Frase que será difícil de sacar de la cabeza de los futuros aspirantes a ingresar a Estados Unidos. Es probable que este viaje también sea recordado por las críticas y polémicas que generó el «No vengan».
La vicepresidenta de Estados Unidos realizo su primera gira oficial a Latinoamérica visitando Guatemala y México. Los principales temas de la agenda fueron la inmigración y la lucha contra la corrupción. Esta gira se produce en medio de los esfuerzos del Gobierno de Joe Biden por mitigar la crisis migratoria que ha llegado a niveles récords.
La frase mencionada no cayó bien en los defensores de los inmigrantes tanto del partido demócrata como el republicano, una prueba del difícil equilibrio que se requiere para el manejo del tema migratorio. Entre los señalamientos que se le hacen, vale la pena mencionar el de la representante demócrata Alexandria Ocasio-Cortez, «EE.UU. pasó décadas contribuyendo al cambio de regímenes totalitarios y a la estabilidad en América Latina. No podemos incendiar la casa de alguien y luego culparlos por huir».
La estrategia planteada está dirigida a atacar las principales causas de la migración forzada desde Centroamérica hacia Estados Unidos, en esa línea el presidente Biden prometió destinar US$4.000 millones en cuatro años para atacar problemas que a su entender causan la emigración centroamericana, como la corrupción, la violencia y la falta de oportunidades.
En Guatemala la vicepresidenta firmó un acuerdo para destinar US$48 millonesde dólaresen apoyo a viviendas asequibles, la agroindustria y emprendedores de ese país. También anunció la creación de un grupo de trabajo con el apoyo de EE.UU., en donde los departamentos del tesoro, justicia y estado de Estados Unidos tendrán el rol principal en la formación de capacidades y en la prevención del tráfico de migrantes y la trata de personas en la región.
En México, luego de reunirse con el presidente López Obrador, la vicepresidente Harris anunció que EE.UU. destinará US$130 millones de dólares a la reforma laboral en ese país para mejorar las protecciones a obreros. Nada mal, pero tengo la sensación de que esa ayuda se enfoca en mejorar el cumplimiento de México a las exigencias del capítulo laboral del TLCAN, que México no cumple a cabalidad.
Al cerrar su gira por Guatemala y México, Kamala Harris hizo un balance positivo de su primera salida al exterior como vicepresidenta de Estados Unidos. En mi opinión, se han cumplido las expectativas creadas, modestas, pero cumplidas, sin embargo, hay acciones que no se han mencionado, como por ejemplo la decisión, a instancias del gobierno norteamericano, de importantes empresas transnacionales de Estados Unidos de invertir en Centroamérica, entre otras tales; Microsoft, Nespresso y MasterCard. Eso no es poca cosa, además de ser la herramienta más importante, en cualquier parte del mundo para combatir la migración ilegal.
No puedo señalar que el viaje de la vicepresidente haya concluido sin grandes novedades en la política de EE.UU. hacia sus vecinos del sur. No obstante, faltan 4 componentes fundamentales: la seguridad, la educación de la ciudadanía, la creación de un clima de negocios que atraiga la inversión extranjera productiva y la incorporación de Honduras y Salvador, cuyos gobiernos no mantienen buenas relaciones con la nueva administración de Estados Unidos.