Por Pablo Moctezuma Barragán y Juan de la Torre
El calentamiento global es grave en nuestro país y en el mundo, los últimos cinco años fueron los más calurosos registrados desde 1850. La tasa reciente de aumento del nivel del mar casi se ha triplicado en comparación con 1901-1971, por lo que es imprescindible que las emisiones netas mundiales de CO2, de origen humano, se reduzcan.
Es una de las causas de la falta de agua. La crisis hídrica en México, en la Ciudad de México y en algunas de las principales urbes y comunidades de todo el país, es tal, que 12 millones de personas carecen de agua potable y la sobreexplotación de los acuíferos ha aumentado un 15 por ciento en la última década; mientras siete empresas nacionales y extranjeras tienen el 70 por ciento de las concesiones para el manejo del agua en el país. Por eso aumentan los reclamos ciudadanos por una nueva Ley General de Aguas, que debió haberse aprobado en 2013. Los problemas de distribución, abastecimiento y saneamiento persisten en comunidades gentrificadas, populares y de la periferia de las ciudades y de todo el mundo rural.
¡Aguas con el agua! El modelo de desarrollo capitalista rapaz ha atentado contra el bien más preciado de la humanidad, del cual depende la subsistencia misma: el agua, que vale más que el oro. Actualmente se intensifica la crisis debido a la combinación de la intensidad de la falta de humedad dentro de la atmósfera, la alta temperatura que se incrementa mucho, el exceso de automóviles y el aumento disparado de metano y bióxido de carbono. Aumentan las olas de calor y se combinan severas sequías con terribles inundaciones, tornados, tormentas de nieve, incendios, todo esto ya ha llegado al límite y causa devastación en la población, la flora, la fauna, los bosques y los corales (Juan de la Torre).
Particularmente en el neoliberalismo se combinan estos elementos de extinción desde hace décadas y más aún en los recientes 30 o 40 años, la globalización y el modelo económico actual anula las formas de vida que nos rodean, y este es un problema mundial, por ejemplo, actualmente en Siberia picas el hielo y sale metano, proliferan los océanos que emiten burbujas de metano. El metano ya está en la naturaleza y la tierra lo condensa de manera natural, por ejemplo, si remueves un pantano, sale metano, pero con la temperatura y la presión, su volumen puede crecer peligrosamente hasta 120 veces, y esto desde luego puede producir incendios, que es otro fenómeno cada vez más frecuente. Y precisamente el metano causa incendios, el CO2 es normal en la naturaleza, pero en exceso provoca serios problemas; el volumen enorme que consumimos de oxígeno lo volvemos CO2 y no lo regeneramos, esto lleva a que disminuya la capa de atmósfera a 14 mil y 20 mil metros, se llena de hoyos y su adelgazamiento genera que pasen rayos ultravioletas que calientan más y son cancerígenos (Juan de la Torre).
Las emisiones de gases tóxicos del transporte militar y comercial generan un aumento del efecto invernadero. Esto se calcula con base en la huella de carbono, un concepto basado en la evaluación de desechos de un proceso determinado. El dióxido de carbono disperso en las capas de hielo se vuelve obscuro y por lo tanto se calienta más y ahorita hay temperaturas inusitadas en los casquetes polares. ¿Se cerró el hoyo de ozono? Dicen que sí, pero puede ser un argumento pseudo científico del capital financiero, y su alta política que consiste en distraer a los científicos pagados que discuten sin fin para distraer, presentan soluciones falsas y evitan acciones contra sus intereses. (Juan de la Torre). Esconden por ejemplo que el más grande contaminador el aparato militar y las incesantes guerras que provocan son el Pentágono y sus políticas belicistas los que más contaminan.
La contaminación que generan las corporaciones de todo tipo es tan grave que 2 mil millones de personas terriblemente empobrecidas, que viven junto a un río o un acuífero contaminado, frecuentemente por tóxicos, no tienen acceso garantizado al líquido potable, y 4 mil millones no lo tienen al saneamiento básico como lo señaló Pedro Arrojo Agudo, relator especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento. Señaló que hay dos grandes desafíos para tener acceso: la recuperación de la ingeniería natural que funciona bien con energía solar y una gobernanza democrática del líquido.
