La baja participación de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo un desperdicio para el desarrollo económico de México. Aunque el enfoque de género se ha incorporado en las empresas lo cual ha abierto espacios de trabajo para las mujeres, todavía hay rezagos considerables en puestos, condiciones y sueldos para ellas.
No hay duda del talento femenino y su capacidad de trabajo. Lo que faltan son las condiciones y oportunidades para que haya más espacios de participación en condiciones de equidad. Las mujeres, todavía, se responsabilizan principalmente del cuidado del hogar, lo cual les resta tiempo para ejercer profesionalmente.
En 2022, el 45% en edad de trabajar participaron en el mercado laboral mexicano de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Este número se compara, según el Banco Mundial con datos del 2021 de 192 países, con el promedio mundial del 46% y con el 49% de América Latina.
El Instituto Mexicano para la Competitividad, IMCO, señala en su estudio del 2022 que, en México, 4 de cada 10 mujeres tienen un empleo o están en búsqueda de uno. Además, estimó que, en 2030, el PIB de México podría ser 15% mayor que el de 2020 si sumamos a 8.2 millones más de mujeres a la economía que están en condiciones de incorporarse al mercado laboral.
Otros datos de este estudio señalan que más de la mitad de las mujeres en la economía remunerada carece de prestaciones, servicios de salud y certidumbre jurídica. Así mismo, la participación de las mujeres disminuye conforme aumenta el nivel jerárquico en la organización. Mientras que su presencia alcanza el 36% de la plantilla laboral de las empresas listadas en las bolsas mexicanas de valores, se reduce a 21% en direcciones de áreas jurídicas, a 10% en direcciones de finanzas y a 4% en la dirección general.
En los consejos de administración de las 50 empresas más relevantes de México, únicamente el 12% de sus integrantes son mujeres. De acuerdo con el documento “Gobierno corporativo. Estudio anual de consejos de administración y mejores prácticas de gobierno corporativo en México” elaborado por World Talent Advisors, consultoría en talento ejecutivo, de un total de 605 consejeros, 530 son hombres y 75 mujeres. A nivel global, Francia y Noruega lideran los rankings de diversidad en consejos de administración con 44 y 40% de mujeres respectivamente. El promedio de la OCDE es de 28%.
En el país, una de cada cuatro mujeres ocupadas tiene un negocio, es decir 5.9 millones de mujeres trabajan por cuenta propia o son empleadoras. De ellas, ocho de cada 10 lo hacen en la informalidad.
En México, una mujer dedica 40 horas a la semana a tareas del hogar y de cuidados, lo que equivale a casi un trabajo de tiempo completo (de 48 horas semanales); en comparación, un hombre dedica casi 16 horas. Si el trabajo no remunerado fuera un sector económico, sería el más grande de México, al corresponder al 26 por ciento del PIB.
En el ámbito político, los números no son mejores. En México hay solo ocho mujeres gobernadoras de las 32 entidades (ya no contamos a Sheinbaum) y al tomar protesta en septiembre Delfina Gómez como gobernadora del Estado de México, tendremos 9 mujeres.
IMCO señala que en el gabinete federal el 44% son secretarias de Estado. Al interior de estas, el 49% de los puestos de enlace es ocupado por mujeres.
Otro problema que enfrentan en el ámbito laboral es la discriminación que se traduce en violencia de género y menos oportunidades para ascender o recibir un pago mejor o igual que sus pares hombres.
La minimización es muy frecuente en el discurso patriarcal. Como muestra, el presidente no se ha cansado de señalar que Xóchitl Gálvez, precandidata por el Frente Amplio por México, es producto de la decisión de hombres, dejando fuera del debate su trabajo y sus resultados.
Alcanzar la igualdad de género en el mercado laboral requiere de acciones desde todas las trincheras. Es más difícil, pero no imposible, cuando quienes toman las decisiones tienen mentalidad machista y la violencia se vive en todos los ámbitos. Hay mucho por hacer.
Leticia Treviño es académica con especialidad en educación, comunicación y temas sociales, leticiatrevino3@gmail.com