Las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han alcanzado un nivel sin precedentes en las primeras semanas de la nueva administración de Donald Trump, quien retomó la presidencia de Estados Unidos en enero de 2025. Más de 3.500 inmigrantes han sido arrestados en operativos llevados a cabo en estados como Texas, California e Illinois, con un récord de más de 1.000 detenciones en un solo día. Estas cifras reflejan una de las campañas de deportación más agresivas de los últimos años, generando preocupación en comunidades con alta población indocumentada.
De acuerdo con el medio, las operaciones se han concentrado en ciudades clave como Los Ángeles, Houston y Chicago, donde los agentes del ICE han intensificado su presencia. Aunque las autoridades han señalado que los esfuerzos están dirigidos principalmente a inmigrantes con antecedentes criminales, se han reportado numerosos casos de detenciones colaterales, afectando a personas sin cargos penales. Una fuente citada por NBC News confirmó que estas detenciones adicionales son una consecuencia frecuente de las redadas masivas.
¿Qué derechos tienen los inmigrantes durante las redadas del ICE?
El aumento de los operativos ha generado dudas sobre los derechos de los inmigrantes durante estas intervenciones. Los agentes del ICE tienen la facultad de detener a personas indocumentadas sin necesidad de una orden judicial, siempre y cuando se encuentren en espacios públicos. Sin embargo, el procedimiento cambia cuando se trata de ingresar a una vivienda.
Para entrar a un domicilio, los oficiales necesitan contar con una orden judicial firmada por un juez o, en su defecto, obtener el consentimiento del ocupante. La abogada de inmigración Belinda Arroyo, citada por KERA News, explicó que los residentes tienen derecho a solicitar ver la orden antes de permitir el ingreso de los agentes. Este detalle es crucial para proteger los derechos de las personas durante los operativos.
Impacto en las comunidades afectadas
El regreso de políticas migratorias más estrictas ha generado un clima de temor en las comunidades con alta población indocumentada. Las redadas no solo afectan a quienes son detenidos, sino que también tienen un impacto significativo en sus familias y comunidades. La incertidumbre sobre quién puede ser arrestado, incluso sin antecedentes penales, ha llevado a muchas personas a limitar sus actividades diarias por miedo a ser detenidas.
Además, las detenciones colaterales han sido motivo de críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes. Estas entidades han señalado que, aunque el objetivo declarado de las redadas es capturar a personas con antecedentes criminales, la realidad es que muchas de las detenciones afectan a individuos que no representan una amenaza para la seguridad pública.
Un cambio drástico en las políticas migratorias
El enfoque actual del ICE marca un cambio significativo respecto a las políticas migratorias de administraciones anteriores. Según Infobae, la reanudación de operativos a gran escala refleja la postura más dura adoptada por el gobierno de Trump en su segundo mandato. Este giro ha sido evidente desde los primeros días de su administración, con un aumento notable en el número de detenciones y la implementación de estrategias más agresivas.
Las cifras reportadas por el ICE, que superan las 3.500 detenciones en pocas semanas, subrayan la magnitud de esta nueva campaña. Estas acciones han sido justificadas por las autoridades como una medida para reforzar la seguridad nacional, aunque han sido ampliamente criticadas por su impacto en las comunidades inmigrantes y por las detenciones de personas sin antecedentes penales.