En un mundo moderno donde el estrés es un disparador constante de enfermedades, los alimentos adaptógenos se convierten en un valioso aliado para restaurar el equilibrio en nuestro cuerpo.
Se cree que las sustancias adaptogénicas tienen la capacidad de normalizar las funciones corporales y fortalecer los sistemas afectados por el estrés. Esto significa que ayudan al cuerpo a adaptarse a diferentes situaciones, promoviendo el equilibrio interno, desinflamando, reforzando el sistema inmunológico, reduciendo el estrés, y restableciendo el equilibrio hormonal. Además, investigaciones científicas sugieren que también podrían tener efectos anticancerígenos, antivirales y antibacterianos.
La historia de los adaptógenos se remonta a miles de años y está profundamente conectada con las tradiciones de medicina herbal en muchas culturas. Aunque el término «adaptógeno» fue acuñado solo en el siglo XX por el científico ruso Nikolai Lazarev, las plantas con propiedades adaptogénicas han sido utilizadas durante siglos para promover la salud y la longevidad.
Medicina China
La medicina tradicional china (MTC) utiliza hierbas y prácticas naturales para equilibrar las energías del cuerpo y mantener la salud, enfocándose en el equilibrio entre el Yin y el Yang y la circulación adecuada del Qi. Los adaptógenos en la MTC, como el ginseng, reishi, cordyceps y astrágalo, ayudan a restaurar este equilibrio, fortalecer el Qi y adaptarse al estrés. Estas hierbas son conocidas por mejorar la energía, la resistencia, la inmunidad y la vitalidad, favoreciendo la salud integral y ayudando al cuerpo a lidiar con el estrés.
Medicina Ayurvédica
La medicina ayurvédica, originaria de la India, se basa en el equilibrio de las energías vitales o doshas (Vata, Pitta y Kapha) para mantener el bienestar físico, mental y espiritual. Aunque no se usa el término «adaptógeno», muchas hierbas tradicionales como la ashwagandha y el tulsi cumplen esta función, fortaleciendo el cuerpo y equilibrando la mente. Estas sustancias ayudan a reducir el estrés, mejorar la claridad mental y promover la regeneración, siendo un enfoque clave de la Ayurveda para mejorar la salud física y emocional.
Medicine Rusa
En la medicina ancestral rusa, los adaptógenos se han utilizado durante siglos para mejorar la resistencia al estrés y la fatiga. Aunque el estudio formal de estas plantas comenzó en la década de 1940, con investigaciones de científicos como Nikolai Lazarev sobre hierbas como el eleuterococo, la schisandra y la rhodiola, ya eran empleadas por las tribus siberianas para fortalecer el cuerpo y la mente en condiciones extremas. Estas hierbas se valoran por sus propiedades energizantes, anti-estrés, y su capacidad para combatir la fatiga y mejorar la función cognitiva.
Si te das cuenta, la medicina ancestral siempre ha visto al ser humano de forma holística, no solo somos cuerpo, somos cuerpo y mente y alma. Si no tenemos balance físico, químico, energético y emocional, enfermamos.
Aquí algunos de los adaptógenos más utilizados:
1. Hongos Adaptógenos
Reishi (Ganoderma lucidum): Fortalece el sistema inmunológico, posee propiedades antivirales, reduce la fatiga, mejora la calidad del sueño y combate el estrés.
Cordyceps (Cordyceps sinensis): Aumenta la energía y el rendimiento físico, tiene propiedades afrodisíacas, antioxidantes, y antienvejecimiento. Además, es un neuroprotector, inmunomodulador, anticancerígeno y hepatoprotector, y fortalece el sistema inmunológico.
Lion’s Mane (Hericium erinaceus): Mejora la salud cerebral al estimular la producción de nervios y promover la neuroplasticidad. Ayuda a mejorar la memoria, la concentración y la claridad mental. Además, posee propiedades antiinflamatorias y antioxidantes que protegen el cerebro de daños neuronales.
Chaga (Inonotus obliquus): Es un potente antioxidante, fortalece el sistema inmune, reduce la inflamación y combate el estrés. Las investigaciones sugieren que sus compuestos, especialmente los triterpenoides, tienen propiedades anticancerígenas. Estos compuestos han mostrado reducir la viabilidad de las células cancerosas en estudios in vitro, lo que implica que podrían ayudar a inhibir el crecimiento y la proliferación de las células tumorales.
2. Raíces Adaptógenas
Ginseng (Panax ginseng): Mejora la energía, la resistencia y el rendimiento físico y mental, mientras fortalece el sistema inmunológico. Sus compuestos, como los ginsenósidos, reducen la inflamación, protegen el cerebro y equilibran las grasas en la sangre. También beneficia a pacientes con cáncer al aliviar síntomas como la fatiga y la ansiedad.
Ashwagandha (Withania somnifera): Posee propiedades antiinflamatorias, antitumorales, antiestrés, antioxidantes, que apoyan el sistema inmunológico, antianxiolíticas y rejuvenecedoras. Además, parece ejercer una influencia positiva en los sistemas endocrino, cardiopulmonar y nervioso central. Entre sus beneficios más destacados, reduce el estrés y la ansiedad, mejora la calidad del sueño y regula las hormonas.
Maca (Lepidium meyenii): Conocida por equilibrar las hormonas, actuar como un potente energizante y mejorar la libido. También tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo, puede reducir la ansiedad, mejorar la función sexual, aliviar los síntomas de la menopausia y aumentar la fertilidad. Además, contribuye a la reducción de los niveles de glucosa y está asociada con la disminución de la presión arterial, promoviendo una salud general óptima. Debido a su influencia en los niveles hormonales, se recomienda evitar su consumo en niños y adolescentes, siendo muy beneficiosa para los adultos, especialmente durante la menopausia.
Gingko Biloba (Ginkgo biloba): Mejora la circulación, la memoria, la función cognitiva y fortalece el sistema inmune.
3. Hierbas Adaptógenas
Tulsi (Ocimum sanctum) (albahaca sagrada): Reduce el estrés, mejora la salud cardiovascular, regula los niveles de azúcar en sangre y fortalece el sistema inmunológico.
Rhodiola (Rhodiola rosea): Reduce la fatiga, aumenta la resistencia física y mental, mejora el rendimiento cognitivo y combate la depresión y la ansiedad.
Schisandra (Schisandra chinensis): Aumenta la resistencia al estrés, mejora la función hepática, estimula la vitalidad y mejora la claridad mental.
¿Cómo incorporar los adaptógenos en tu dieta?
En polvo: La maca, el ginseng, reishi, chaga, ashwagandha y muchos otros vienen en forma de polvo. Incluso puedes conseguir mezclas que incluyen varios tipos de hongos y otros adaptógenos que puedes agregar fácilmente a batidos, jugos, tés, café, avena, o incluso a alimentos horneados.
Cápsulas o tabletas: Si prefieres una forma más práctica, muchos adaptógenos están disponibles en cápsulas o tabletas. Este formato es conveniente para quienes tienen una rutina ajetreada y prefieren dosis exactas.
Tés o infusiones: Algunos adaptógenos, como la raíz de ginseng o el tulsi, se pueden infusionar en agua caliente, creando tés adaptógenos. Puedes combinar diferentes adaptógenos con otros ingredientes para hacer mezclas personalizadas y deliciosas.
Extractos líquidos: Los extractos líquidos los puedes tomar directamente o incluso agregarlos a tus bebidas.