Esta última columna del mes de febrero, Mes de los Enamorados, elegí seguir dedicándola a un tema que sé que les interesa muchísimo: ¡El dinero en la pareja!
Si nos estás visitando por primera vez, te invito a que leas las columnas anteriores tituladas: “Pareja y Acuerdos» y “Pareja y Dinero”. También puedes escuchar el episodio del podcast de La Visión en el cuál conversamos junto con María Cornu Labat, Coach de Familia, sobre nuestra experiencia acompañando a parejas a lograr ser equipo en temas de dinero: https://go.ivoox.com/rf/123774610?utm_source=embed_podcast_new&utm_medium=share&utm_campaign=new_embeds . A su vez puedes escuchar la entrevista de Radio que nos realizó Alice Rodriguez desde México también sobre “El Dinero en la Pareja”: https://www.facebook.com/share/v/gFxgouizVk2fJw4p/?mibextid=w8EBqM
Para seguir explorando sobre las finanzas de a dos, hoy les abro las puertas a un poco de mi historia familiar y les comparto mis reflexiones sobre la Personalidad Financiera de mis padres y cómo, desde mi punto de vista, impactaron en su vínculo y en su matrimonio.
Para repasar comencemos recordando a qué me refiero cuando les hablo de Personalidades Financieras:
La personalidad financiera es la forma en que significamos y gestionamos nuestro dinero, cómo somos a la hora de generar, administrar, compartir, recibir y disfrutar el dinero.
Diferentes autores clasifican las personalidades financieras de diversas maneras. En base a mis estudios, investigaciones y experiencia trabajando con cientos de personas las clasifico en 5:
· Altruista
· Analítica
· Servicial
· Ahorradora
· Impulsiva
Por lo títulos pueden imaginar que claramente hay grandes diferencias entre cada una. ¿Cuál personalidad financiera crees que demuestra predominantemente tu madre y cuál tu padre? ¿Cuál tú y cuál tu pareja?
En mi caso mi madre se comportaba de una manera predominantemente ahorradora y mi padre de una manera predominantemente servicial. Dichas personalidades financieras son bastante opuestas ya que para, por ejemplo, la ahorradora, dinero es igual a seguridad, a control. Sin embargo, para la personalidad financiera servicial, dinero es igual a amor, a dar, a compartir.
Como resultado, yo vivía en una casa en la cuál si era por mi padre había invitados todo el tiempo y los agasajaba con lo mejor de lo mejor, y por otro lado, si era por mi madre, se medía cuán seguido invitábamos según la situación económica en la cual nos encontrábamos.
A mi padre le encantaba regalar. Según me contaron mis hermanos mayores (soy la menor de nueve hermanos) una vez mi padre invitó a todos los comensales de un restaurante de alto nivel de la ciudad de Buenos Aires. Imaginen la escena: un restaurante repleto de gente y mi padre diciéndole al mozo que él invitaba a todos. ¡Muy servicial! ¡Así era mi padre! Disfrutaba mucho del compartir en el día a día con su familia y de ayudar a sus amigos. A varios los ayudó a que desarrollaran sus negocios prestándoles/regalándoles dinero. Mi padre era muy carismático y generoso.
Mi madre compartía de una manera más medida y responsable. Invitaba y regalaba si el hacerlo no ponía en riesgo su seguridad financiera y la de su familia. Priorizaba regalarle a sus hijos experiencias para su formación como viajes de estudio y adquirir inmuebles que construyeran el patrimonio familiar. Mi madre ayudaba muchísimo pero no con su dinero sino con su tiempo. Fue voluntaria durante muchísimos años en diferentes fundaciones y su misión era construir una gran Argentina con ciudadanos responsables.
¿Cómo imaginan que convivían en su matrimonio mi madre y mi padre? Desde mi mirada de hija, considero que durante algunos años fueron un gran equipo: se complementaban. Mi madre “frenaba” a mi padre de gastar desmedidamente y poner en riesgo la economía familiar y mi padre “invitaba” a mi madre a disfrutar más del día a día, a soltar, a confiar. Sin embargo, cuando la situación económica comenzó a empeorar mayor tensión hubo entre ellos dos y, desde mi punto de vista, una de las razones principales por las cuales luego se terminaron divorciando, fue por sus personalidades financieras tan opuestas que en vez de unirlos y complementarlos, generaron de a poco un distanciamiento y rechazo mutuo.
¡Tanto podrían haber prevenido y sanado reconociendo su personalidad financiera y la del otro! Hubiera generado empatía, respeto y comprensión y los hubiera ayudado a juntos acordar formas de gestionar el dinero familiar que reconociera las necesidades de ambos. ¿Cómo creen que las discusiones por temas de dinero nos impactaron a nosotros, sus hijos? ¡Mucho! La verdad que sufrí un montón. Muchas veces me encontré defendiendo la postura de uno sobre el otro, rol que claramente no me correspondía como hija pero que, dada nuestra dinámica familiar, tomé. Y por ello es que me dedico a acompañar a las personas a que desarrollen su Inteligencia Emocional Financiera. ¡Porque sé que tanto se puede prevenir y sanar! No solamente en el matrimonio si no en los hijos que son testigos y partícipes de esas discusiones, manipulaciones y peleas.
¡Sí, muy fuerte el tema! Te lo comparto para que ojala te ayude a reflexionar sobre “el dinero en tu vida” tanto como hija y ahora, si lo estás, con tu pareja.
¿Sientes que te ayudaría mucho trabajar en estos temas con tu pareja? Los invitamos a reservar una sesión por zoom sin cargo junto con María Cornu Labat, coach de familia, para que exploremos juntos cómo podemos acompañarlos: https://wa.me/qr/LP43N5HNTC4UG1
Recuerden que sigue la promoción especial del 30% OFF de nuestros servicios a parejas durante el mes de los enamorados.
¡Ah! Si quieren saber en mayor profundidad sobre cada Personalidad Financiera las invito a visitar este link en el cual encontrarán una Guía y un Test sobre Personalidades Financieras: https://campus.valelaco.com/
“Si desarrollar la Inteligencia Emocional Financiera con tu pareja te es COHERENTE, ¡VALE!”
Si tienes alguna pregunta escríbeme a info@valelaco.com o por IG, Facebook o LinkedIn.