El debate sobre las grasas en la dieta siempre fue intenso, pero recientes investigaciones publicadas en Nature Medicine dejaron claro que los aceites vegetales ricos en grasas insaturadas son una opción más saludable que las grasas saturadas de origen animal, como la manteca.
Los hallazgos, basados en un enfoque innovador conocido como “lipidómico”, muestran que consumir grasas insaturadas mejora significativamente los perfiles de grasa en sangre, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 32% y de diabetes tipo 2 en un 42%.
“El nivel alto de MLS (puntuación multilipídica) indica un perfil de grasa en sangre saludable, y una ingesta alta de grasas vegetales insaturadas y una baja de grasas animales saturadas pueden ayudar a alcanzar esos niveles positivos”, explicó el doctor Fabián Eichelmann, experto en nutrición del Instituto Alemán de Nutrición Humana y uno de los autores del estudio.
Manteca vs. aceite: ¿cuál es el más saludable?
Las grasas saturadas están vinculadas con la acumulación de placas en las arterias (Imagen Ilustrativa Infobae)
La manteca, compuesta principalmente de grasas saturadas, fue relacionada durante décadas con un aumento en el colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”.
Esto puede provocar la acumulación de placas en las arterias, elevando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por otro lado, los aceites vegetales como el de oliva, canola y girasol son ricos en grasas insaturadas, que no solo reducen el LDL, sino que también mejoran los niveles de colesterol HDL, conocido como “colesterol bueno”.
Otro autor del estudio, Clemens Wittenbecher, experto en alimentación y nutrición de la Universidad Tecnológica de Chalmers en Suecia, afirmó: “Nuestro estudio confirma con aún más certeza los beneficios para la salud de una dieta rica en grasas vegetales insaturadas como la dieta mediterránea y podría ayudar a proporcionar asesoramiento dietético específico a quienes se beneficiarían más al cambiar sus hábitos alimentarios”.
El valor nutricional de la manteca
Cambiar grasas animales por aceites vegetales podría reducir el riesgo de diabetes tipo 2 en un 42%, según el estudio (Imagen Ilustrativa Infobae)
La manteca contiene alrededor de un 50% de grasas saturadas, que son sólidas a temperatura ambiente y carecen de los beneficios asociados con las grasas insaturadas. Aunque es una fuente rápida de energía y puede aportar vitaminas liposolubles como la A y la D, su consumo excesivo está relacionado con problemas de salud como la aterosclerosis, la obesidad y un mayor riesgo de diabetes tipo 2.
Los hallazgos del estudio subrayan que una dieta alta en grasas saturadas contribuye a un perfil multilipídico menos favorable, lo que se traduce en niveles de grasa en sangre problemáticos y un aumento de enfermedades cardiometabólicas.
El consumo regular de aceite de oliva puede disminuir el riesgo de ataques cardíacos (Imagen Ilustrativa Infobae)
En contraste, los aceites vegetales como el de oliva virgen extra destacan por su alto contenido en grasas monoinsaturadas, polifenoles antioxidantes y vitamina E. Estas propiedades no solo protegen la salud del corazón, sino que también tienen efectos antiinflamatorios y ayudan a prevenir el daño celular. .
El estudio publicado en Nature Medicine mostró que los participantes que reemplazaron la manteca por aceites vegetales lograron mejoras significativas en su evaluación MLS, lo que reflejaba una mejor salud metabólica general. Además, estos aceites son líquidos a temperatura ambiente, lo que facilita su integración en la dieta diaria.
Los aceites vegetales ricos en grasas insaturadas son clave para reducir el colesterol malo (LDL) (Imagen Ilustrativa Infobae)
El consumo diario de aceite vegetal, especialmente de alta calidad como el aceite de oliva virgen extra, puede traer beneficios tangibles para la salud. Según Eichelmann, una dieta rica en grasas insaturadas está asociada con perfiles de grasa en sangre más saludables y una reducción del riesgo de enfermedades crónicas.
Sin embargo, como cualquier otro alimento, el consumo de aceite debe ser moderado. Una ingesta excesiva puede contribuir al exceso calórico y al aumento de peso. Según el estudio, es importante priorizar aceites vegetales de alta calidad y evitar opciones ricas en grasas saturadas, como el aceite de palma o coco.
Incorporar aceites vegetales insaturados en una dieta equilibrada, como la dieta mediterránea, no solo mejora la salud cardiovascular y metabólica, sino que también puede ser un paso significativo hacia la prevención de enfermedades crónicas a largo plazo.