El fenómeno migratorio es complejo. Es un problema que entraña relaciones diplomáticas, derechos humanos y tratados internacionales, por citar algunos aspectos, pero que también refiere situaciones graves en los países de origen. Desde luego, afecta a las personas.
Es una preocupación global. Según Naciones Unidas, el país que recibió a más migrantes fue Estados Unidos con 51 millones, seguidos por Rusia, Alemania y Arabia.
El tema migratorio es prioritario en la agenda de Biden como Presidente de Estados Unidos. Su importancia es tal que, en su primera conferencia de prensa como presidente, el tema de la frontera con México tuvo predominancia.
En Estados Unidos las cifras en este rubro han crecido sin tener todavía una política totalmente definida para atender la problemática; y quizá lo que más duele son las noticias de los niños que viajan solos y que muchos de ellos se encuentran en los centros de detención en la frontera. Se calcula que hay más de 17 mil menores en dichos centros, más del 70% entre 16 y 17 años.
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), más de 5 mil migrantes son detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos cada día. En promedio, 500 de ellos son niños sin acompañantes.
También, hay alrededor de 70 mil migrantes que se inscribieron en los Protocolos de Protección al Migrante (PPM), conocido informalmente como el programa «Permanecer en México», desde que se puso en práctica en enero de 2019. Estados Unidos ha estado atendiendo gradualmente estos casos, que esperan la resolución de su solicitud de ingreso al país vecino.
Además, hay aproximadamente 11 millones de indocumentados que están en Estados Unidos en espera de la resolución de un proyecto de ley presentado al Congreso que les resuelva su estancia legal en el país.
Crisis migratoria creciente, y tiene como foco además de México, a Honduras, El Salvador y Guatemala, el llamado triángulo del norte de Centroamérica. Entre las causas para dejar el país de origen están las circunstancias de violencia, pobreza y falta de empleo. Esta temporada, según especialistas, es propicia para los viajes migrantes porque hay menos calor y por lo tanto menos probabilidad de morir en el desierto.
Por eso Biden busca una reforma migratoria con la ayuda de México. El gobierno de Estados Unidos prevé destinar hasta 4 mil millones de dólares para combatir las razones que hacen que las personas dejan sus países.
Por su parte AMLO insiste en su programa de Sembrando Vidas, propuesta de árboles por visas que fue recibida con cierta sorpresa cuando López Obrador la planteó en la pasada cumbre climática auspiciada por Washington en abril. Con una inversión de mil 200 millones de dólares, se están cultivando un millón de hectáreas de árboles frutales y maderables que brinda trabajo a 420 mil sembradores por una paga de 5 mil pesos mensuales. AMLO propone la ampliación de este programa a 4 millones de hectáreas, lo que significa la creación de un millón 600 mil empleos aproximadamente, con una inversión de 4 mil millones de dólares al año; asegura que esta estrategia se podría aplicar de igual manera en Honduras, El Salvador y Guatemala.
A través de su cuenta de Twitter, la primera vicepresidenta estadounidense compartió este mensaje después del diálogo virtual con AMLO: “Hoy hablé con el presidente López Obrador de México para agradecerle por su cooperación en cuanto a asuntos de migración. Espero trabajar con él para abordar las causas fundamentales de la migración mejorando las condiciones de las personas en la región, incluido el sur de México”, escribió Harris.
Por su parte AMLO escribió: “Platicamos con Kamala Harris, vicepresidenta de EE.UU. y encargada de atender el asunto migratorio en Centroamérica. Existe disposición de nuestra parte para sumar voluntades en el combate al tráfico de personas y protección de los derechos humanos, sobre todo de niñas y niños”.
Hay interés y disposición política para abordar un problema de profunda crisis humanitaria. El programa de Sembrando Vidas no logra resolver las causas por las que la gente decide salir de sus países.
El 7 de junio próximo vendrá Kamala Harris a México a tratar este y otros temas. Quizás AMLO deba dejar que los equipos trabajen sin él para que surjan propuestas diferentes, realmente innovadoras y sensibles que solucionen esta crisis migratoria.