Al celebrar el 4 de julio, los latinos pueden enorgullecerse de que un par de nobles hispanos y sus tropas compuestas por mexicanos, cubanos, portorriqueños, dominicanos, venezolanos y de otras regiones donde gobernaba España en lo que ahora es Latinoamérica, fueron fundamentales para ayudar al ejército de George Washington a ganar la independencia de Gran Bretaña en la guerra de la Revolución Americana.
Fueron los españoles Juan de Miralles Trailhon y el general Bernardo de Gálvez, y sus enormes contribuciones a la causa libertaria los cuales fueron reconocidos ampliamente por el mismo George Washington.
Dichas contribuciones iban desde la aportación de millones de dólares – 30 billones al valor actual, el 90 por ciento de armas y suministros, así como miles de soldados y marinos que lucharon y murieron junto a los colonos rebeldes, además de la recopilación de información sobre el ejército y las estrategias británicas que fueron de vital importancia para Washington y sus generales.
A más de dos siglos después de la creación de la nueva nación, la historia que se enseña en las escuelas de Estados Unidos ha tenido una forma sistemática de soslayar las contribuciones hechas por los latinos,
En su libro “Hermanos de armas: La independencia norteamericana y los hombres de Francia y España que la salvaron” .(Brothers at Arms: American Independence and the Men of France and Spain Who Saved It), el escritor e historiador Larrie D. Ferreiro, ganador con su obra del Premio al Libro del Año 2016 del Journal of the American Revolution y elPulitzer de Historia en 2017, asegura: “El mito de la creación de Estados Unidos, que pasó de ser una colonia para convertirse en nación, luchando una guerra y obteniendo la independencia por sí solos, nunca fue correcto ni es un buen argumento”
Juan de Miralles era amigo de Washington y conocía bien a los líderes de la nueva nación. Durante una visita al campamento de Washington en Morristown, Nueva Jersey, cayó enfermo con una terrible fiebre y murió el 28 de abril de 1780. Un sacerdote católico español le administró la extremaunción y fue velado por Washington, otros funcionarios y miembros del Congreso Continental.
Gálvez fue un líder militar y administrador de la colonia española que sirvió como gobernador de Luisiana y Cuba, y más tarde como virrey de la Nueva España.
Fue en Pensacola, donde Gálvez dirigió a más de 3.000 hombres y 32 acorazados y ganó su batalla más decisiva contra los británicos.
La victoria del General Gálvez en la batalla de Pensacola no sólo eliminó la amenaza británica a los recién nacidos Estados Unidos sino que privó a los británicos de tropas que podrían haber enviado para luchar contra los rebeldes en la batalla final de la guerra en Yorktown en 1781.
Como parte del Aniversario del Bicentenario de EE.UU., en 1976 se erigió una estatua ecuestre de bronce de Gálvez en Washington, D.C. para conmemorar su servicio y dedicación a la causa patriota.
El 28 de febrero de 2015 en el prestigioso museo T.T. Wentworth, Jr. Florida State Museum, el congresista Jeff Miller presentó un retrato de Gálvez, obra de Nina Fritz, que es ya parte permanente en el museo, situado cerca del lugar de la batalla en el centro de Pensacola. El 8 de mayo ha sido proclamado «Día de Gálvez» en Pensacola.
En 2014 Jeff Miller tomó la palabra en la Cámara de Representantes para pedir la aprobación de la Resolución Conjunta 105 de la Cámara de Representantes, por la que se concedía a Gálvez la ciudadanía estadounidense.
El 16 de diciembre de 2014, el presidente Barak Obama otorgó a Bernardo de Gálvez la ciudadanía honoraria del Congreso de los Estados Unidos y fue reconocido como héroe de la Revolución Americana. Citando los servicios prestados a la República durante la gesta libertaria, Obama expresó la permanente gratitud de la nación por un hombre que «Arriesgó su vida por la libertad de los Estados Unidos.” Es un reconocimiento extraordinario, concedido a extranjeros que han prestado grandes servicios a los Estados Unidos de América. Tan sólo se ha otorgado la ciudadanía honoraria a ocho personas, entre ellas dos héroes de la Guerra de la Independencia: el marqués de Lafayette y el general Casimir Pulaski. Los otros integrantes de ese selecto grupo son el ex primer ministro británico Winston Churchill, el humanista Raoul Wallenberg, la Madre Teresa y William y Hanna Penn, fundadores de la colonia de Pennsylvania. Sin embargo, a pesar de estos homenajes, muy pocos estadounidenses, salvo los que viven en las ciudades que llevan su nombre, Galveston, Texas, y Gálvez, Luisiana- conocen a Bernardo Gálvez y sus numerosos logros.
Aquí, hacemos una reflexión, si este héroe que fue reconocido oficialmente por George Washington y el Congreso de Estados Unidos por su ayuda durante la Revolución Americana es casi desconocido por la mayoría de los estadounidenses, ¿qué se puede esperar de los miles de latinos que dieron su vida en esa guerra?, ¿alguna vez se levantará un monumento a su memoria?
El mejor homenaje a todos ellos, es continuar honrando ese legado que nos han dejado a todos los latinos nacidos en este país o llegados como emigrantes: Defender el gran experimento de la Democracia de los Padres Fundadores.
Esto será tema de otro artículo que relatará algunas de las grandes hazañas de latinos en las Fuerzas Armadas de EE.UU.durante las guerras del Siglo XX y el XXI.
Happy 4th of July!
Rubén D. Arvizu es escritor y ambientalista. Sus artículos se publican en muchos medios en español y bilingües en Estados Unidos y América Latina, así como Europa. Es Presidente del estudio de doblaje Arvintel Media Productions, Director General para América Latina de la organización de Jean-Michel Cousteau Ocean Futures Society www.oceanfutures.org , Director para América Latina de la Nuclear Age Peace Foundation www.wagingpeace.org y miembro de Writers Guild of America y Screen Actors Guild (SAG) Pueden enviar sus comentarios a rumzky@mac.com