En el panorama electoral de Estados Unidos, el voto latino ha emergido como un factor importante que puede influir en el resultado de las elecciones presidenciales. Según el censo de 2020, más de 60 millones de personas se identifican como latinas, lo que representa aproximadamente el 19% de la población total del país. Este crecimiento en la población latina ha transformado no solo la dinámica política, sino también las prioridades de los candidatos.
Históricamente, los latinos han enfrentado barreras significativas para ejercer su derecho al voto, desde la desinformación hasta la dificultad de acceso a las urnas. Factores como la falta de información sobre el proceso electoral y la dificultad para acceder a los lugares de votación han limitado la participación. Sin embargo, en los últimos años, ha aumentado la movilización de esta comunidad; organizaciones y líderes comunitarios latinos han trabajado para fomentar la participación electoral, destacando la importancia del voto como una herramienta para el cambio.
Este esfuerzo ha contribuido a que sus planteamientos sobre temas que les afectan, no solo a sus comunidades, sino a la sociedad en general, tengan una fuerte recepción.
El año 2024 se perfila como un momento crítico para el voto latino, no solo por el número de electores potenciales, sino también por la diversidad de opiniones y experiencias que esta población representa. El voto latino no se concentra, exclusivamente, en estados tradicionalmente demócratas. En estados clave como Texas, Florida y Arizona, los votantes latinos podrían inclinar la balanza en favor de uno u otro partido.
Esta realidad ha llevado a los candidatos a repensar sus estrategias, adaptando sus mensajes y políticas para resonar con las preocupaciones de esta población.
Los temas que más preocupan a la comunidad latina incluyen la inmigración, la economía, la atención médica y la educación. La inmigración sigue siendo el tema principal, especialmente en un clima político donde la retórica polarizadora en torno a las políticas de frontera ha generado ansiedad en muchas familias latinas. Muchos latinos están preocupados por la reforma migratoria y el estatus de los inmigrantes indocumentados, así como por las políticas que afectan a sus familias y comunidades. La posibilidad de obtener un camino hacia la legalización es una cuestión crucial para muchos votantes.
En el ámbito educativo, la calidad y el acceso a la educación son fundamentales. Los latinos abogan por recursos equitativos en escuelas, programas de educación bilingüe y acceso a oportunidades universitarias. La pandemia de COVID-19 exacerbó las desigualdades existentes, haciendo que estos temas sean aún más urgentes.
La atención médica también es una preocupación importante, especialmente en el contexto de la pandemia de COVID-19. Muchos latinos carecen de seguro médico y enfrentan barreras significativas para acceder a servicios de salud. La falta de atención adecuada ha llevado a un aumento en la mortalidad y morbilidad en esta comunidad, lo que a su vez ha elevado el interés en el proceso electoral. Los votantes latinos buscan candidatos que se ocupen estas cuestiones de salud pública y que ofrezcan soluciones viables.
La economía y el empleo son otros aspectos prioritarios. Muchos latinos se enfrentan a desafíos económicos, como la inseguridad laboral y la disparidad salarial. La búsqueda de empleos bien remunerados y la protección de los derechos laborales son temas que impactan profundamente en esta comunidad. Las políticas económicas que promuevan la justicia económica y la equidad son cruciales para ganar el apoyo de los votantes latinos.
Además, la lucha contra la discriminación y la injusticia racial es un tema relevante que ha cobrado fuerza en los últimos años. Muchos latinos están comprometidos con el movimiento por la equidad y la justicia, abogando por el fin de la violencia policial y el racismo sistémico. La representación de latinos en las boletas electorales podría influir en la motivación para votar, ver candidatos latinos en posiciones de liderazgo puede incentivar a más personas a participar en el proceso electoral.
Los latinos en Estados Unidos se concentran principalmente en ciertos estados, como California, Texas, Florida, Nueva York, Illinois, Arizona, Nuevo México y Nevada. En California, aproximadamente 15.6 millones de latinos representan alrededor del 39% de la población del estado. En Texas, hay alrededor de 11.5 millones de latinos, constituyendo un porcentaje similar. Florida cuenta con 5.6 millones de latinos, lo que representa cerca del 26% de la población.
En las elecciones de 2020, aproximadamente el 50% de los votantes latinos eligieron a Joe Biden, lo que representó una disminución respecto al 65% que votó por Hillary Clinton en 2016. Este cambio puede ser sorprendente, considerando que Biden era el candidato demócrata y se esperaba que mantuviera o aumentara el apoyo latino. Por otro lado, un 30% de los latinos votó por Donald Trump, lo que mostró un incremento significativo en su apoyo en comparación con el 2016, cuando solo el 28% eligió a Trump. Este aumento sugiere un cambio en la percepción del Partido Republicano dentro de la comunidad latina, que puede deberse a varios factores, incluida la retórica de Trump sobre la economía y el auge del socialismo, como se ha visto en la experiencia de países como Cuba, Venezuela, Nicaragua y Bolivia.
