Donald Trump aseguró este domingo que los estadounidenses podrían experimentar un «dolor» económico como consecuencia de los aranceles impuestos a importantes socios comerciales, pero sostuvo que “valdrá la pena el precio” si con ello se protegen los intereses de Estados Unidos.
En un mensaje publicado en su plataforma de redes sociales Truth, el expresidente escribió en mayúsculas: “¿Habrá algo de dolor? Sí, tal vez (¡y tal vez no!)”. Estas palabras surgieron un día después de que Trump firmara la orden que impone aranceles a productos provenientes de México, Canadá y China, como parte de su estrategia para frenar la inmigración ilegal y el narcotráfico.
Aranceles a socios clave de Estados Unidos
El sábado, Trump firmó una orden ejecutiva para imponer aranceles a México, Canadá y China, poniendo fin a semanas de especulación sobre la medida. El mandatario se amparó en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional para implementar estos gravámenes.
A partir del próximo martes, los productos provenientes de Canadá y México estarán sujetos a una tasa del 25%. Además, el petróleo y gas provenientes de Ottawa y los productos provenientes de China estarán sujetos a un 10%. Esta medida se extiende a la cancelación de una exención arancelaria para envíos menores a los 800 dólares, que antes se aplicaba a los productos canadienses.
Vista de un puerto comercial de EE.UU., en una fotografía de archivo. EFE/John G. Mabanglo
Represalias de México, Canadá y China
La Casa Blanca explicó que las tarifas impuestas a China serán un adicional a los aranceles ya existentes sobre sus exportaciones hacia Estados Unidos. Asimismo, la orden establece un mecanismo para incrementar los aranceles si alguno de los tres países toma represalias.
México, Canadá y China reaccionaron rápidamente. En respuesta a las acusaciones de Trump sobre el tráfico de drogas, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, afirmó que su país no busca confrontaciones, especialmente con una nación vecina y aliada como Estados Unidos. Sheinbaum subrayó que México está comprometido en la lucha contra el fentanilo y propuso que ambos países trabajen juntos para erradicar el tráfico de drogas.
“México no solo no quiere que el fentanilo llegue a Estados Unidos, sino que queremos evitar su circulación a cualquier otra parte del mundo”, afirmó Sheinbaum.
La mandataria mexicana también sugirió establecer una mesa de trabajo con equipos de seguridad y salud pública de ambos países, aludiendo que la solución a estos problemas no pasa por la imposición de aranceles, sino por el diálogo.
En cuanto a Canadá, el primer ministro Justin Trudeau también reaccionó con firmeza, anunciando que su gobierno impondría aranceles del 25% sobre productos estadounidenses por un valor de 155.000 millones de dólares canadienses (aproximadamente 106.000 millones de dólares estadounidenses). La primera fase de esta respuesta comenzará el martes y afectará bienes por un valor de 30.000 millones de dólares canadienses, mientras que el resto se aplicará en las siguientes tres semanas.
China y su postura ante los aranceles
Desde China, también llegaron advertencias. El gobierno chino prometió medidas retaliatorias y aseguró que llevaría el caso ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). En un comunicado, Beijing argumentó que la crisis del fentanilo es un asunto interno de Estados Unidos y recordó que siempre ha apoyado los esfuerzos estadounidenses para abordar el problema de las drogas.
La portavoz del Ministerio de Exteriores de China agregó que los aranceles impuestos por Trump solo socavarán la cooperación futura en materia de control de drogas. Beijing también defendió que, desde 2019, el país ha regulado el fentanilo y sus precursores, y que no es responsable de cómo se utilizan los productos químicos que exporta.
La Casa Blanca, por su parte, insistió en que los cárteles mexicanos fabrican el fentanilo utilizando precursores químicos provenientes de China. Esta denuncia ha sido una de las principales justificaciones de la administración de Trump para imponer los aranceles.
Vista de clientes que hacen compras en una tienda, en una fotografía de archivo. EFE/Michael Reynolds
Reacción de la Unión Europea
Además de las reacciones de México, Canadá y China, la Unión Europea también expresó su desacuerdo con las nuevas tarifas comerciales. Un portavoz de la Comisión Europea calificó las medidas de Trump como “dañinas para todas las partes” y subrayó que el bloque continental respondería “con firmeza” si las tarifas se extendieran a productos europeos.
La UE consideró que esta política podría generar un impacto negativo en la economía global y dañaría las relaciones comerciales transatlánticas.
Las consecuencias de los aranceles
Aunque Trump ha justificado la medida como necesaria para proteger los intereses de Estados Unidos, los economistas advierten que los efectos de los aranceles podrían ser perjudiciales para la economía estadounidense a corto plazo. La imposición de estas tarifas podría aumentar los costos de los productos importados, lo que afectaría directamente a los consumidores estadounidenses.
Sin embargo, el expresidente ha reiterado que el sacrificio económico valdrá la pena si se logra frenar el narcotráfico y la inmigración ilegal desde México y otros países.