En medio de la incertidumbre política que nos rodea, Georgia brinda un rayo de esperanza. Con más de 1.4 millones de votos tempranos, la participación ciudadana ha roto marcas anteriores. Este movimiento es un testimonio del compromiso de la gente con la democracia, la justicia y la moral.
Mientras tanto, Donald Trump ha vuelto a generar polémica con sus comentarios vulgares y ataques a la VP Kamala Harris. Su estilo de liderazgo ha generado una polarización sin precedentes, y su influencia en los seguidores es tan profunda que muchos lo ven como una figura de culto, ignorando sus acciones criminales.
La situación es alarmante. Trump ha amenazado que cuando esté de nuevo en el poder, quitará licencias a medios de comunicación críticos, mencionando NBC, CBS y ABC y periódicos como el New York Times por informar en su contra. Ha expresado su intención de perseguir y castigar a sus opositores utilizando la Guardia Nacional y aún el ejército.
La negación del derecho al aborto y la petición de algunos pastores cristianos de la ejecución pública de mujeres que denuncien “falsamente violaciones“ son solo algunos ejemplos de cómo se están erosionando los derechos humanos en Estados Unidos. Insisten en relegar a las mujeres a un segundo plano, negando su derecho al aborto, el cual es fundamental para la realización de otros derechos humanos, como la autonomía personal, la intimidad, la igualdad, la salud, y el derecho a no sufrir violencia.
Estamos en un momento crucial en la historia de Estados Unidos, y esta elección es la más importante desde su nacimiento como nación libre. La democracia y la libertad están en juego, y es fundamental que todos los que creemos en estos valores salgamos a votar y convoquemos a nuestros familiares, amigos y vecinos a hacer lo mismo. Que no olviden que Trump ha demostrado una tendencia a ignorar las instituciones democráticas y promover un liderazgo autoritario.
Su discurso, monótono, absurdo, lleno de odio y falsedades ha intensificado la división en la sociedad estadounidense, poniendo en riesgo la unión social.
No podemos permitir que la corriente de mentiras y desinformación nos lleve a perder los valores que se han defendido por más de dos siglos.
Debemos tomar una posición activa, informarnos y convencer a los demás de la importancia de este momento. La historia nos observa, y nuestra acción o inacción, definirá el curso del futuro.
Estamos a dos semanas para actuar y decir, ¡ahora o nunca! ¡Vota por la democracia, por la verdad y la libertad!