En México, en nuestra vida cotidiana, estamos sufriendo cada vez más de las sequías, enfrentando periodos prolongados de tiempo seco causado por la falta de lluvia, lo que naturalmente produce escasez de agua, líquido vital. México vive este mismo año la segunda sequía más severa que ha ocurrido en los últimos 12 años, ya que de la cantidad total de agua anual que recibe por lluvias el territorio nacional, sólo 27.4 por ciento escurre por medio de ríos y arroyos, además de que se recargan los acuíferos, para luego ser aprovechada para el consumo humano, señaló Humberto Marengo Mogollón, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Las lluvias se presentan en verano, la precipitación total anual es variable: en la región seca es de 600 mm y en la parte templada húmeda (Ajusco) es de 1 200 mm anuales. El avance de la mancha urbana ha puesto en peligro a todos los ecosistemas que existieron en el Valle de México. Estadísticamente, los estados del país que más padecen son: Durango, Chihuahua y Coahuila; en segundo orden: Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes y Guanajuato.
Claramente podemos encontrar que existen motivos de discriminación, algunas personas resultan especialmente desfavorecidas en lo que respecta al acceso al agua por el género, etnia, religión, condición de nacimiento, idioma, nacionalidad, discapacidad, entre otras, particularmente afectada es la población trabajadora.
Existe la sobreexplotación, ya que la extracción es mayor a la recarga, debido a la demanda creciente y a la reducción de zonas de captación. Se estima que por cada hectárea que se urbaniza la recarga se ve reducida en promedio en 2.5 millones de litros de agua al año. Actualmente, el abastecimiento de agua potable a la Ciudad de México es de 31.2 m3/s, que se obtienen de la siguiente forma: 9 m3/s se extraen del sistema Cutzamala (Michoacán); 2.1 m3/s, del sistema de pozos en Barrientos (Estado de México); 0.6 m3/s, de la Caldera (Estado de México); 4 m3/s del Río Lerma (Estado de México); 0.9 m3/s del sistema Chiconautla (Estado de México), y 14.6 m3/s de los manantiales y pozos ubicados en la Ciudad de México. Hay sobreexplotación, ya que la extracción es mayor a la recarga, debido a la demanda creciente y a la reducción de zonas de captación. Se estima que por cada hectárea que se urbaniza, la recarga se ve reducida en promedio en 2.5 millones de litros de agua al año.
Es importante que toda la población cuente con agua potable y de buena calidad en sus hogares para dejar de consumir agua embotellada que conduce a millonarias ganancias a las corporaciones que venden dicha agua, procurar captación de agua de lluvia construir terrazas y pequeñas represas para retener el agua y aumentar su infiltración al subsuelo, rescatar lagos y ríos contaminados.
Las cerveceras, lecheras, refresqueras, mineras y las inmobiliarias son parte del grupo denominados “los millonarios del agua” pues explotan millones de metros cúbicos de agua al año y forman parte de este 1% que explota alrededor de 1/5 parte del agua en México, este grupo privilegiado cuenta con grandes concesiones de agua y algunos se encuentran en lugares donde no abunda el líquido, que son zonas desérticas como Monterrey y se tiene que extraer de los mantos acuíferos lo que provoca la sobreexplotación de éstos.
Los campesinos necesitan agua suficiente para alcanzar la soberanía alimentaria, actualmente 27 millones de personas sufren hambre en México, importamos el 40% de los alimentos que consumimos, cada vez importamos más maíz, el año pasado llegamos a 18 millones de toneladas. Es necesario financiar apoyo a cooperativas y pequeños y medianos agricultores, para la producción, transporte y comercialización.
El poder legislativo tendría que haber emitido una nueva Ley General de Aguas y es la fecha que no la aprueban, por lo que aumenta la organización y la movilización para arrancar ese derecho indispensable.
¿Qué propone la Iniciativa Ciudadana de Ley General de Aguas que impulsa la Coordinadora Nacional Agua para Todos y Todas?
