Cuando hablamos de café, existe una gran controversia acerca de si nos hace bien o no. Y como ya sabemos que no podemos confiar en todo lo que la industria nos dice, vamos a analizar el café desde una perspectiva diferente. Para empezar, ¿de qué café estamos hablando? ¿De un café de una cadena de cafeterías donde el café tiene una serie de ingredientes añadidos como saborizantes, jarabes, leches con aditivos, hormonas, antibióticos y cantidades industriales de azúcar? ¿O quizás estamos hablando de un frasco del supermercado con café sabor «vainilla», o de la bolsa de café en grano entero que fue cultivado con pesticidas y modificado genéticamente? Creo que si estamos hablando de todas esas opciones, claro que podemos relacionar al café como el origen de muchas enfermedades. Pero si hablamos de un consumo “consciente” y moderado de un café real, orgánico, y servido con ingredientes adicionales reales, como una leche de almendras casera, un chorrito de extracto puro de vainilla o una cucharadita de panela, entonces, en ese caso, el café puede ofrecernos muchos beneficios.
Algo de lo que nadie habla, por ejemplo, en la industria cafetera es de las micotoxinas que pueden contener los granos de café. El mundo bebe alrededor de dos mil millones de tazas de café al día, y gran parte de ellas están contaminadas con toxinas de moho.
Una exposición continua a las micotoxinas puede desregular los sistemas inmunológico, nervioso y endocrino, lo que puede dar lugar a una variedad de síntomas como dolores de cabeza, fatiga, dolor generalizado, depresión, problemas cognitivos, erupciones cutáneas, aumento de peso e inflamación digestiva por la ingestión de esporas. Entonces, es muy importante que seleccionemos muy bien el café que tomamos a diario, porque podríamos estar intoxicándonos con moho sin darnos cuenta.
También existe mucha gente que tiene sensibilidad a la cafeína, o que sufre de diferentes condiciones de salud que no les permiten incluir una taza de café en su dieta diaria. Así que, para ti, que eres sensible al café, que no puedes tomarlo a diario en tu desayuno, o para ti, que amas el café, pero hoy no estás en modo cafecito, tal vez estés en una semana de detox, sigas la dieta AIP o simplemente quieras reducir tu consumo de cafeína, ¡esta receta es un sustituto de café perfecto! Los ingredientes suenan raros, pero créeme, son fáciles de encontrar en línea.
También puedes hacer varias tandas en un frasco y tener esta mezcla lista para usar.
Ingredientes:
- 1 cdta de raíz de diente de león
- 1 cdta de raíz de achicoria
- 2 cdas de cáscaras de cacao
- 1/2 cdta de canela en polvo
- 1 porción de hongos adaptógenos (o Ashwagandha para dormir mejor)
Instrucciones:
– Coloca todos los ingredientes en una taza (con un colador de té) y agrega agua hirviendo. Deja infusionar 5 minutos.
– Si deseas agregar algún endulzante, la miel pura de maple o panela combina perfectamente aquí.