Desde hace un tiempo se sabía que el consumo de carnes, sobre todo carnes rojas, estaba asociado a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer de colon y otros padecimientos. En el caso de la diabetes, algunas investigaciones pasadas ya daban indicios de que podría haber una asociación entre el consumo de carnes rojas y la enfermedad.
Ahora, un reciente estudio publicado en la revista The Lancet Diabetes & Endocrinology asegura que comer regularmente carnes rojas y procesadas se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2. En esta investigación, realizada por científicos de la Universidad de Cambridge, se analizaron los datos de otros 31 grandes estudios realizados en 20 países del mundo: 12 de las Américas, 2 del Mediterráneo, 9 de Europa, 1 del sudeste asiático y 7 del pacífico occidental.
«(Los científicos) han ido a buscar todas las publicaciones de los últimos años que se hayan hecho para evaluar la relación entre el consumo de carnes y la diabetes, pero ellos han ampliado la investigación y no solo se han quedado con las carnes rojas naturales, sino también han analizado de las carnes procesadas (como las salchichas, las mortadelas, las jamonadas y otros embutidos) y también han entrado a ver cuál es el efecto del pollo», mencionó el doctor Elmer Huerta.
Los investigadores analizaron los datos de casi 2 millones de personas y lo que descubrieron es que «para aquellos que consumieron carnes rojas naturales hubo un aumento del riesgo de 15 % en lo que es el desarrollo de la diabetes tipo 2; para aquellos que consumieron carnes embutidas, del 10 %; mientras que para los consumieron aves, solo del 1 %».
«De tal modo que lo que ellos encuentran es una asociación positiva entre el consumo de carnes de diferentes tipos (carnes rojas naturales, embutidos y aves), siendo el riesgo mucho menor para las aves. Por eso, ellos dicen que estos hallazgos podrían ayudar a los dietistas y a los profesionales de la salud a aconsejar la mejor alimentación para sus pacientes», dijo el doctor Huerta.
Cabe precisar que este estudio no es de causa-efecto por su tipo de diseño, sino que es de asociación. En ese sentido, no se puede concluir que el consumo de carne fuera la causa directa de la diabetes.