En la columna anterior les compartí el ejercicio que realizo todos los años con mi equipo para hacer el cierre del año de mi negocio. Un ejercicio para mi clave para seguir construyendo mi negocio a partir del aprendizaje que cada nuevo logro y desafío me presentó. Si no leíste la columna anterior, te sugiero que lo hagas antes de leer esta.
¿Cuál es entonces el siguiente paso? Diseñar y planificar de manera óptima y efectiva el 2024 de mi negocio gracias a toda la claridad que el ejercicio anterior nos trajo. Ahora ya sabemos perfectamente qué queremos y qué no queremos más, qué funcionó súper bien y qué necesita de varios ajustes. Sabemos qué nos drenó la energía y qué nos llenó de energía.
Con toda esa claridad en mente empezamos a diseñar el 2024. Lo primero que hacemos es volver a leer el para qué de Vale Laco Inteligencia Emocional Financiera, o sea la visión del negocio ya que es la razón de todo lo que hacemos a nivel profesional y es la que tiene que estar en coherencia con mi visión de vida. ¡Para mí eso es fun-da-men-tal! Siempre que planifico un nuevo año en mi negocio me aseguro que sea en coherencia y en equilibrio con la vida que valoro. Para mí eso es aplicar nuestra inteligencia emocional financiera. ¿Qué sentido tiene diseñar un negocio que quizá sea súper exitoso a nivel facturación pero me aleje de vivir el día a día que valoro? Algunas estarán pensado “pero Vale, ¿por qué no? ¿Por qué no pueden ser las dos cosas? ¡Y sí! ¡Se pueden las dos cosas! ¡La clave es el equilibrio!
Luego teniendo en cuenta el análisis en la facturación del 2023, el costo de mi estilo de vida y mis objetivos económico-financieros a corto, mediano y largo plazo me propongo un objetivo de facturación y de ganancia para el 2024 que sea desafiante pero también coherente con la etapa de mi negocio y con la facturación del 2023. Luego nos preguntamos cómo vamos a lograr dicha facturación y volvemos al análisis del 2023. Vemos nuevamente de los productos que ofrecimos, cuáles fueron más y menos rentables a nivel emocional y financiero y seleccionamos los que queremos seguir ofreciendo en el 2024 y los que vamos a eliminar o pausar por un tiempo. También pensamos si queremos lanzar nuevos productos, de acuerdo a las oportunidades que vemos dentro del negocio, a la demanda de nuestras clientas y a nuestros objetivos de impacto, legado, facturación y expansión.
Para darles un ejemplo, uno de mis grandes objetivos para el 2024 es crecer más acá en Estados Unidos entonces estoy evaluando empezar a generar contenido en Inglés. Eso me lleva a pensar en la estrategia de comunicación y marketing que vamos a implementar, en los activos digitales que vamos a priorizar, en los costos fijos y variables que tendrá este nuevo lanzamiento y cómo el dedicar recursos (tiempo y dinero) a este lanzamiento va a impactar en el resto del negocio. Dado que es un público nuevo para mí y para mi equipo, estamos haciendo mucho estudio de mercado para tomar decisiones lo más informadas posibles. Por supuesto va a haber mucha prueba y error, por supuesto nos vamos a confundir, pero queremos dar cada paso entendiendo un poco el nuevo terreno.
Con todo este análisis trazamos un plan de manera general sobre: qué vamos a ofrecer, a quién/es, cuánto vamos a vender (por ejemplo cuántas personas queremos que se inscriban en la Mentoría Grupal) y cuándo vamos a ofrecer cada producto. Luego vemos si necesitamos más recursos para cumplir con nuestros objetivos . Recursos como por ejemplo contratar a nuevas personas para que se sumen al equipo, realizar algún curso en particular para poder llevar adelante una de las tareas, etc. Por ahora todo a nivel general y teniendo muy presente el análisis que hicimos del 2023 con lo que ya no queremos más y lo que sí queremos continuar.
Con toda esta información vamos trazando el Plan de Acción para el 2024 y volcando en la agenda anual en qué nos vamos a ir enfocando a lo largo del año (mes, trimestre, semestre) según los objetivos que nos planteamos (por ejemplo lanzamientos, creación de nuevos productos, etc) Cuando llegue ese momento diseñaremos las micro tareas, por ahora solo lo general.
Una vez que volcamos todo sobre la agenda anual la miramos a la distancia y analizamos si es viable o no, si las acciones están bien distribuidas a lo largo del año y vamos moviendo lanzamientos por ejemplo e inclusive eliminando ciertas acciones que notamos que pueden exigirnos demasiado impactando negativamente en el negocio y en nuestra salud emocional financiera como equipo. Nuestro objetivo es lograr un año desafiante pero a su vez armonioso recordando siempre que el emprender es un proceso en el que año a año vamos creciendo y que es mejor hacer menos y mejor que hacer mucho a las corridas y no lograr el impacto en las personas que buscamos. Como me decía mi coach prácticamente cada vez que nos reuníamos: ¡Vale, no es una carrera de 100 metros, es una maratón! Siempre tengo muy presente la importancia de disfrutar del proceso y lograr ese equilibrio entre vivir la vida que valoro y mi visión de negocio.
Como verán es un ejercicio que lleva varios encuentros y que, tal como el ejercicio del análisis del 2023, hay partes que hago sola y otras con mi equipo. Hay años más simples porque simplemente mejoramos lo que ya venimos haciendo, y otros, como el 2024 para mí, en el que quiero desarrollar toda una línea nueva lo cuál lleva muchas más idas y venidas! ¡Se viene un 2024 súper power para Vale Laco I.E.F con muchísimas novedades! ¡Estén atentas!
Bueno, vamos chicas por ese diseño del 2024 de sus negocios. Lleva tiempo pero les aseguro que una vez que lo hacen les da muchísima claridad y enfoque para todo el año sabiendo perfectamente a qué decirle que sí y a qué no porque ustedes tienen claros sus objetivos. Ya saben que si quieren que las ayude en el proceso me escriben y lo coordinamos. ¡Hasta la próxima columna!
“Si desarrollar tu Inteligencia Emocional Financiera te es COHERENTE, ¡VALE!”
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