Más de 150 militares de EE.UU. llegaron a Guantánamo, Cuba, para preparar nuevo centro para migrantes. Zar fronterizo, Tom Homan, espera comenzar a trasladar a indocumentados allí en 30 días.
Más de 150 militares estadounidenses ya están en la base naval de Guantánamo, Cuba, con el objetivo de preparar la expansión del centro de detención de inmigrantes indocumentados. Este proyecto, impulsado por el expresidente Donald Trump, contempla la instalación de 30.000 camas en dichas instalaciones.
De acuerdo con un comunicado del Comando Sur de EE.UU., los soldados desplegados en la base incluyen marines y otros miembros de esta unidad encargada de operaciones en Latinoamérica. Su misión es apoyar la ampliación del centro, siguiendo un memorando firmado por Trump que ordena al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional extender la capacidad del lugar hasta su límite máximo.
Al justificar la medida, Trump argumentó que el objetivo es detener a los inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales que representen un peligro para la seguridad nacional.
Desde hace décadas, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) administra un centro de detención para inmigrantes en Guantánamo, operando de forma independiente a la prisión destinada a sospechosos de terrorismo. La semana pasada, Tom Homan, asesor en temas fronterizos de Trump, confirmó que ICE continuará siendo la agencia a cargo de gestionar el centro ampliado con 30.000 camas.
Hasta ahora, los migrantes detenidos en Guantánamo son principalmente aquellos interceptados en el mar por las autoridades estadounidenses mientras intentaban llegar a la costa, en su mayoría provenientes de Cuba y Haití.
Según The Washington Post, el mayor centro de ICE actualmente cuenta con unas 2.000 camas para deportados, por lo que, si la expansión en Guantánamo se concreta, superaría con creces cualquier otra instalación similar. Además, debido al estatus legal particular de la base, los migrantes allí detenidos no cuentan con las mismas garantías procesales que tendrían en suelo estadounidense.
Históricamente, las condiciones en las instalaciones migratorias de Guantánamo han sido poco transparentes. En septiembre de 2024, un reportaje de The New York Times, basado en documentos internos del gobierno, reveló que los detenidos enfrentan condiciones deficientas, incluyendo denuncias de restricciones extremas como el uso forzado de gafas de visión opaca durante traslados, la vigilancia de sus llamadas con abogados y la presencia de ratas en algunas áreas del centro.
Más militares llegan a Guantánamo: decisión indigna
El reciente anuncio del expresidente Donald Trump sobre la expansión del centro de detención en Guantánamo ha generado una ola de críticas tanto a nivel nacional como internacional. Para muchos, la simple mención de Guantánamo trae a la memoria un historial de detenciones sin juicio, violaciones a los derechos humanos y un sistema que ha operado fuera del marco legal internacional por años.
«Guantánamo ya representa un símbolo de abuso y detención arbitraria. Convertirlo en un centro de reclusión para migrantes es un ataque directo a los principios fundamentales del derecho internacional», afirmó Human Rights Watch.
La propuesta de establecer un centro de detención permanente en la base ha encendido las alarmas entre juristas y expertos en inmigración en Estados Unidos. El congresista demócrata Jerry Nadler, de Nueva York, advirtió sobre el riesgo de que se normalice la detención arbitraria. «Guantánamo es una vergüenza para nuestra nación. He luchado durante años por su cierre, denunciando los abusos y la impunidad que imperan allí. Esta expansión a gran escala es moralmente inaceptable y plantea serias preocupaciones sobre los derechos civiles».
El anuncio también ha generado angustia entre los familiares de migrantes. Marta Ruiz, madre de un joven detenido en la frontera, expresó su desesperación: «Mi hijo solo quería una vida mejor. Ahora me dicen que podría terminar encerrado en Guantánamo, en Cuba, sin posibilidad de defenderse. Es como si lo condenaran sin juicio».
Por su parte, Érika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, condenó la decisión, advirtiendo que «convertir Guantánamo en un centro masivo de detención migratoria es una fórmula para el abuso sistemático. La falta de supervisión y los antecedentes de tortura en la base son motivos más que suficientes para estar alarmados».
Más militares llegan a Guantánamo: ONU lo rechaza
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se pronunció respecto a la propuesta de Donald Trump sobre la ampliación del centro de detención en Guantánamo. Es importante señalar que este territorio ha sido motivo de tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba en torno a su soberanía, aunque la base naval sigue bajo control estadounidense.
Jeremy Laurence, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, enfatizó que cualquier política migratoria adoptada por Estados Unidos debe respetar la dignidad y los derechos de los migrantes, sin importar su estatus legal. Como ejemplo de posibles violaciones, mencionó el caso de un vuelo de repatriación a Colombia, en el que los ciudadanos fueron trasladados esposados.
Además, Laurence exhortó a la administración de Trump a limitar el uso de la detención migratoria a situaciones excepcionales, dando prioridad a alternativas para quienes se encuentran en Estados Unidos de manera irregular o están en proceso de regularización. «La detención de migrantes debe ser el último recurso y solo aplicarse en circunstancias extraordinarias», afirmó.