La Propuesta Ciudadana de Ley General de Aguas reconoce el agua como un bien común de la nación, proveniente de la naturaleza, a ser manejada sin fines de lucro. Se propone:
1. Comprometernos con una Agenda Nacional: agua para ecosistemas, agua para tod@s, agua para soberanía alimentaria; fin a la contaminación, a la destrucción de cuencas y acuíferos y a la vulnerabilidad a inundaciones y sequías por mal manejo.
2. Construir instancias de participación comunitaria y ciudadana desde la microcuenca hasta el nivel nacional, para consensuar Planes Rectores vinculantes para cumplir con la Agenda Nacional cuenca por cuenca.
3. Establecer la Contraloría Social del Agua, instancia ciudadana auto-organizada a nivel municipal, de cuenca y nacional, para evaluar el desempeño de autoridades cuyas acciones u omisiones vulneren los derechos asociados con el agua, y, en caso necesario, recomendar la revocación de su mandato.
4. Reconocer y restaurar los derechos a las fuentes históricas del agua de los pueblos originarios.
5. Desmontar el sistema de concesiones que ha resultado en la privatización, acaparamiento y sobreexplotación del agua. Los Consejos Ciudadanos determinarían los volúmenes a dedicar al uso personal y para la alimentación sana, respetando los límites de las cuencas y los acuíferos, y determinarían los volúmenes disponibles, las prioridades y los condicionantes de acceso para usos no prioritarios. No se permitiría el uso de aguas nacionales para la minería tóxica, la fracturación hidráulica (“fracking”), ni para usos que implicaría su contaminación con sustancias peligrosas.
6. Poner los Sistemas de Agua Potable y Saneamiento en manos públicas y comunitarias, sin fines de lucro, con mecanismos para garantizar su administración eficaz y transparente. Tendrían que consensuar y ejecutar Planes Municipales para garantizar el acceso equitativo a agua de calidad, así como bebederos y baños dignos de libre acceso.
7. Reorganizar el uso agrícola del agua y la infraestructura para riego. Comités de ejidatarios y comuneros, pequeños agricultores, consumidores, y asesores técnicos consensuaron planes cuenca por cuenca para poner fin a la contaminación y el desperdicio del agua y energía en este sector, y priorizar la producción de alimentos sanos para el consumo local y nacional.
8. Establecer un Fondo Nacional para el Derecho Humano al Agua y Saneamiento, para el financiamiento directo de proyectos auto-gestionados por parte de comunidades sin acceso a agua o saneamiento, priorizando el equipamiento de escuelas públicas.
9. Garantizar presupuesto para el agua de por lo menos 0.7% PIB, para ejecutar los Planes Rectores y Municipales, y garantizar sistemas de monitoreo y vigilancia hídrica, públicos y ciudadanos.
10. Toda obra hidráulica tendría que contar con un Dictamen demostrando que implicaría menos costos y más beneficios socio hídrico ambientales a lo largo de su vida útil. No se permitiría la concesión (privatización) de obras hidráulicas.
11. Prohibir la autorización de grandes proyectos de urbanización en cuencas que sufran de estrés hídrico (hundimientos, grietas, agua fósil, inundaciones, zonas sin acceso al agua, aguas residuales sin tratamiento y reúso).
12. Requerir un Dictamen de Impacto Socio Hídrico adicional al Manifiesto de Impacto Ambiental, a ser elaborado por especialistas avalados por el Consejo Ciudadano de Cuenca, y contando con el consentimiento libre, previo e informado de los habitantes, asegurando que el proyecto no pondría en riesgo los derechos asociados con el agua.
Coordinadora Nacional Agua para Todos y Todas informa que su Iniciativa de Ley General de Aguas fue presentada en la Cámara de Diputados el 12 febrero, y cuenta con las firmas de 20 diputados de 4 partidos, y en el Senado el 23 febrero, en donde cuenta con las firmas de 22 Senadores de 3 partidos. No ha habido aprobación de ninguna ley. Más aún, el movimiento se prepara para luchar en el mediano y largo plazo. Plantean que “aún si la Conagua logra imponer su ley de aguas, seguiremos con nuestra campaña de firmas, y con la construcción de las instancias, planes y contraloría social que proponemos, hasta lograr la ley de aguas que México necesita”.