Italia, que nunca había alcanzado las semifinales en unos Juegos Olímpicos, rubricó en la capital francesa una actuación memorable, con triunfos en todos sus partidos, el último ante un equipo estadounidense que defendía el título que conquistó en Tokio 2020.
Velasco, uno de los entrenadores de más prestigio del voleibol mundial, ha hecho volar a la selección italiana hacia la final olímpica en París y en el partido por el oro la llevó hasta el cielo.
Italia dejó para el recuerdo un triunfo incuestionable, por la forma y por el rival que tuvo enfrente. Venció en sólo tres sets a un equipo estadounidense incapaz de contrarrestar el aluvión de juego que desarrollaron las discípulas de Velasco.
Paola Egonu, con 22 puntos en total, hizo añicos la defensa de la selección de Estados Unidos, que, además, vio diezmado su ataque por el gran trabajo en los bloqueos de Caterina Bosetti, Anna Danesi y Sarah Fahr.
La extraordinaria actitud defensiva del equipo italiano maniató a Avery Skiner, que sólo pudo anotar 7 puntos en todo el partido, y el conjunto norteamericano lo acusó.
Una hora y 13 minutos duró la exhibición de Italia sobre la pista del Arena Sur de París, donde Julio Velasco dictó otra lección y subió un peldaño más en el escalafón de los entrenadores de la historia.