El pasado martes 6 de febrero, el presidente Joe Biden pronunció ante el Congreso su mensaje del Estado de la Nación. Fue claro, directo y preciso al hablar de la imperiosa necesidad de seguir trabajando juntos, refiriéndose a las leyes que ya se aprobaron en forma bipartidista.
Detalló sus logros económicos, que son muchos, y expuso, en forma muy inteligente, al grupo de republicanos que insisten en que hay que acabar con el Seguro Social y Medicare. Los republicanos replicaron a gritos al presidente cuando éste dijo que algunos miembros del GOP de la Cámara de Representantes habían propuesto reducir la financiación de los programas. Mientras una parvada de ellos vociferaba insultos y abucheos, el presidente dio una brillante demostración de su “colmillo político” diciendo «Muy bien amigos, como aparentemente todos estamos de acuerdo, la Seguridad Social y Medicare están al margen de los recortes.” dijo con firmeza el presidente.
«Si alguien intenta recortar la Seguridad Social, cosa que aparentemente nadie va a hacer, lo detendré. Lo vetaré, aparentemente no va a ser un problema.” terminó diciendo Biden con una sonrisa.
Ante eso el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy no tuvo más remedio que levantarse para aplaudir lo que motivó que la mayoría de sus colegas lo imitaran acallando a los vociferantes, como la patética Marjorie Taylor Greene, que dio de nuevo una muestra de su ignorancia y carencia total de civismo. En otra área de apoyo bipartidista, Biden pidió reformas en las empresas de medios sociales, con un enfoque en la privacidad de los datos, la seguridad de los niños y la competencia en los mercados digitales. «Por fin debemos hacer que las empresas de medios sociales rindan cuentas, por el experimento que están realizando con los niños para su propio beneficio”, dijo Biden. «Es hora de aprobar una legislación bipartidista para impedir que las grandes tecnológicas recopilen datos personales de nuestros niños y adolescentes en Internet.», recalcó el presidente ante la ovación de los legisladores de ambos lados, incluido McCarthy.
Biden destacó el crecimiento del empleo en Estados Unidos, con un desempleo casi récord para los trabajadores hispanos y afroamericanos, su programa de infraestructuras, los recortes en los precios de los medicamentos para las personas de la tercera edad y el auge de la fabricación nacional, al tiempo que polemizó con los republicanos sobre el aumento de los impuestos a los multimillonarios y el apoyo a la reforma migratoria. Abordó la situación de la guerra en Ucrania, la dependencia del petróleo y la competencia estratégica de Estados Unidos con China. A continuación, pidió al Congreso que apruebe una ley para dar a los estadounidenses un mejor acceso a la educación preescolar. «Si queremos tener una mano de obra mejor preparada, acabemos el trabajo dando acceso a la educación preescolar a los niños de 3 y 4 años», dijo, y añadió: «Demos a los profesores de las escuelas públicas un aumento de sueldo»
La pandemia de covid-19 se mencionó ampliamente en el discurso de Biden, demostrando los progresos que Estados Unidos ha realizado contra el virus y cómo han cambiado las prioridades de la administración y del público. «Aunque el virus no ha desaparecido, gracias a la resistencia del pueblo estadounidense y al ingenio de la medicina, hemos roto el cerco del covid sobre nosotros.», apuntó el presidente, recordando con emoción a los más de un millón de ciudadanos, incluido el personal médico, que han fallecido a causa de la pandemia.
Sólo aquellos cegados por un partidismo malsano, una división antidemocrática y la ignorancia por la verdad pueden dejar de reconocer que, frente a desafíos increíbles, Joe Biden ha demostrado una enorme capacidad de estadista y una mano firme al timón de la nación estadounidense.