Al menos dos muertos por incendios en California
Un nuevo incendio forestal ha estallado en el condado de Los Ángeles, específicamente en la zona de Encino, sumándose a otros tres incendios que aún continúan activos en el sur de California. Según el jefe del Departamento de Bomberos de Los Ángeles, Anthony C. Marrone, al menos dos personas han fallecido debido a estos incendios. Ante la rápida expansión de las llamas y los vientos de Santa Ana que se prevé alcancen su punto máximo entre las 10 p. m. del martes y las 5 a. m. del miércoles, el gobernador Gavin Newsom ha declarado el estado de emergencia.
El incendio recién iniciado, denominado Woodley Fire, comenzó alrededor de las 6:15 a. m. del miércoles en la Reserva de Vida Silvestre de Sepúlveda Basin, en Encino. Hasta el momento, ha destruido unas 30 hectáreas. Según informes de Cal Fire, este incendio se encuentra entre el Palisades Fire, que avanza hacia el sur, y el Hurst Fire, al norte, que ya ha consumido más de 200 hectáreas. Ninguno de estos incendios ha sido controlado hasta ahora, y cerca de 1.000 edificaciones están afectadas.
Además de los incendios Palisades, Hurst, Eaton y ahora Woodley, se ha contenido un incendio en la ciudad de Tyler que quemó aproximadamente 6 hectáreas el miércoles. A pesar de este avance, los otros cuatro incendios siguen activos en varias zonas del condado de Los Ángeles, siendo la ciudad de Los Ángeles el epicentro de la devastación.
Más de 80.000 personal han sido evacuadas debido a la gravedad de los incendios en California. (REUTERS/Mario Anzuoni)El incendio Palisades se originó el martes por la mañana en las montañas de Santa Mónica, y en solo una hora se extendió a 80 hectáreas, alcanzando las 1.200 hectáreas hacia el final del día. Brian Fennessy, jefe de bomberos del condado de Orange, comentó a Fox News que debido a la rapidez con la que se propaga el fuego y las condiciones de viento, los equipos de rescate se están enfocando en evacuar a los residentes y salvar a las personas atrapadas, ya que detener el avance del fuego en estas circunstancias es muy complicado.
Más de 80.000 personas han recibido órdenes de evacuación, mientras que alrededor de 200.000 residentes están sin electricidad en el condado de Los Ángeles. Las autoridades han advertido que el riesgo de expansión de los incendios podría aumentar debido a los vientos de Santa Ana, que soplan del este hacia las zonas urbanas.
Más de 1.000 estructuras han sido destruidas y los daños siguen creciendo, según indicó Anthony C. Marrone, jefe de bomberos del condado, durante una conferencia de prensa reciente. El incendio Eaton, que afecta las zonas de Altadena, el Bosque Nacional de Los Ángeles y Pasadena, también ha dejado varios heridos graves entre los residentes. La causa de este incendio sigue bajo investigación.
El incendio Palisades, el de mayor magnitud hasta el momento, ha consumido cerca de 1.200 hectáreas y sigue sin ser contenido. Marrone confirmó que más de 1.000 bomberos están trabajando en la zona, aunque las difíciles condiciones climáticas, agravadas por los vientos de Santa Ana, complican aún más los esfuerzos de contención.
Las autoridades locales han solicitado la ayuda de otros condados para poder contener el incendio. (REUTERS/Mario Anzuoni)La jefe del Departamento de Bomberos de Los Ángeles (LAFD), Christine Crowley, señaló que la combinación de los incendios Palisades y Hurst está poniendo a prueba los límites de los servicios de emergencia de la ciudad. «Estos incendios están llevando la capacidad de los servicios de emergencia a sus máximos», comentó Crowley.
Para afrontar esta crisis, Marrone ha solicitado la asistencia de bomberos y equipos de cinco condados cercanos –Orange, Ventura, Santa Bárbara, San Luis Obispo y Los Ángeles–, así como de otros estados y de la región norte de California. Se han pedido 250 camiones de bomberos y más de 1.000 bomberos adicionales para reforzar la lucha contra las llamas.
Las autoridades locales y estatales siguen operativos de emergencia en las áreas afectadas por los incendios, mientras los equipos de bomberos luchan arduamente para evitar que las llamas se extiendan a comunidades cercanas.