El arroz absorbe naturalmente arsénico del suelo. Pero hoy en día los niveles de arsénico inorgánico en la tierra son extremadamente altos gracias a la contribución del ser humano con la agricultura moderna y su enorme cantidad de pesticidas, la minería y la cantidad brutal de contaminantes que echamos a diario.
El arsénico puede causar muchas enfermedades crónicas, incluyendo el cáncer. Está relacionado con la disbiosis intestinal, obesidad, síndrome metabólico, diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad cardíaca crónica, cáncer y complicaciones maternas y fetales. Incluso se cree que tiene relación con los casos de trastorno por déficit neurológico (NDD) y trastorno del espectro autista (TEA) lo cual es muy alarmante.
La pregunta es: ¿cómo podemos consumir arroz minimizando su contenido de arsénico? La respuesta radica en elegir el arroz adecuado y la forma de cocinarlo y cuándo comerlo.
El arroz integral tiene más fibra, pero también contiene más arsénico. El arroz blanco, ya que se le ha eliminado la cáscara, el germen y el salvado, ha perdido fibra, pero también contenido de arsénico.
Así que, si llevas una dieta equilibrada y saludable, donde incluyes una buena cantidad de vegetales y frutas, semillas, nueces y demás, significa que consumes suficiente fibra, por lo que la fibra que te aportaría el arroz no marcaría una diferencia.
Cocinar y refrigerar el arroz durante al menos 24 horas crea almidón resistente que nuestro cuerpo no puede digerir completamente porque es resistente a las enzimas que lo descomponen, por lo que pasa intacto a través de nuestro intestino delgado actuando como alimento prebiótico para nuestras bacterias intestinales, esto significa que ayuda a aumentar las bacterias «buenas». Además, este almidón no se convierte en azúcar, lo que mejora la respuesta a la insulina y nos hace sentir más saciados.
Lavar, remojar y enjuagar el arroz antes de su cocción también ayuda a eliminar parte del arsénico. Y por supuesto, la idea de tener una dieta balanceada quiere decir que consumes una gran variedad de alimentos y eso implica no comer arroz a diario para darle espacio a otros acompañamientos, como papa, más verduras, quinua, camote, yuca, etc.
Así que mi opción si queremos comer arroz en casa, sería el blanco, cocido y enfriado por 24 horas.