De acuerdo con el Pew Research Center, los latinos representan casi una quinta parte de la población estadounidense, con aproximadamente 36.2 millones habilitados para votar en las elecciones de 2024. Este grupo, siendo uno de los que más rápido ha crecido, representa el 14.7% de todos los elegibles, lo que indica su influencia en el área electoral. Sin embargo, es importante destacar que, aunque muchos latinos viven en estados que no son clave para esta elección, como California y Texas, otros estados son muy importantes por los votos electorales que pueden aportar.
A escasas semanas de las elecciones presidenciales, las miradas están puestas en los denominados «swing states» o estados péndulo, que pueden definir la elección. En estos estados, el voto latino podría tener un peso crucial. Se trata de Arizona, Nevada, Míchigan, Carolina del Norte, Pensilvania, Wisconsin y Georgia, que suman 53 millones de personas clave en una población total de 354 millones. Ambos candidatos saben que cada voto cuenta cuando las encuestas los mantienen técnicamente empatados.
Estos estados no se inclinan claramente hacia uno u otro partido, a diferencia de otros estados que se consideran favorables a los demócratas o a los republicanos. Como no importa quién gane la mayoría de los votos en todo el país, lo único que cuenta es el resultado en cada estado, donde el candidato más votado gana todos sus electores. En Georgia, que tiene 16 votos electorales, la suerte depende de 200,000 latinos, con un poder de sufragio capaz de escoger presidente o senador. Un 22% de los latinos en Georgia votan por primera vez. En Arizona, donde hay 1.3 millones de votantes latinos, este grupo representa el 25% de los electores del estado y aporta 11 votos electorales. El crecimiento de la población hispana ha favorecido al Partido Demócrata en un estado tradicionalmente republicano.
Nevada, que tiene seis votos electorales, votó por los demócratas en 2020. Los latinos constituyen el 22% de los votos del estado. Biden ganó por una diferencia ajustada en 2020, lo que resalta la importancia de esta comunidad. En Carolina del Norte, hay 1.1 millones de latinos, representando el 11% de la población del estado, y se calcula que 440,500 están habilitados para votar. Pensilvania tiene 20 votos electorales y más de 615,000 latinos electores. En 2016, Trump ganó por 0.72%, mientras que, en 2020, Biden lo ganó por 1.17%, gracias a un alto apoyo latino. En este estado, en declive industrial, los obreros tienden a dar la espalda a los demócratas. Pero Kamala Harris cuenta con el apoyo de los sindicatos y grandes proyectos de infraestructura.
Cabe preguntarse ¿cuán determinante será la decisión de los votantes hispanos el próximo 5 de noviembre de 2024?. En Estados Unidos, el presidente no es elegido directamente por el voto popular, sino a través del colegio electoral. En este contexto, los estados péndulo juegan un papel crucial, ya que no tienen una inclinación clara hacia un partido determinado. Dos de estos estados cuentan con un porcentaje significativo de población latina, lo que podría ser decisivo en una elección cerrada.
Norberto Barreto, doctor en Historia de Estados Unidos y docente en la Universidad Católica de América en Washington, considera que el peso del voto latino no solo radica en su número, sino en su distribución geográfica. “En esos estados hay dos en los que los latinos pueden ser cruciales, que son Nevada y Arizona. En Nevada, la población latina es del 22% y en Arizona es del 25%. En esos lugares se concentran las campañas, sobre todo en las últimas semanas, en los estados péndulo y, obviamente, donde los latinos pueden jugar un papel decisivo”.
A medida que se acercan las elecciones, la movilización de votantes jóvenes y un aumento en la concientización sobre la importancia del voto latino podrían marcar la diferencia. Las consultoras como Pew Research y Gallup coinciden en que los temas relevantes, como la reforma migratoria y el acceso a la atención médica, serán determinantes para captar el voto latino.
Históricamente, muchos latinos han apoyado a los candidatos demócratas, especialmente en temas como la reforma migratoria y el acceso a la salud. Sin embargo, el apoyo hacia Trump ha mostrado un aumento en algunas comunidades latinas, especialmente en Florida y Texas. A medida que se acercan las elecciones, la lucha por el apoyo de esta población se intensificará. Cabe preguntarse si, en un año en el que el número de electores latinos podría alcanzar cifras históricas, ¿cuán determinante será la decisión de los votantes hispanos el próximo 5 de noviembre de 2024?.
Surge otra pregunta: ¿A qué candidato favorecerá el voto latino? Es muy difícil de responder, ya que la decisión sobre a qué candidato apoyar, ya sea Kamala Harris o Donald Trump, dependerá de varios factores, entre otros, las preocupaciones específicas de la comunidad latina, la retórica de los candidatos, sus políticas y la situación social y económica en el momento de la elección.
El camino hacia la Casa Blanca, cada vez con mayor intensidad, también pasa por el voto latino, y esa es una realidad. A medida que se acercan las elecciones, será fundamental ver qué candidato logrará identificarse con las preocupaciones de la comunidad latina.