración, Lezama Rodríguez describió la situación en la región como una “tensa calma”, debido al bajo flujo de migrantes.
“Hasta ahora el flujo sigue siendo tranquilo, aunque estamos atentos a cualquier cambio, ya que la situación puede cambiar rápidamente. Estamos en una calma tensa, sin saber qué esperar del gobierno de Estados Unidos”, expresó Lezama.
En Nogales, las autoridades mexicanas están tomando precauciones adicionales. El gobierno ha habilitado un albergue en la Unidad Deportiva Estrellas Nogalenses, con capacidad para albergar hasta 2.500 personas deportadas. Sin embargo, hasta el momento, este albergue no ha sido utilizado a plena capacidad, ya que el flujo de deportados sigue siendo bajo.