Los Juegos Olímpicos muestran al mundo los logros atléticos más impresionantes, pero detrás de esos extraordinarios resultados se esconden horas de entrenamiento, exigencias físicas al extremo y dedicación plena.
Con el tiempo, todos estos factores, obviamente, dejan sus secuelas en los físicos de los deportistas, durante sus carreras y también en sus retiros.
Según el Estudio de Salud de Atletas Olímpicos de la Asociación Mundial de Atletas Olímpicos (WOA en inglés), sobre prevalencia de las lesiones realizada en forma de encuesta online a 3357 de estos deportistas ya retirados de 131 países, casi dos tercios informaron haber sufrido al menos una lesión importante durante su carrera olímpica.
La rodilla, la columna lumbar y el hombro/clavícula fueron las zonas anatómicas lesionadas con mayor frecuencia. Un tercio de esta muestra de atletas olímpicos atribuyó el dolor actual y las limitaciones funcionales a una lesión durante su carrera.
En los atletas de alto rendimiento, enfermedades como la osteoartritis, caracterizada por el desgaste del cartílago articular, son más comunes de lo que se conoce. Esta condición no solo significa dolor y limitación de movimiento, sino también la amenaza constante de poner fin a sus carreras deportivas, explicó CEMEDYT – Diagnóstico Médico.
El doctor Andrey Rojas, médico farmacólogo clínico de la Universidad de La Sabana, Colombia, explicó a Infobae recientemente que “la prevención y el manejo de la osteoartritis en atletas y deportistas de alto rendimiento requieren un enfoque integral que combine estrategias de entrenamiento, técnicas de prevención, manejo del dolor y la inflamación, y, cuando sea necesario, intervenciones médicas”.
¿Cuáles son sus principales síntomas? Dolor articular, rigidez, inflamación y disminución del rango de movimiento son solo algunas de sus manifestaciones.
CEMEDYT detalló que un estudio realizado por la Universidad de Edimburgo afirmó que uno de cada cuatro atletas es diagnosticado con esta enfermedad, lo que afecta significativamente su rendimiento y calidad de vida. Los deportes de alto impacto, como el fútbol, el baloncesto y el atletismo, son particularmente propensos a generar lesiones articulares que pueden derivar en esta enfermedad.
Por qué se produce la osteoartritis
Según el Instituto Nacional de Artritis de Estados Unidos, la osteoartritis es una enfermedad en la que los tejidos de la articulación afectada se deterioran con el tiempo. Este es el tipo más frecuente de artritis y es más común en las personas mayores.
“Por lo general, las personas con osteoartritis tienen dolor en las articulaciones y, después de descansar, rigidez (incapacidad para moverse con facilidad) durante un período corto de tiempo”. Las articulaciones que se ven afectadas con más frecuencia incluyen las manos (en la base y los extremos de los pulgares y en los extremos de los demás dedos), las rodillas, las caderas, el cuello y la espalda baja.
“La osteoartritis afecta a cada persona de manera diferente. Para algunos, la enfermedad no interfiere con sus actividades cotidianas, mientras que, en el caso de otras, causa un grado considerable de dolor e incapacidad”, destacó el instituto.
Y añadió que a cualquier persona le puede dar osteoartritis, pero ocurre con más frecuencia a medida que se envejece. Las mujeres tienen más probabilidad que los hombres de tener osteoartritis, especialmente después de los 50 años.
A las personas más jóvenes, como los atletas olímpicos, también les puede dar osteoartritis, por lo general debido a una lesión articular, a un problema en la estructura de la articulación o a un defecto en el cartílago articular.
Cuáles son los síntomas de la osteoartritis
A menudo, surgen lentamente y los más frecuentes incluyen:
- Dolor al usar la articulación, que puede mejorar con el descanso. Para algunas personas, en las últimas etapas de la enfermedad el dolor puede empeorar durante la noche.
- Rigidez articular, que por lo general dura menos de 30 minutos en la mañana o después de descansar por un período de tiempo.
- Hinchazón en la articulación y alrededor de esta, especialmente después de usarla mucho.
- Cambios en la capacidad de mover la articulación.
- Sensación de que la articulación está floja o inestable.
A medida que los síntomas empeoran con el tiempo, algunas actividades pueden ser más difíciles de realizar, como subir escaleras, sentarse o levantarse del inodoro o de una silla o agarrar una sartén.
El dolor y otros síntomas de la osteoartritis pueden causar cansancio y depresión, así como problemas para dormir.
Ciertos factores pueden aumentar la probabilidad de tener la enfermedad, entre ellos el envejecimiento, el sobrepeso o la obesidad, un historial de lesiones o cirugía de una articulación, el uso excesivo por movimientos repetidos de la articulación, historial familiar de osteoartritis.
Cómo es el tratamiento
De acuerdo al Instituto Nacional de Artritis, los objetivos del tratamiento para la osteoartritis incluyen: reducir el dolor y otros síntomas, mejorar la función articular, evitar que la enfermedad empeore y mantener la calidad de vida. Estas son las terapias recomendadas:
- Fisioterapia y ejercicios específicos: diseñados para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas y mejorar la movilidad.
- Medicamentos: analgésicos y antiinflamatorios no esteroides para reducir el dolor y la inflamación, según prescripción médica.
- Intervenciones quirúrgicas: en casos severos, donde los métodos conservadores no son suficientes, a algunos atletas se les recomienda la cirugía articular para aliviar el dolor y restaurar la función.
- Viscosuplementación: consiste en la inyección de ácido hialurónico directamente en la articulación afectada por parte de un médico entrenado, esta sustancia se encuentra de forma natural en el líquido sinovial de las articulaciones y actúa como lubricante y amortiguador. “Es una alternativa recomendada por ser un procedimiento ambulatorio que amortigua y lubrica las articulaciones, reduciendo el dolor y restaurando la función de la articulación, tan vital en los deportistas”, explicó el doctor Rojas.