Huawei, que tiene su sede en Shenzhen, en el sur de China, obtuvo un beneficio neto de 19.600 millones de yuanes (2.500 millones de dólares), en alza de 564% en un año.
Los ingresos en este periodo aumentaron 36,7%, hasta 178.500 millones de yuanes (24.700 millones de dólares).
Huawei está desde hace varios años en el centro de una intensa rivalidad tecnológica entre Pekín y Washington.
Sin mostrar pruebas, Estados Unidos acusa a Huawei de poder espiar para las autoridades chinas, lo que la empresa, privada, niega.
Desde 2019, las sanciones impuestas por Washington han aislado a la empresa de las cadenas mundiales de suministro de tecnologías y componentes estadounidenses.
Las sanciones estadounidenses obligaron a Huawei a recentrar su actividad en sectores como el software, los dispositivos conectados o la informática empresarial.
Huawei es una empresa privada que no cotiza en bolsa. Por tanto, no está sujeta a las mismas obligaciones que otros grupos de publicar resultados detallados.