Comer una papilla o pudín de quinua por la mañana puede ser increíblemente reconfortante, especialmente cuando la brisa del otoño empieza a asomarse.
Esta deliciosa receta de mi libro de cocina, está llena de proteína y es el reemplazo perfecto para la avena si deseas probar algo diferente.
Antes de descubrir el arte de crear postres, una receta que preparaba ocasionalmente era un divino arroz con leche. Se hacía con mucha leche condensada y evaporada y era extremadamente dulce. Se suponía que debía comerse en porciones pequeñas, ¡pero a mis hijas les encantaba y vaciaban una olla en cinco minutos!
Para recrear ese delicioso y cremoso postre, pero en una forma menos dulce y más saludable que es perfecta para el desayuno, cambié el arroz por la quinua (que proporciona mucha proteína) y lo cubrí con miel. ¡Simplemente glorioso! Probé esto con las chicas, y el veredicto fue claro: otra olla vacía.
Recuerda que el secreto para cocinar la quinua perfecta está en lavarla varias veces y remojarla, esto elimina la saponina quitándole el sabor amargo y activando sus nutrientes. ¡Planifica con anticipación, el remojo se hace durante la noche!
Ingredientes:
- ½ taza (95 gr) quinua
- 4 ramas gruesas de canela (mejor aún si es ceylon)
- 4 clavos de olor enteros
- 1½ cucharadas (17 g) de harina de plátano verde
- 1 taza (240 g) de leche de almendra
- Higos frescos, para servir
- Mantequilla de almendras, para servir
- Miel cruda sin filtrar y/o un trozo de panal, para servir
La noche anterior:
Enjuaga la quinua varias veces y colócala en un tazón. Llénalo con abundante agua y cúbrelo con un paño de cocina. Déjala en remojo toda la noche.
En la mañana:
Escurre y enjuaga la quinua. Colócala, agrega 2 tazas (480 g) de agua, la canela y los clavos en una cacerola mediana y llévala a ebullición a fuego medio. Cocina, sin tapar y sin revolver, hasta que la mayor parte del agua se haya evaporado, unos 9 a 10 minutos.
Mientras tanto:
En un tazón pequeño, combina la harina de plátano y ¼ de taza (60 g) de agua y mezcla hasta que se disuelva.
Retira las ramas de canela (y los clavos, si lo deseas) de la quinua, agrega la leche de almendras y lleva a ebullición a fuego medio. Reduce el fuego a medio-bajo y agrega la mezcla de harina de plátano, revolviendo constantemente hasta que espese, de 2 a 3 minutos. Continuará espesándose ligeramente mientras se enfría.
Sirve en tazones con higos frescos y mantequilla de almendras, y un chorrito de miel por encima, ¡Puedes agregar un pequeño trozo de pañal de abeja!