Amigos de LA VISIÓN, los mejores parabienes en este 2024 de su amigo, Rubén D. Arvizu, compartiéndoles unas reflexiones sobre el Año Nuevo, la primera página en blanco de un libro de 365 páginas. Festejemos los finales, porque son la antesala de los nuevos comienzos. Escribe en tu corazón que cada día es el mejor día del año. La magia de un nuevo comienzo es realmente la más poderosa de todas.
¿Qué escribirás en este nuevo libro? ¿un nuevo capítulo, un nuevo verso o la misma historia de siempre? Básicamente, depende mucho de nosotros. A mí, me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado. Lo importante del Año Nuevo no es que tengamos un año nuevo, es que deberíamos tener un nuevo espíritu. Nunca es demasiado tarde para ser lo que uno podría haber sido. Consideremos la vida como un cambio, a veces doloroso, a veces hermoso, pero, la mayoría de las veces son ambas cosas.
Lo que el nuevo año te traiga es algo que dependerá, en gran parte, de lo que tú le aportes a él. No subestimes el poder que tienes para orientar tu vida en una nueva dirección. Si este año comienzas a cometer errores, es bueno que así sea, porque indicará que estás haciendo cosas nuevas, probando cosas distintas, aprendiendo, viviendo, esforzándote, cambiándote a ti mismo y cambiando tu mundo. Estás haciendo cosas que nunca habías hecho antes, y lo que es más importante, estás haciendo algo. El nuevo año está ante nosotros, como una bella melodía, esperando a ser compuesta. Nunca se es demasiado viejo para proponerse otra meta o soñar un nuevo sueño. Cada día es un nuevo comienzo, la oportunidad de hacer con él lo que debe realizarse y no ser visto simplemente como otro día al que sólo vemos pasar. Cada momento es un nuevo principio. El día de Año Nuevo es el cumpleaños de todos nosotros.