El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, celebró el lunes la decisión de Panamá de dejar expirar su participación en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por sus siglas en inglés) promovida por China, calificando esta medida como un «gran paso adelante» para fortalecer los lazos con Estados Unidos. Esta decisión marca un giro significativo en las relaciones entre Panamá y el gigante asiático, especialmente en el contexto de la creciente rivalidad geopolítica entre Washington y Pekín.
El distanciamiento de Panamá de la Iniciativa de la Franja y la Ruta
La Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI) ha sido una de las estrategias más importantes de China para expandir su influencia global, mediante la inversión en proyectos de infraestructura en varios países alrededor del mundo. Panamá fue el primer país latinoamericano en unirse oficialmente a esta iniciativa en noviembre de 2017, poco después de romper sus lazos diplomáticos con Taiwán y reconocer a Pekín como el legítimo gobierno de China.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, anunció que el acuerdo entre Panamá y China para contribuir a la Iniciativa de la Franja y la Ruta no será renovado, y que podría incluso terminar antes de lo previsto. Aunque el acuerdo está programado para expirar en dos o tres años, no se dieron detalles específicos sobre los términos de la finalización anticipada.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, celebró esta decisión en su cuenta de X, destacando que es un «gran paso adelante para las relaciones entre Estados Unidos y Panamá». La noticia fue recibida positivamente en Washington, ya que cualquier movimiento de Panamá para alejarse de la Iniciativa de la Franja y la Ruta se considera como una victoria para los intereses de Estados Unidos, que ha expresado en varias ocasiones su preocupación por la influencia creciente de China en América Latina.
Panamá se aleja de China: Un cambio geopolítico relevante
El alejamiento de Panamá de la Iniciativa de la Franja y la Ruta refleja una evolución significativa en su política exterior, marcada por el estrechamiento de relaciones con Estados Unidos. La decisión se produce en un contexto de creciente competencia geopolítica entre Washington y Pekín, especialmente en América Latina, una región históricamente vinculada a la influencia estadounidense.
Marco Rubio, quien comenzó su primer viaje al extranjero como secretario de Estado bajo la presidencia de Donald Trump en Panamá, instó al gobierno panameño a reconsiderar sus relaciones con China. Durante su visita, el secretario de Estado presionó al gobierno de Panamá para que se alineara más estrechamente con las prioridades de Washington en términos de seguridad y comercio.
Este giro de Panamá ha sido interpretado como una respuesta a las crecientes críticas de Estados Unidos hacia la Iniciativa de la Franja y la Ruta, que considera una herramienta de «diplomacia de trampa de deuda». Desde la óptica de Washington, la BRI está diseñada para cimentar la influencia de Pekín en varios países mediante préstamos a gran escala, que muchos países en desarrollo no pueden pagar, lo que a menudo resulta en una creciente dependencia económica y política de China.
La respuesta de China a la decisión de Panamá
El gobierno chino no tardó en reaccionar a la decisión de Panamá. Fu Cong, embajador chino ante la ONU, calificó la medida como una «decisión lamentable». En una conferencia de prensa en Nueva York, Fu criticó lo que describió como una campaña de desprestigio de Estados Unidos y otros países occidentales contra la Iniciativa de la Franja y la Ruta, calificando estas acusaciones de «totalmente infundadas».
Sin embargo, la Iniciativa de la Franja y la Ruta no ha estado exenta de controversia. Algunos países asociados con la iniciativa han expresado preocupaciones sobre el elevado costo de los proyectos de infraestructura y las dificultades para devolver los préstamos otorgados por Pekín. Estas inquietudes han aumentado en un contexto en el que algunos gobiernos se sienten atrapados por la deuda externa contraída con China.
José Raúl Mulino (i), saludando al Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio (d), en el palacio presidencial de las Garzas, en Ciudad de Panamá (Panamá). EFE/ Gobierno de Panamá
El Canal de Panamá: Un tema clave en la relación con Estados Unidos
Las tensiones sobre el Canal de Panamá también son un componente crucial en las relaciones entre Panamá y Estados Unidos. La vía interoceánica, construida por Estados Unidos a principios del siglo XX y entregada a Panamá en 1999, ha sido una fuente de preocupación para Washington debido a la creciente presencia de empresas chinas en la zona.
En particular, una empresa con sede en Hong Kong opera dos puertos en las entradas del canal, y dos compañías estatales chinas están construyendo un cuarto puente sobre una de las entradas del canal. El gobierno estadounidense ha expresado su preocupación de que la creciente presencia de empresas chinas en el canal pueda representar una amenaza para la seguridad y el control estratégico de la vía, que sigue siendo vital para el comercio global.
En este contexto, Rubio transmitió un mensaje del presidente Donald Trump en el que se destacó la presencia de China en el canal como una amenaza para la soberanía de Panamá y una violación del tratado de neutralidad firmado entre ambos países en 1977. Tras las conversaciones con Rubio, el presidente panameño se mostró dispuesto a revisar la concesión de 25 años otorgada a la empresa CK Hutchison Holdings, que opera los puertos, y que fue renovada en 2021.