La guerra comercial entre Estados Unidos y Canadá ha tomado un giro inesperado esta semana, con el presidente Donald Trump anunciando amenazas de incrementar los aranceles sobre el acero, aluminio y electricidad canadienses. Sin embargo, la situación parece haber dado un respiro tras varias conversaciones clave y acuerdos preliminares entre ambos países. Esta disputa ha desatado preocupaciones tanto en los mercados como en las industrias afectadas, que podrían enfrentar repercusiones económicas significativas.
Escalada de tensiones comerciales
El martes, Trump intensificó la disputa cuando amenazó con imponer un aumento masivo de aranceles, específicamente del 50% sobre el acero y aluminio provenientes de Canadá. Esta escalada de medidas fue en respuesta a un recargo del 25% que Ontario había impuesto sobre la electricidad que exporta a varios estados de EE.UU., como Michigan, Nueva York y Minnesota.
Las acciones de Trump inicialmente provocaron una caída en los mercados, reflejando la incertidumbre creada por las amenazas. El Dow Jones cayó 478 puntos, aproximadamente un 1,1%, mientras que el S&P 500 y el Nasdaq también experimentaron pérdidas. Los analistas de Wall Street expresaron su preocupación sobre las posibles repercusiones económicas tanto para Estados Unidos como para Canadá.
Reacciones políticas y acuerdos
Horas después de las amenazas, el gobernador de Ontario, Doug Ford, dio marcha atrás en su recargo a la electricidad. En una declaración conciliadora, Ford explicó que había decidido suspender temporalmente el recargo tras una conversación con el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, quien extendió una «rama de olivo» a Canadá. Como resultado de estas conversaciones, se acordó suspender los aumentos a los aranceles sobre el acero y el aluminio que Estados Unidos había anunciado, restableciendo la tasa original del 25%.
Vista de líneas eléctricas que llevan energía a Estados Unidos, en una fotografía de archivo. EFE/Allison Dinner
Impacto de los aranceles en las economías de ambos países
El conflicto no solo afecta las relaciones diplomáticas, sino que tiene implicaciones profundas en las economías de ambos países. Los aranceles sobre productos clave como el acero y el aluminio, que son utilizados en una amplia gama de productos industriales y de consumo, podrían aumentar los precios de bienes comunes, como automóviles, electrodomésticos y maquinaria. De hecho, la industria del aluminio en EE.UU. ha advertido que una medida de este tipo podría costar hasta 100,000 empleos en el país.
Posibles repercusiones para los consumidores
El aumento de los aranceles no solo afectaría a las empresas, sino también a los consumidores. Los precios de los bienes que contienen acero y aluminio, como los automóviles y electrodomésticos, podrían subir considerablemente. Además, la incertidumbre en torno a las políticas comerciales de Trump está provocando una venta masiva en Wall Street, lo que genera más inestabilidad económica.
La importancia del acuerdo en el T-MEC
En medio de estas tensiones, se espera que el secretario de Comercio de EE.UU., Howard Lutnick, y el primer ministro de Ontario, Doug Ford, se reúnan para renegociar los términos del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). El acuerdo comercial de América del Norte, que reemplazó al TLCAN, es vital para la economía de los tres países involucrados. La renegociación de este tratado es esencial no solo para evitar más sanciones, sino también para fortalecer las relaciones comerciales y económicas a largo plazo.
Fotografía de archivo de grúas moviendo contenedores de carga en el puerto de Los Ángeles (Estados Unidos). EFE/ Allison Dinner
Conclusión: La incertidumbre persiste
Aunque los acuerdos alcanzados hasta el momento han calmado temporalmente las tensiones, las amenazas de aranceles y las represalias continúan siendo una amenaza latente. Tanto EE.UU. como Canadá tienen mucho en juego en esta guerra comercial, y aunque algunos avances diplomáticos se han logrado, la incertidumbre económica y las preocupaciones sobre los precios y el empleo continúan siendo temas de preocupación.
Impacto en los mercados y la economía global
La guerra comercial entre EE.UU. y Canadá ha tenido un impacto significativo en los mercados, no solo en América del Norte, sino también a nivel global. Las decisiones tomadas por Trump y las reacciones de líderes canadienses podrían influir en las políticas comerciales de otros países y desencadenar una serie de ajustes económicos a nivel mundial.
La relación comercial entre EE.UU. y Canadá sigue siendo crucial para ambos países. Aunque las medidas tomadas en estos días han permitido una reducción temporal de las tensiones, la guerra comercial podría continuar afectando el comercio internacional y las dinámicas económicas durante los próximos meses.