La incertidumbre sobre el cierre del gobierno de Estados Unidos crece con rapidez, ya que la Cámara de Representantes aprobó, por un estrecho margen, un paquete de resolución que podría extender la financiación de las agencias federales hasta septiembre de 2025. Este paquete de resolución, propuesto por el líder de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, ha generado fuertes críticas por parte de los demócratas y podría ser una de las mayores pruebas legislativas que enfrente el presidente Donald Trump en lo que va de su segundo mandato.
Un paquete de resolución aprobado con escaso margen
La resolución fue aprobada en la Cámara de Representantes con 220 votos a favor y 215 en contra, con el apoyo unánime de los republicanos, excepto el representante por Kentucky, Thomas Massie. Por su parte, los demócratas votaron en contra, excepto Jared Golden, quien fue el único demócrata en respaldar la propuesta. El paquete de resolución busca evitar un posible cierre del gobierno, pero no se trata de una medida bipartidista, algo que ha sido común en situaciones similares en el pasado.
El Partido Republicano, con su mayoría apretada en la Cámara de Representantes, logró aprobar la resolución, pero enfrenta una dura batalla en el Senado. Para que el paquete de resolución se convierta en ley, deberá contar con una mayoría calificada de 60 votos en el Senado, lo que requiere el apoyo de al menos siete senadores demócratas si todos los republicanos respaldan la propuesta. Esta es una de las mayores pruebas para Trump, quien se enfrenta a las críticas por la falta de acuerdo bipartidista y el impacto que la propuesta podría tener en los programas sociales.

El nuevo presidente de la Cámara Baja de EE.UU., Mike Johnson, este 25 de octubre de 2023, en el Capitolio, sede del Congreso estadounidense en Washington. EFE/ Jim Lo Scalzo
Críticas a los recortes y el poder ejecutivo
Uno de los puntos más controvertidos del paquete de resolución es el recorte de 13,000 millones de dólares en gastos no relacionados con la defensa en comparación con los niveles de 2024, mientras que se prevé un aumento de 6,000 millones de dólares en el gasto militar. Según los republicanos, estos cambios no son tan significativos teniendo en cuenta que el gasto discrecional total supera los 1.7 billones de dólares. Sin embargo, los demócratas han expresado su preocupación por la discrecionalidad que se le otorga a Trump en la asignación de los fondos, especialmente en lo que respecta a los proyectos sociales.
Los demócratas argumentan que, al no haber directivas claras de financiación para programas clave, el presidente podría mover los fondos de proyectos sociales o de combate al fentanilo hacia propuestas como las deportaciones masivas que Trump ha impulsado. Según la representante demócrata Rosa DeLauro, la resolución es un «cheque en blanco» para Trump y el multimillonario Elon Musk, quien, a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), también se ha mostrado a favor de recortar el gasto federal.
Un escenario político dividido en el Congreso
El paquete de resolución de Mike Johnson ha generado un escenario de profunda división en el Congreso. En el pasado, los republicanos han necesitado la colaboración de los demócratas para aprobar proyectos de ley de gastos, pero en este caso, la medida fue impulsada sin el respaldo del Partido Demócrata. A pesar de que Johnson y otros líderes republicanos han presionado por la aprobación del proyecto, el voto en contra de varios demócratas refleja la falta de consenso.
Uno de los miembros más vocales en contra de la resolución fue el representante Thomas Massie, quien criticó los aumentos de gastos federales y se mostró en desacuerdo con el enfoque propuesto. Massie ha sido un crítico constante del gasto público y argumentó que los déficits solo parecen preocupar a los republicanos cuando están en la minoría legislativa. Aunque su voto en contra no fue suficiente para frenar la propuesta en la Cámara Baja, dejó claro que existen diferencias importantes dentro del Partido Republicano sobre la dirección que debe tomar la política fiscal del país.
Los riesgos de un cierre del gobierno
La fecha límite para evitar un cierre del gobierno se acerca rápidamente, y el paquete de resolución liderado por los republicanos tiene como objetivo mantener al gobierno funcionando hasta finales de septiembre de 2025. Sin embargo, el paquete de resolución aún debe ser aprobado por el Senado antes de que el presidente Trump pueda firmarlo y convertirlo en ley. Si el Senado no aprueba la propuesta, se podría desencadenar un cierre del gobierno, lo que afectaría a millones de estadounidenses que dependen de los servicios públicos y la financiación federal.
El cierre del gobierno no solo afectaría a los empleados federales y los servicios gubernamentales, sino que también podría tener consecuencias económicas a nivel nacional. El impacto en los servicios públicos esenciales, como la Seguridad Social, Medicare y otros programas sociales, podría ser significativo, y muchos ciudadanos se verían directamente afectados por la falta de fondos para los programas que dependen del presupuesto federal.

Fotografía de archivo de votación en el pleno de la Cámara de Representantes. EFE/EPA/Michael Reynolds
Alternativa de los demócratas
Ante la aprobación del paquete de resolución republicano en la Cámara de Representantes, los demócratas han presentado una alternativa que busca financiar al gobierno hasta el 11 de abril de 2025. Este proyecto de ley podría servir como un plan B si la propuesta de Johnson no logra avanzar en el Senado. Sin embargo, los demócratas han dejado claro que, aunque prefieren una medida bipartidista que mantenga el gobierno abierto, no están dispuestos a aceptar recortes a los programas sociales ni dar más poder al ejecutivo para mover los fondos a discreción.
El papel de Trump en las negociaciones presupuestarias
El presidente Donald Trump, al estar al frente del Partido Republicano, juega un papel crucial en las negociaciones presupuestarias. Trump ha respaldado el paquete de resolución de Johnson, ya que le otorga mayor control sobre el gasto federal, lo que le permite decidir cómo asignar los fondos a programas y proyectos que considere prioritarios. Sin embargo, el hecho de que el proyecto de resolución se haya presentado sin el apoyo de los demócratas plantea preguntas sobre la viabilidad de este enfoque y las consecuencias que podría tener en la relación entre los dos partidos.
Los demócratas han sido críticos con el enfoque de Trump, argumentando que la resolución de Johnson podría beneficiar más a ciertos intereses empresariales y políticos, como el sector de la defensa y el multimillonario Elon Musk, mientras que deja de lado los intereses de las familias estadounidenses que dependen de los programas sociales y de bienestar.