El ataque a la democracia y los derechos ciudadanos aumenta en forma exponencial en nuestro país. El presidente Biden pronunció el pasado viernes, en Valley Forge, Filadelfia, un vibrante discurso en el que delineó con claridad cuál es la situación que vive la nación en este año de elecciones generales. No dudó en describir con todas sus letras al expresidente Trump. Ese mismo día, Trump hizo campaña en Iowa en el tercer aniversario de la revuelta del 6 de enero en el Capitolio desmintiendo el suceso y calificándolo como «patriótico y pacífico» y atacando después al fiscal Jack Smith, que presentó cargos contra él. En una entrevista el 5 de diciembre con Sean Hannity de Fox News, Trump dijo que él será un dictador, al menos el primer día de su gobierno, después cerrará la frontera y se comenzará a perforar buscando petróleo por todos lados.
Biden destacó la retórica de Trump que incluye frases dichas antes por Adolfo Hitler, cuando comparó a sus oponentes políticos con «alimañas», y sugirió que representan una «amenaza desde dentro, que es más peligrosa que las amenazas desde más allá de nuestras fronteras.” En un discurso pronunciado en Berlín en enero de 1941, Hitler dijo: “Nuestra amenaza viene de dentro. Pero ya podemos ver cómo nuestros pueblos reconocerán un día al mayor enemigo interior» Ambos, son temas aprovechados para fomentar movimientos populistas. Cuando se deshumaniza a un oponente, se le despoja de sus derechos constitucionales para participar, con seguridad y libertad, en una democracia porque se afirma que no es humano. Eso es lo que hacen los dictadores.
Sobre los inmigrantes, Trump ha dicho «Están envenenando la sangre de nuestro país. Son lo peor, y esa gente está llegando con enfermedades.” «Es la sangre de nuestro país; lo que están haciendo es destruir nuestro país», escribió Hitler en su autobiografía «Mein Kampf»- “Mi Lucha”, “el peligro está en que la sangre alemana sea envenenada por los judíos” y advirtió que eso, “pone en peligro a una nación.”
El presidente Biden condenó a los extremistas de MAGA, los acusó de «semi fascistas», y agregó: “Hoy estamos aquí para responder a la más importante de las preguntas. ¿Sigue siendo la democracia la causa sagrada de Estados Unidos? Esto no es retórico, académico o hipotético. La cuestión más urgente de nuestro tiempo es, si la democracia sigue siendo la causa sagrada de Estados Unidos. De eso tratan las elecciones de 2024. La campaña de Donald Trump es sobre él. No de Estados Unidos, ni de ti. Su campaña está obsesionada con el pasado, no en el futuro. Está dispuesto a sacrificar nuestra democracia para llegar al poder. Una vez más, asegura que, si pierde, no respetará los resultados de las elecciones.” Y terminó diciendo el presidente Biden, “El sigue sin entender la verdad básica y es que no puedes amar a tu país, sólo cuando ganas»
Cuando escuchamos ataques en contra del presidente Biden sobre que «es demasiado viejo», tenemos que destacar lo que ha sido capaz de hacer con la sabiduría que le ha dado su edad y experiencia; valores que por muchas generaciones han sido apreciados y respetados en las familias latinas.
Veamos algunos de sus grandes logros: aprobar un proyecto de ley bipartidista de infraestructuras con una mayoría de votó que ningún presidente ha sido capaz de lograr desde la época del presidente Dwight Eisenhower en 1955. Hacer frente al COVID, una pandemia mundial, a una crisis económica global. Hacer frente a la mayor guerra en Europa desde 1945, ante la invasión de Ucrania del dictador Putin, y fortaleciendo, unificando como nunca a las naciones europeas. La Ley de Reducción de la Inflación ha logrado atajar la inflación reduciendo el déficit federal, fomentando la producción de más bienes en Estados Unidos y limitando el precio de muchos medicamentos esenciales como la Insulina, así como la reducción de los precios de la gasolina.
Estas son las elecciones en las que vamos a decidir si esta es la última votación en un país democrático. El destino de los Estados Unidos y de ese “Gran experimento de la democracia”, como lo llamaron los Padres Fundadores de esta nación, dependerá de lo que hagamos, o dejemos de hacer, en noviembre.