Dos dietas saludables bien conocidas pueden reducir el riesgo de enfermedad cardíaca en las personas con diabetes tipo 1, señala un estudio reciente.
Las personas que comían de forma similar a la dieta mediterránea o a la dieta enfocada a eliminar la hipertensión (DASH por sus siglas en inglés) tenían unos niveles más bajos de marcadores sanguíneos que se usan en entornos clínicos para evaluar el riesgo de salud cardíaca, informaron investigadores el domingo en una reunión de la Sociedad Americana de Nutrición (American Society for Nutrition) en Chicago.
“Tanto la dieta DASH como la mediterránea revelaron asociaciones protectoras, lo que significa que estos patrones dietéticos pueden marcar una diferencia cuando se consumen con regularidad”, señaló en un comunicado de prensa la investigadora Arpita Basu, profesora asociada de kinesiología y ciencias de la nutrición de la Universidad de Nevada, en Las Vegas.
El nuevo estudio se basa en trabajos anteriores en los que los investigadores vincularon las dietas DASH y mediterránea con una menor acumulación de grasa alrededor del corazón y un menor endurecimiento de las arterias.
Para este estudio, se dio seguimiento a 1,255 adultos durante seis años, 563 de los cuales tenían diabetes tipo 1.
Los investigadores evaluaron su dieta mediante cuestionarios para ver quién comía de manera similar a las dietas mediterránea o DASH.
Descubrieron que los adultos con diabetes tipo 1 tienden a consumir dietas altas en grasas, porque su condición les obliga a reducir los carbohidratos. Tienden a sustituir la proteína animal, que puede tener un alto contenido de grasas saturadas y colesterol.
“Hay una necesidad urgente de abordar la calidad de la dieta en los adultos con diabetes tipo 1″, dijo Basu. “En un entorno clínico, la evaluación de la ingesta dietética utilizando las listas de verificación dietéticas DASH y mediterráneas podría ser una forma efectiva de identificar brechas y mejorar la ingesta”.
Añadió que “los alimentos específicos que forman parte de estos patrones dietéticos, como las aceitunas y los frutos secos en la dieta mediterránea, podrían añadirse a la dieta aunque no se pueda alterar toda la dieta”.
Los hallazgos presentados en reuniones médicas deben considerarse preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.