La administración Biden anunció que los migrantes venezolanos, que residen en los Estados Unidos al 8 de marzo o antes, se les otorgará el Estatus de Protección Temporal (TPS siglas en inglés) durante 18 meses, lo que les permitirá vivir legalmente, trabajar y pagar impuestos en los Estados Unidos. Los beneficiarios de este tipo de programas reciben protección contra deportaciones y, además, el permiso de trabajo temporal. Venezuela se une, así, al listado de diez países designados bajo el TPS: Yemen, Somalia, El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua, Sudán, Sudán del Sur y Siria.
Esta medida tiene varias lecturas políticas importantes; la primera, de política interna, porque es el cumplimiento de un compromiso de campaña para impulsar la ayuda humanitaria a los venezolanos mientras se mantienen las sanciones al país. No son pocos los venezolanos que viven en Estados Unidos que están diciendo: “Lo que no hizo Trump por los venezolanos en los EE. UU. en 4 años, lo acaba de hacer Biden al aprobar el TPS en pocas semanas.
La segunda de política exterior. Como es de todos conocido Venezuela se encuentra en medio de una crisis socioeconómica y política que ha provocado que casi más de 6 millones de venezolanos abandonen el país, incluidos los 500.000 venezolanos que actualmente viven en Estados Unidos. «Las condiciones de vida en Venezuela revelan un país en caos, incapaz de proteger a sus propios ciudadanos», señalo Alejandro Mayorkas, secretario del Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU.
Si la crisis venezolana continúa durante los próximos años, puede fortalecer la influencia política de los venezolanos en Florida. Asunto nada desdeñable en una futura elección.
Por otro lado, esta decisión, además se enmarca en lo que se ha dado en llamar la nueva estrategia de Estados Unidos con respecto a Venezuela, que consiste en llenar el vacío que dejo el expresidente Trump de una estrategia coherente hacia Venezuela, lo cual hizo a Maduro más fuerte. El TPS es una primera señal de cambio, así como también, su interés en coordinar la estrategia de sanciones con los aliados en Europa y América Latina.
El detallazo de señalar que “No hay prisa por levantar las sanciones”, indica que se continuara la presión, pero de una forma coordinada con otros actores importantes de la comunidad internacional, visto que las sanciones unilaterales no han funcionado para conseguir que se convoquen elecciones libres y justas.
Desde esta columna, le expreso, sr. Presidente Biden mi mas profundo agradecimiento por tan importante decisión que saca del sufrimiento a miles de venezolanos que decidieron trasladar sus expectativas de vida hacia este país.