Brote de sarampión en Texas: qué sabemos hasta ahora
Texas enfrenta un brote de sarampión en la región de las llanuras del sur, que ha afectado a 90 personas desde finales de enero, según el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Texas. Este brote ha suscitado una gran preocupación, especialmente porque el sarampión es una enfermedad altamente contagiosa y peligrosa, especialmente para los niños pequeños y los bebés. Te explicamos todo lo que sabemos sobre este brote en Texas y cómo puedes proteger a tu hijo de esta enfermedad.
Detalles del brote de sarampión en Texas
El Departamento de Salud de Texas confirmó 90 casos de sarampión en la región de las llanuras del sur, con 16 personas hospitalizadas hasta la fecha de publicación del informe (21 de febrero de 2025). De las 16 personas hospitalizadas, solo 5 habían recibido la vacuna contra el sarampión, mientras que el resto de los afectados no estaban vacunados o no se tenía información sobre su estatus de inmunización. Según el Departamento de Salud, “debido a la alta contagiosidad de esta enfermedad, es probable que se produzcan más casos en la zona afectada y en las áreas circundantes”.
La disminución de la cobertura de vacunación y su impacto
Este brote se produce en un contexto preocupante, donde las tasas de vacunación han disminuido considerablemente, especialmente desde la pandemia de COVID-19. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han señalado que esta disminución es un revés en los esfuerzos globales para eliminar el sarampión. La cobertura de vacunación contra el sarampión en los Estados Unidos ha bajado del 95% al 93% entre 2019 y 2023, lo que ha dejado a millones de niños vulnerables a esta enfermedad.
Además, la reciente designación de Robert F. Kennedy Jr. como secretario de Salud ha aumentado la preocupación, ya que es conocido por sus posturas antivacunas, lo que podría influir en la decisión de muchos padres de evitar la vacunación de sus hijos.
El sarampión y su alta contagiosidad
El sarampión es una enfermedad extremadamente contagiosa. Según los CDC, hasta el 90% de las personas no inmunizadas que están cerca de alguien con sarampión probablemente se contagiarán. La enfermedad se propaga a través de pequeñas gotas respiratorias cuando una persona infectada tose, estornuda o respira. Incluso estar en la misma habitación con una persona infectada puede resultar en la transmisión del virus.
Los expertos como Scott Rivkees, profesor de la Universidad Brown, han advertido que la mayoría de las personas no inmunizadas, incluidos los niños cuyos padres deciden no vacunarlos, tienen altas probabilidades de contraer el sarampión si están expuestos al virus. Los bebés demasiado pequeños para recibir la vacuna o aquellos que no desarrollan una respuesta inmunitaria suficientemente fuerte también corren riesgo.
¿Es posible contraer sarampión si ya se ha recibido la vacuna?
Aunque la vacuna contra el sarampión es altamente efectiva, hay una pequeña posibilidad de que algunas personas aún puedan contraer la enfermedad. Según los CDC, aproximadamente 3 de cada 100 personas que reciben las dos dosis de la vacuna podrían contraer sarampión si están expuestas al virus. Sin embargo, los estudios han mostrado que las personas vacunadas que se contagian de sarampión generalmente experimentan una forma más leve de la enfermedad.
Síntomas del sarampión: ¿cómo identificarlo?
Los síntomas del sarampión suelen aparecer entre 7 y 14 días después de la exposición al virus. Los primeros signos incluyen fiebre alta, tos, secreción nasal y ojos llorosos. Unos días después, pueden aparecer manchas blancas en la boca, conocidas como manchas de Koplik, que son indicativas de sarampión.
Entre el tercer y quinto día, el sarampión comienza a mostrar su característico sarpullido. Este empieza en la cara, cerca del cabello, y se extiende hacia el cuello, el tronco, los brazos, las piernas y los pies. Es importante destacar que la fiebre puede aumentar a más de 40 ºC (104 ºF) cuando aparece el sarpullido.
Grupos más vulnerables a complicaciones por sarampión
El sarampión puede generar complicaciones graves, especialmente en ciertos grupos de personas. Los niños menores de 5 años, las personas mayores de 20 años, las mujeres embarazadas y las personas con sistemas inmunitarios debilitados (como aquellos con leucemia o VIH) son más vulnerables a efectos graves. Las infecciones de oído, que pueden resultar en pérdida auditiva permanente, son una de las complicaciones más comunes. Además, algunos niños pueden desarrollar neumonía, encefalitis o diarrea, y la neumonía es la principal causa de muerte relacionada con el sarampión en niños pequeños.
La importancia de la vacunación contra el sarampión
La mejor manera de prevenir el sarampión es a través de la vacunación. Los CDC recomiendan que los niños reciban dos dosis de la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola), la primera entre los 12 y 15 meses y la segunda entre los 4 y 6 años. Los bebés que viajan al extranjero deben recibir la primera dosis entre los 6 y 11 meses de edad.
Si un adulto no está seguro de haber recibido las dosis necesarias, es recomendable que consulte con su médico. En algunos casos, se recomienda administrar una dosis adicional para asegurar una protección completa. Las personas que tienen mayor riesgo de exposición, como los trabajadores de la salud, estudiantes y viajeros internacionales, también deben asegurarse de estar completamente vacunadas.
El impacto global de la vacunación contra el sarampión
La vacunación ha demostrado ser la herramienta más eficaz para reducir los casos de sarampión a nivel global. Según los CDC, para eliminar el sarampión y proteger a la comunidad, se necesita una cobertura de vacunación del 95% o más. Al alcanzar este umbral, se crea lo que se conoce como inmunidad colectiva, que ayuda a proteger a aquellos que no pueden recibir la vacuna por razones médicas.