«Repite una mentira con suficiente frecuencia y se convierte en verdad», es un principio de propaganda atribuida al nazi Joseph Goebbels y que entre los psicólogos se conoce como el efecto de la ilusión de verdad. Hay también un proverbio judío que dice “las verdades a medias equivalen a mentiras completas”.
Siguen siendo desconcertantes las diferentes visiones e interpretaciones de la realidad del país que hacen los especialistas, y la que describe Andrés Manuel López Obrador en su tercer informe oficial de gobierno. Los “otros datos” de AMLO dan versiones diferentes de las condiciones sociales, políticas y económicas de México y, además, minimiza los problemas del país. Vivimos en AMLOLandia.
En su mensaje de 55:39 minutos realizó 98 referencias a hechos realizados por su gobierno, dio 81 cifras, hizo 22 críticas al pasado y expresó 18 alabanzas.
En las cinco mil 674 palabras, dijo 17 veces la palabra nuevo, 12 veces mejor, 15 bien o bienestar, 14 veces la palabra ahora, 11 veces corrupción, 8 veces récord, 8 veces pobres, 7 veces cumplir o derivaciones, 6 veces compromiso, 6 moral, 5 veces la palabra transformación y 5 neoliberal. En resumen, el 86 por ciento de los calificativos fueron positivos para su gestión y el 14 por ciento de ataque a los neoliberales del pasado.
En el informe, los especialistas señalan que no proporciona el contexto completo lo cual refleja una visión distinta y parcial del tema que no es tan alentadora como él cree que es. Por ejemplo, en la referencia al crecimiento de la economía, dice que será del 6 por ciento, pero omite señalar que México viene de una caída del 8.2 por ciento en 2020, una de las peores del mundo.
En el tiempo que lleva su gobierno, señaló que se redujeron los homicidios .5 por ciento, pero no dijo que agosto cerró con 2 mil 414 homicidios, 78 diarios, una de las cifras más altas de la última década.
Expresó que las remesas crecieron 18 por ciento y que son esencia de la estrategia oficial contra la crisis, pero omitió que las remesas reflejan falta de empleos suficientes y, además, su crecimiento se debe a los apoyos millonarios del gobierno de Estados Unidos para los paisanos.
Dijo que los medicamentos se seguirán entregando en forma gratuita pero no explicó que de 390 millones de piezas compradas por el gobierno apenas se han entregado el 20 por ciento.
En cuanto a la corrupción, reiteró que ya no se tolera la corrupción ni se permite la impunidad y que, además, se tipificó como delito grave, sin embargo, no hay una sola sentencia condenatoria contra funcionarios o redes de corrupción gubernamental.
Entre los logros comentó que creció la inversión extranjera pero la realidad, según los expertos, es que solamente hay promesas de crecimiento en 2.6 por ciento, es decir, todavía no se concretan, y que la realidad es que ha bajado la inversión pública y privada.
Aunque los empresarios reconocen la estabilidad macroeconómica pese a la epidemia del COVID-19 afirman que el gran faltante sigue siendo inversión que combata el desempleo y los problemas sociales, el apoyo a las pequeñas y medianas empresas y que se complete el programa nacional de vacunación. “Hemos perdido oportunidades al por mayor, no hemos podido movilizar la inversión que es la variable más importante que provoca el crecimiento”, señaló el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CEE), Carlos Salazar Lomelín tras el Tercer Informe de Gobierno.
AMLO no señala nada de esto.
Según él, los únicos pendientes que tiene, de sus 100 compromisos al inicio de su gestión, son esclarecer lo que pasó con los jóvenes de Ayotzinapa y descentralizar el gobierno federal. Sin embargo, le faltó hablar de los contratos de asignación directa, de los recortes monetarios a los estados y municipios, del manejo de la pandemia que nos ubica entre los peores países del mundo, de distraer al ejército para otras cosas y del crecimiento del empleo informal. Así mismo, de los 90 mil homicidios dolosos que incluyen feminicidios, de los mil 700 niños con cáncer muertos, las casi 90 mil personas desaparecidas y no localizadas, de la refinería Deer Park recién comprada y que perdió en 2020 360 millones de dólares y de las constantes protestas de maestros entre otros temas que tienen explicación pendiente.
Pero así con todo, según diversas encuestas, el 57 por ciento de las personas cree que el país necesitaría, de cara a las elecciones del 2024, un candidato que dé continuidad a los programas de AMLO; y el 58 por ciento cree que las cosas no están tan mal con él. Quizás su discurso social y de supuesta generosidad, o su perfil de héroe luchador incansable, casi mártir, de mostrarse incomprendido, por su lucha de caudillo contra los conservadores, es lo que le ha ganado el aprecio de la gente más allá de sus programas asistenciales.
Él sigue atacando a todos y utilizando ironías. Sigue polarizando al país. “Pero no he terminado, lo que acabo de decir es como para decir a los tecnócratas neoliberales: “tengan para que aprendan”, expresó.
Mentiras y verdades a medias. México la tiene difícil con una realidad distorsionada, sin una verdadera oposición y con un presidente que se resiste a escuchar opiniones expertas y reconocer la otra visión del país.