Es difícil creer en alguien o en algo cuando se advierte falta de transparencia en la relación o cuando hay verdades a medias, cuando las respuestas parecieran claras, pero son negadas por los protagonistas principales. La credibilidad se otorga a alguien en base a hechos, la confianza vincula a las personas y permite actuar colaborativamente. Las dos van juntas.
Lamentablemente en México no creemos en ninguna acción del gobierno de AMLO, a todo le vemos un segundo significado, y es que como dice el refrán mexicano, “la burra no era arisca, a palos la hicieron”.
Hay un doble discurso en todos los temas, pero hablemos de dos: justicia-impunidad y el bienestar de la población, los pobres primero. Ambos, rodeados de acontecimientos que generan falta de credibilidad y confianza hacia el gobierno de la 4T.
La liberación de Salvador Cienfuegos fue producto de acuerdos políticos y así lo confirmaron las autoridades de ambos países. La jueza del tribunal de Brooklyn desestimó el caso por instrucciones de “los más altos federales” (sic) entre ellos el Fiscal General de Estados Unidos, quien señaló que fue una negociación política.
El mismo Estados Unidos divulgó que pasó años investigando a Cienfuegos quien fuera acusado de corrupción por proteger a cárteles mexicanos, y de conspirar para distribuir heroína, cocaína, metanfetaminas y mariguana. Investigación que no se compartió a México. El fiscal interino para el Distrito Este de Nueva York señaló que el caso es sólido, pero lo que prevalece es el interés por una relación armoniosa con México y la seguridad de que la investigación se realizara acá.
AMLO asegura que los hechos hablarán, con apego a la legalidad y sin influyentísimo. “Así como no debe de haber impunidad, también no podemos aceptar que se fabriquen delitos. La autoridad competente lo tendrá que aclarar” señaló el presidente.
“Para México no existe escenario de impunidad. Sería muy costoso para México haber optado por tener esa conversación con Estados Unidos. Lograr que se desestime por primera vez en la historia los cargos contra un ex Secretario de la Defensa, que sea retornado a México y luego no hacer nada sería casi suicida. Para eso mejor no decimos nada. Que se quede allá. ¿Qué defiende México? Un principio”, señaló Marcelo Ebrard.
Usted, ¿les cree?
Para Juan Pueblo está claro que el gobierno de México forzó la liberación de cargos contra Cienfuegos. Por información en otros medios, se dice que fue el ejército mexicano quien presionó a AMLO y a Ebrard para conseguir la liberación y para eso, amenazaron a las autoridades estadounidenses sobre la posible expulsión de México de los agentes federales anti drogas del país vecino.
Testimonios de judiciales jubilados y narcos en prisión señalan que los grupos narcotraficantes no funcionan sin la complicidad del cuerpo policial y político.
No es creíble que EU valore más la relación y cooperación con base en la confianza, por encima de la persecución penal, en un tema estratégico, que afecta a ese país.
Es inevitable pensar la posibilidad de que la liberación esté relacionada con la visita de AMLO para respaldar la campaña electoral de TRUMP, o con el no reconocimiento a BIDEN como presidente electo. La pregunta es, ¿por qué cedió TRUMP? es claro que nunca ha querido a México y que si accedió fue por algo a cambio que a él le convenía, porque confianza nunca la ha tenido.
Justicia politizada en México, y en EU todavía bajo el mando de TRUMP, razones de Estado que ahora sí funcionan.
México está inmerso en un juego de traiciones y falsedades. Es difícil creer en cambios positivos y trabajar colaborativamente cuando hay muchos otros interrogantes, si no, ¿cómo interpreta la nula actuación de las autoridades en casos como el de Losoya, Pío López, Carlos Romero Deschamps, Yarrington, Moreira o Montiel? por citar unos cuantos de una larga lista prometida para hacer justicia por las evidencias de corrupción.
Y, en temas sensibles que afectan directamente a la población, ¿cómo evaluar la asistencia tardía para apoyar a las poblaciones inundadas en Tabasco y Chiapas que no tienen alimentos, ni ayuda sanitaria, ni agua para sobrevivir? ¿Cómo interpretar la risa que al director de la CFE le causa el reclamo de un gobernador en cuya entidad decenas de miles han perdido su vivienda y trasladan sus alimentos en lanchas?, ¿o las decisiones arbitrarias de aprobar un presupuesto federal sin escuchar a gobernadores inconformes porque no tendrán recursos suficientes para salir de la crisis?, ¿o la afectación a las organizaciones filantrópicas cuando ha crecido la población vulnerable y ahora más que nunca se requiere la ayuda que estas otorgan?, ¿y los padres que ruegan por medicamentos para el cáncer?
Y todavía el Presidente afirma, en la pasada Cumbre Virtual de Líderes y en todos los foros que puede, que vamos muy bien, ¿en qué vamos bien Señor Presidente?
México está enfermo de credibilidad, sus gobernantes se burlan del pueblo con mentiras y con actos sin compasión. Las muchas promesas no sirven, disminuyen la confianza y sin esta, no se avanza.