“Abrigate que te vas a enfermar”, solían decir las madres de antaño. Aunque alguna que otra en la actualidad repite la frase como un mandato.
Sin embargo, las nuevas generaciones de padres cuentan con información que las anteriores no tenían, lo que las hace responder a más de un abuelo preocupado viendo a su nieto en remera al aire libre en invierno: “el frío no enferma”. ¿Esto es real? ¿Por qué, en ese caso, no hay quien por estos días no conozca a alguien que está en cama con gripe o al menos resfriado?
“Creo que es esencial desmitificar el mito de que el frío enferma, esto no es así, sino que lo que hace el frío es predisponer a condiciones que hacen que haya más circulación de virus respiratorios”, comenzó a explicar consultado por Infobae el jefe de Internados en la Clínica Reina Fabiola de la Universidad Católica de Córdoba y expresidente de Sociedad de Medicina Interna de Córdoba, Ignacio Gutiérrez Magaldi (MP 32214 / ME 15051).
¿Por qué me enfermo con el frío?
En línea con su colega, el médico clínico Ramiro Heredia (MN 117.882), del departamento de Medicina Interna del Hospital de Clínicas José de San Martín de la Ciudad de Buenos Aires, señaló que “cuando bajan las temperaturas, muchas enfermedades empiezan a ceder, como los casos de dengue y enfermedades como las diarreas agudas, mientras otras, se hacen más frecuentes”.
Esto último es lo que se ve por estos días con las infecciones respiratorias agudas. Es que, “típicamente, entrado el invierno, aumentan los casos de resfrío común, faringitis, laringitis, bronquitis, y bronquiolitis, en su mayoría, causados por distintos virus respiratorios”, precisó el especialista, quien ante la pregunta de si el frío enferma, respondió que “no, no alcanza solo con el frío”.
“Siempre se dice que el principio de una enfermedad es que haya alguna alteración en el huésped, el medio ambiente y el agente -continuó en este punto Gutiérrez Magaldi-. El agente etiológico, en este caso el virus, es fuerte en estas épocas porque hay más circulación por las condiciones climáticas; además, por las condiciones climáticas también las personas tienen a encerrarse y ventilar menos los hogares, lo que genera un medio ambiente que favorece la proliferación de los patógenos. Y si además existe susceptibilidad del huésped, esto lo puede afectar”.
¿Cómo afecta el frío al cuerpo humano?
Como se vio, las bajas temperaturas hacen que las personas procuren calentarse, que estén en espacios cerrados, y muchas veces, mal ventilados. Y todo eso las expone a una mayor carga de patógenos, en particular, los virus respiratorios, cuya concentración en el ambiente aumenta.
“Además, el frío hace que una importantísima barrera de defensa que tiene nuestro árbol respiratorio, que es el aparato mucociliar, sea menos eficiente”, sumó Heredia acerca de cómo actúa el frío en el organismo.
Y precisó: “En efecto, las células ciliadas, que tapizan nuestras vías respiratorias, junto con el mucus que se deposita sobre ellas, actúan como cinta transportadora que hace que distintas partículas del ambiente, como virus y bacterias, no lleguen a los pulmones, y los infecten. El frío hace que todo este proceso de depuración, sea más lento”.
Además, según Gutiérrez Magalldi, “hay algunas patologías, como la hipertensión arterial, con la que hay que tener extrema precaución con el frío”. Esto es porque el frío aumenta la resistencia periférica de los vasos sanguíneos y predispone a aumentar la tensión arterial”, explicó.
Al igual que los pacientes hipertensos, durante los meses de invierno tienen que tener especial cuidado con su salud “las personas con patologías respiratorias crónicas, como los pacientes asmáticos, personas con EPOC, fumadores, que tienen que tener mayor riesgo de complicaciones ante una infección viral”.
Por último, “los pacientes que sufren algunas enfermedades reumatológicas, como el fenómeno de Raynaud, pueden sufrir más la sensación de frío en las extremidades que podrían tornarse de color morado debido a la vasoconstricción, que genera menor circulación sanguínea”.
¿Qué enfermedades genera el frío?
Claro está a esta altura que el frío en sí mismo no enferma ni genera enfermedades. Técnicamente, lo que sucede, según explicó Heredia, es que “ciertos virus, como el rinovirus, responsable de las de la mitad de los resfríos comunes, que por cierto es la enfermedad aguda más frecuente en el mundo desarrollado, se reproducen mejor a bajas temperaturas, como las que se dan en las fosas nasales, y más aún en el invierno”.
Asimismo, “muchos virus, como influenza y sincicial respiratorio -responsable de la bronquiolitis aguda, tan importante en lactantes, niños pequeños y adultos mayores, entre otros, tienen un claro comportamiento estacional, con predominio en otoño e invierno”, agregó el especialista del Hospital de Clínicas.
Y sumó: “Y el SARS-CoV-2, todavía sin una estacionalidad clara, también está presente todo el año, pero la menor ventilación de los espacios en otoño e invierno también lo favorece con creces”.
Cómo cuidarse de enfermedades en días de frío
A sabienda de que muchas enfermedades relacionadas con el invierno son de origen viral, Heredia recomendó “mantener al día las vacunas contra virus respiratorios como el COVID-19 y la influenza”.
“Se agrega ahora la vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio, en calendario de vacunación para embarazadas en las semanas 32 a 36 de embarazo, y disponible también para personas de 60 o más años”, destacó el especialista, quien aconsejó “recibir, en quiénes esté indicada, la vacuna contra el Neumococo, la bacteria que con más frecuencia genera neumonías”.
Respecto a medidas de prevención primaria, Gutiérrez Magaldi recomendó:
- No exponerse a cambios bruscos de temperatura
- Ventilar los hogares (como se vio, es fundamental, ya que eso disminuye la posibilidad de proliferación de virus)
- Toser en el pliegue del codo
- Lavarse las manos con frecuencia (con agua y jabón cuando se está en casa o con soluciones de alcohol)
Finalmente, Heredia nombró dentro de las condiciones para prevenir en el invierno “las intoxicaciones por monóxido de carbono, que son mucho más frecuentes en esta época”, y además, “la hipotermia accidental, que también en épocas de fríos extremos pasa a ser un problema no solo en las actividades recreacionales sino también en personas vulnerables como las que están en condición de calle”.