Con los fines de articular en un Frente Único a las clases campesinas, trabajadoras y medias, para construir una democracia social, desarrollo económico y humano, y vencer la pobreza y la desigualdad postulados de su ideología y doctrina propias forjados sin intervención extranjera.
1.Para esa marcha con Haya se venció el militarismo, dictaduras, oligarquías, feudalismo plutocrático. Las ideologías marxistas leninistas de partidos y gobiernos de Perú, América Latina, Europa … logró a su vez certezas de la potencialidad democrática, de esa épica, para encarar los capitalistas privados y los capitalismos de Estado. Todo capitalismo responde a su apetito egoísta de ganancia y llega hasta el aislamiento cultural.
El avance de la Constitución de 1979 y el Consenso al cambio social no fueron pues ejercicio político intelectual sino respondieron a la realidad histórica
2.- Tras la partida a la eternidad, en 1979,
de su egregio fundador Haya de la Torre.
PUDO EL PAP EN LOS POSTERIORES CUARENTA AÑOS CONTINUAR CON OTROS AVANCES QUE LO FORTALECIERON COMO LA CONSTANTE DE LA EMOCIONALIDAD POLÍTICA Y LA IDENTIFICACIÓN IDEOLÓGICA.
Este año de 2021 de honda y múltiple crisis del país, es imperativo rescatar fortalezas apristas.
AQUÍ NUESTRA AUTOCRÍTICA.
3- El PAP debió y debe impulsar o ahondar las reformas previstas de la educación, agraria, descentralización y regionalización, obras de infraestructura social y productiva, institucionalidad, derechos de ciudadanía política, laboral, libertad sindical, ambiental, libertades democráticas, derechos humanos, con la Constitución de 1979 que se proyectaba al siglo XXI, de su propia doctrina e ideología, que son fundamentales.
O de la economía social de mercado, el Estado productivo, como factor desarrollo frente al Estado mínimo del neoliberalismo y frente al estatismo, que ahora la realidad obliga a tener en cuenta.
4.- Para eso debió y debe fortalecer el Frente Único, y renovar estrategias de consecuencia con el Consenso de la Asamblea Constituyente de 1978, que suscribieron figuras sobresalientes de derechas y de izquierdas, incomparables con sus actuales
personalidades.
5. Así continuar el vencedor impulso de Haya de la Torre a la educación política y la capacitación, de los coloquios, la escuela de dirigentes, el parlamento universitario, que se actualizaban con los avances de las ciencias, la tecnología, la cibernética y las realizaciones de sus veloces proyecciones con participación de destacados intelectuales, que daba enorme apoyo a nuestro activismo.
Fundamental a su participación en los conflictos sociales y laborales, conforme al paradigma de los principios de Frente Único que logró la Jornada de las 8 horas y de las Universidades Populares González Prada; leyes, convenios colectivos, pactos políticos, el respeto a las libertades democráticas, venciendo tanto la superexplotación como gobiernos y dictaduras que la permitían, y el activismo de los métodos del “clasismo” y “de agudizar las contradicciones”
6.- Asumir estrategias que aseguren la representación democrática y funcional de la ciudadanía fundada en las categorías del trabajo, una gran fortaleza aprista, tanto en la estructura del Partido como en los órganos de origen electivo del Estado.
El 99% de los representantes del aprismo al Congreso de la República, y gobiernos locales, eran elegidos por propios compañeros de sus asambleas funcionales del magisterio, del campesinado, mineros y metalúrgicos, de petroleros, de textiles, construcción civil, portuarios, empleados particulares, trabajadores estatales, de las micro y pequeñas empresas, médicos abogados ingenieros, toda la gama de profesionales y técnicos … que incluye a los autoempleados e informales. No se daba la crisis de representación que hoy padece la democracia. El Partido como un todo o Frente Único lograba -y debe – elegirlos.
7.- Así como abrir mayores debates ideológicos, para aclarar dudas en particular sobre los rumbos de la integración y el nacionalismo económico y social de los pueblos de América Latina, que hoy reconocen personalidades, foros políticos y científicos.
En vida de Haya el cotejo de su ideología y doctrina, en un mundo cambiante, resultó buena práctica que no hicimos bien.
El Frente Único está simbolizado por su extenso y glorioso martirologio de manuales e intelectuales. Por la vida ejemplar de Haya de la Torre, de sus mártires y de sus líderes históricos, que son paradigmas de conducta y de vida de nosotros, los apristas.
El APRISTA ES AUTOCRÍTICO COMBATIVO Y CONSTRUCTIVO