El año que inicia, 2022, se conmemora el Centenario de la muerte de Ricardo Flores Magón, asesinado en la prisión de Leavenworth en Kansas un 21 de noviembre de 1922. Estaba preso por oponerse a la guerra que había emprendido Estados Unidos.
Él es ejemplo de periodismo veraz, comenzó en 1893, su carrera como redactor en el periódico El Demócrata de Joaquín Clausell desde entonces fue uno de quienes con valentía dicen la verdad a pesar de la censura y la represión. Y es que, en el porfiriato para lograr el completo dominio, censuraban la información para mantener a la gente en la ignorancia. El dictador Díaz necesitaba controlar a la prensa. Patrocinó publicaciones oficialistas como “El Imparcial” que distorsionaba la verdad a gusto de Don Porfirio y era subvencionado para venderse a mitad de costo. Otros periódicos “El Universal” y “El Heraldo” desinforman al público para agradar al “Llorón de Icamole” como le decían a Porfirio por su tendencia a terminar llorando todos sus mal hilvanados discursos.
En cambio, a los periódicos que informaban verazmente los reprimió a sangre y fuego. A pesar de todas las persecuciones proseguían su lucha enfrentando obstáculos “El Diario del Hogar”, “El Monitor Republicano”, “El Hijo del Ahuizote”- que al ser clausurado reapareció como el nieto, el bisnieto y luego el tataranieto del Ahuizote, y desde luego el periódico “Regeneración” de los hermanos Flores Magón. Publicaciones que mantuvieron siempre en jaque al régimen porfirista, puesto que nada tiene más fuerza que la verdad, que siempre termina por imponerse.
Los periodistas de aquella época estaban en un dilema, sólo tenían dos opciones, PAN o PALO, o se vendían por unos mendrugos de pan, como hicieron grandes inteligencias de ese tiempo, o eran sistemáticamente reprimidos, encarcelados y despojados de sus medios de expresión. Díaz creyó que iba a controlar a todos los intelectuales pero se equivocó, hubo un grupo que se unió a las causas populares y con su acción y sus publicaciones encendieron la chispa libertaria.
Ricardo Flores Magón fue hijo de una familia de tradiciones patrióticas y liberales, vivían entre los indígenas mazatecos, su padre Teodoro Flores combatió contra la invasión estadounidense, luchó en la guerra de Reforma contra los conservadores y participó en las batallas contra la invasión francesa. Su niñez transcurrió hasta los ocho años en el estado de Oaxaca, conviviendo con los pueblos originarios de la Sierra Mazateca.
Ricardo, desde los 18 años se inició en la lucha, en 1892 participó en los movimientos estudiantiles en contra de la tercera reelección de Porfirio Díaz, fue encarcelado y al salir de prisión colaboró como periodista en el periódico de oposición El Demócrata.
En 1900 había editado Regeneración, que fue clausurado cuatro veces en 1901 en 1904 y 1906 y siempre remprendía su publicación, el último período fue de 1910 a 1918. Porfirio Díaz decretó que ningún periódico o escrito de los Flores Magón podría ser publicado en México, so pena de severos castigos a los impresores que lo hicieran y el decomiso de la imprenta. Entre 1902 y 1908 Ricardo se vio obligado a escribir bajo los seudónimos de Escorpión, Netzahualpilli y Anakreón. Sufrió innumerables encarcelamientos en México y en Estados Unidos. Se le persiguió por informar como actualmente se castiga a Julián Assange.
En 1901, asiste al Primer Congreso de Clubes Liberales en la ciudad de San Luis Potosí, en el que denunció la dictadura de Días. Por lo que Regeneración es suprimido y Flores Magón encarcelado una vez más.
Al salir otra vez de prisión en enero de 1903 vuelven a publicar El hijo de El Ahuizote, junto a su hermano Enrique, en la publicación José Guadalupe Posada realizaba caricaturas muy críticas contra la Dictadura Porfirista. El 5 de febrero, aniversario de la Constitución de 1857 en el balcón de las oficinas colocan un gran crespón negro y una pancarta con la leyenda «La Constitución ha muerto…» Lo que causó gran escándalo.
La Constitución había muerto, el período porfirista canceló y suprimió los avances logrados por Juárez a la cabeza del pueblo. Díaz llegó al poder luego de levantarse en armas contra el legítimo gobierno de Benito Juárez en 1871, cuando en su Plan de la Noria, levantó la bandera de la “no reelección” y se mantuvo alzado hasta la muerte del Benemérito de las Américas, luego se acogió a la amnistía del Presidente Sebastián Lerdo de Tejada para posteriormente en 1876 da un golpe de Estado – antes de la elección – y así asaltó el poder.
Su dictadura protegió los intereses de terratenientes e inversionistas extranjeros, en particular norteamericanos, quienes antes habían encontrado múltiples obstáculos en los gobiernos de Juárez y Lerdo, que impulsan un proyecto de desarrollo del mercado nacional y tenían grandes reservas para dar concesiones a capitalistas foráneos. Es sabido que Lerdo se opuso a ampliar la red de ferrocarril hacia Estados Unidos con la consigna “entre la fuerza y la debilidad, el desierto” Lerdo solo había autorizado la construcción del ferrocarril México-Veracruz en 1873 al capital inglés.
