Este martes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibirá en la Casa Blanca al primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en lo que será su primera reunión con un líder extranjero desde su regreso al poder. Con el futuro de Gaza y la posibilidad de un acuerdo de normalización con Arabia Saudí como temas clave, la cita adquiere una gran relevancia en el contexto de la política internacional.
El respaldo internacional a Netanyahu
Este encuentro llega en un momento crucial para Netanyahu, especialmente después de que la Corte Penal Internacional (CPI) emitiera una orden de arresto en su contra. Aunque Washington no reconoce la jurisdicción de la CPI, este apoyo internacional representa un respiro para el primer ministro israelí en medio de la creciente presión interna y externa.
En este contexto, se espera que los líderes discutan una amplia gama de temas, entre los que se incluyen no solo la situación en Gaza, sino también las crecientes tensiones con Irán, que el año pasado atacó a Israel en dos ocasiones con misiles y drones. Sin embargo, el tema central de la reunión será la normalización de relaciones entre Israel y Arabia Saudí, un proyecto que Trump ha intentado promover durante su mandato.
Imagen del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu (R) en Tel Aviv, Israel. EFE/EPA/Yariv Katz /Pool
Incertidumbre sobre el alto el fuego en Gaza
El encuentro de Trump y Netanyahu se produce en un momento clave, ya que coincidirá con el inicio de las negociaciones indirectas entre Israel y Hamás para la segunda fase del acuerdo de tregua en Gaza. En esta nueva fase, se prevé la liberación de los rehenes israelíes retenidos en Gaza y la posibilidad de establecer las bases para el fin definitivo de la guerra.
Sin embargo, Trump se mostró escéptico sobre la posibilidad de un alto el fuego duradero en la región. Durante su comparecencia en la Casa Blanca, declaró: “No tengo garantías de que la paz vaya a mantenerse”. Esta afirmación refleja las dudas de la administración estadounidense sobre la estabilidad del acuerdo y la viabilidad de una paz duradera en la región.
Hamás y la postura israelí frente a Gaza
Hamás, por su parte, ha reafirmado su control sobre la Franja de Gaza desde el inicio del alto el fuego el 19 de enero. La organización terrorista ha dejado claro que no liberará a más rehenes hasta que se acuerde el fin de la guerra y se retiren las fuerzas israelíes del enclave.
En Israel, Netanyahu enfrenta presiones dentro de su propia coalición de gobierno. Los ministros ultraderechistas, como Bezalel Smotrich, han amenazado con derribar su gobierno si no se reanudan los combates en Gaza una vez concluida la primera fase del alto el fuego. Estos conflictos internos reflejan las tensiones políticas que enfrenta Netanyahu mientras intenta equilibrar las demandas de la coalición y las expectativas internacionales.
El príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudí, Mohammed bin Salmán (R) en Bruselas, Bélgica. EFE/EPA/Olivier Hoslet
El enfoque de Trump sobre el conflicto
Si bien Trump ha sido un firme aliado de Israel, la prensa israelí reporta que el expresidente ha comunicado a Netanyahu que no desea que el país reanude los combates en Gaza. Esta postura representa un giro importante en la política exterior de Estados Unidos, que, a pesar de su apoyo incondicional a Israel, busca evitar un conflicto prolongado en la región.
En su mandato anterior, Trump adoptó varias decisiones que favorecieron a Israel, como el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén, el reconocimiento de la soberanía israelí sobre los Altos del Golán y la negociación de los Acuerdos de Abraham, que permitieron a Israel establecer relaciones diplomáticas con varios países árabes. Sin embargo, su enfoque para resolver el conflicto en Gaza sigue siendo incierto.
La apuesta de Trump por un acuerdo con Arabia Saudí
Más allá de la tregua en Gaza, Trump ve esta reunión como una oportunidad para relanzar su objetivo de lograr un acuerdo de normalización entre Israel y Arabia Saudí. Durante su primer mandato, Trump ya intentó impulsar este acuerdo, pero fue su sucesor, el presidente Joe Biden, quien continuó las negociaciones sin éxito.
Arabia Saudí ha mostrado interés en llegar a un acuerdo con Israel, pero ha condicionado la normalización de relaciones a la creación de un Estado palestino y a recibir garantías estratégicas de defensa de parte de Estados Unidos. Este último punto sigue siendo un obstáculo importante en las negociaciones, ya que Trump y Netanyahu se oponen a la creación de un Estado palestino bajo los términos tradicionales de la solución de dos Estados.
El futuro de la solución de dos Estados
En los últimos días, Trump ha sugerido que países árabes como Jordania y Egipto deberían aceptar más refugiados palestinos procedentes de Gaza. Sin embargo, esta propuesta ha sido rechazada de manera tajante por varias naciones árabes. La postura de Netanyahu respecto a la solución de dos Estados sigue siendo clara: rechaza cualquier intento de implementarla, lo que hace aún más difícil alcanzar un acuerdo en torno al conflicto palestino-israelí.
Una relación personal tensa entre Trump y Netanyahu
Más allá de los temas diplomáticos, el encuentro entre Trump y Netanyahu también será observado con atención debido a la relación personal entre ambos. Durante el primer mandato de Trump, los dos líderes mantuvieron una relación cercana, pero las cosas cambiaron cuando Netanyahu felicitó a Joe Biden por su victoria electoral en 2020, un gesto que Trump interpretó como una traición.
Desde entonces, Netanyahu ha intentado reparar la relación con Trump, y el primer ministro israelí fue uno de los primeros líderes en felicitar a Trump tras su victoria en noviembre de 2024. Sin embargo, la relación sigue siendo tensa, y la reunión de este martes servirá como una oportunidad para evaluar el estado actual de su vínculo personal y político.