Porfirio Díaz construyó 19 mil kilómetros de ferrocarril, pero no para comunicar internamente al país y promover el desarrollo nacional, regional y local, sino para comunicar con Estados Unidos, con una especia de “popote” que facilitaba la extracción de nuestros recursos e inundar nuestro mercado con productos del vecino. El comercio exterior quedó dominado por EU. Con el cuartelazo porfirista aumentó el comercio entre EU y México que de 1877 a 1911 se multiplicó por siete. Las exportaciones a Eu que en 1872 con Juárez ocupaban el 32% del total, en 1890 ya ocupaban el 75 por ciento. En 1877 el 26% de las importaciones venían de EU, para 1890 ya abarcaban el 56 por ciento.
El capital extranjero tomó control de la economía nacional. El petróleo en un 100%, la minería 98%, agricultura 95%, industria 86%, electricidad 89%, banca 78.5%, ferrocarriles 53%. La minería que explotaba oro, plata, plomo, zinc y hierro; y la agricultura, estaban predominantemente controladas por el capital estadounidense, así como las inversiones ferrocarrileras; los franceses tenían intereses en la banca, la industria y el comercio interno; los británicos en el petróleo, bienes raíces y la minería; los alemanes invirtieron en la industria hidroeléctrica y cervecera. Los bancos extranjeros, como el Banco Nacional de México de capital francés, el Banco de Londres y México de capital inglés y francés y el Banco Internacional Hipotecario de capital norteamericano, controlaban en 1895 más de las dos terceras partes del capital social.
Mientras que la naciente clase obrera y los peones en las haciendas eran explotados cruelmente de 12 a 16 horas diarias, a cambio de unos centavos. Era costumbre que al trabajador les pagan con vales para la tienda de raya de la empresa donde les vendían los productos de 25 a 75 por ciento más caros. A los obreros se les masacraba cuando se rebelaron y realizaban movilizaciones y huelgas como sucedió en Cananea y Río Blanco y a los pueblos originarios les arrebataron las tierras como sucedió con los pueblos yaqui, mayo, maya, al pueblo indígena de Tomóchic. El ejército federal realizó crueles matanzas. Incluso se reclutaba a personas y se les esclavizaba, como sucedió en Valle Nacional. Todos estos crímenes eran denunciadas por Ricardo Flores Magón y sus compañeros, mientras que la oligarquía incondicional de Díaz le rendía culto, lo llamaban “El héroe del 2 de abril”, la total abyección se muestra claramente cuando en un discurso emitido en un banquete para celebrar su última reelección el Director de la Facultad de Derecho Pablo Macedo le dijo: “Con usted, Señor Presidente, iremos hasta la ignominia.
Pero la resistencia crecía en todos los frentes y el Periódico Regeneración informaba, concientizaba y llamaba a la acción. Ricardo no se quedó en la denuncia y la crítica, promovió la organización, el 1º de julio de 1906 impulsa la fundación del Partido Liberal Mexicano, junto con Juan Sarabia, Antonio I. Villarreal, Librado Rivera, Manuel Sarabia, Rosalío Bustamante y Enrique Flores Magón. Promulgando la no reelección, exigiendo la jornada de 8 horas y un salario mínimo suficiente, el descanso dominical y el reparto de tierras a los campesinos Apoyó la organización obrera y huelgas que fueron violentamente reprimidas como la de la minera sonorense de cobre Cananea en 1906, y en Veracruz la huelga de Río Blanco en 1907. Flores Magón, promovió la reglamentación del trabajo doméstico, la abolición de la pena de muerte, la educación primaria y la educación obligatoria hasta los 14 años, así como el pago de buenos sueldos a los maestros, exigía que los extranjeros que adquiriesen bienes inmuebles se nacionalizaran mexicanos para que solo los ciudadanos mexicanos pueden poseer propiedades en México, llamó a robustecer los municipios, a defender derechos de los indígenas. Fue pionero en el reconocimiento de derechos y en la lucha antiimperialista.
En 1918 es encarcelado en los Estados Unidos, el 6 de diciembre de 2020, el Departamento de Justicia le propuso a Ricardo Flores Magón liberarlo con la condición de que firmara una petición de perdón y arrepentimiento de sus ideales a lo que él se negó rotundamente. Al presidente de Estados Unidos Warren Gamaliel Harding se les acusó de conspiración contra Flores Magón; pues evitó que saliera de prisión a pesar de un gran movimiento internacional de trabajadores exigiendo su liberación. Su estado de salud era tan delicado que no atenderlo equivalía a dejarlo morir con los brazos cruzados. Murió la madrugada del 21 de noviembre de 1922. Enrique Flores Magón su hermano denunció que había sido un asesinato y Librado Rivera, este último dijo haber visto el cadáver con marcas de estrangulamiento, y acusó a los guardias del penal de perpetrar el acto. Es claro que el gobierno de EU o lo mató o lo dejó morir conscientemente. Su muerte causo conmoción e indignación internacional y una ola de protestas. En un cartón político publicado en The New York Call al día siguiente se dibuja al procurador general de EU Hary M. Daugherty y a la muerte dándose un apretón de manos sobre el cadáver de Ricardo Flores Magón.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador ha declarado 2022 Año de Ricardo Flores Magón, precursor de la Revolución Mexicana.