Como no es novedad, a consecuencia de nuestro débil sistema de instituciones, una nueva crisis política con proyección a desestabilizar al gobierno se experimentó producto del enfrentamiento entre el ejecutivo y el legislativo bajo la excusa del accionar de determinados ministros y declaraciones de personalidades, mientras que lo que realmente subyace al tan cansado pedido de confianza era el revanchismo del ahora olvidado bloque de izquierda hacia el gobierno una vez que hubo establecido distancias ideológicas con la posición partidaria de la izquierda ahora representada en el congreso por Bellido, Bermejo e incluso el hermano de Vladimir Cerrón. Actualmente, tanto la derecha opositora como la izquierda sectarista caen en el mismo juego obstruccionista en el que los más perjudicados somos todos los peruanos.
A pesar de que el legislativo otorgó la confianza al gabinete encabezado por Mirtha Vásquez luego de algunos cambios con miras conciliadoras, la historia es ya repetida y no sorprendería una vez más que tras varias semanas se vuelva a poner en agenda temas como el pedido de confianza, disoluciones de carteras o inclusive la tan conocida vacancia presidencial por incapacidad moral. Estos mecanismos de control político claramente se ven desnaturalizados al momento de utilizarse de forma completamente irresponsable; sin embargo, el costo de esto es mucho mayor al que estimamos actualmente.
Según la agencia Reuters existe un impacto internacional negativo de los indicadores económicos peruanos y citó la reacción del economista en jefe para Argentina, Chile y Perú del JP Morgan, Diego W. Pereira: “La situación política extremadamente atípica [en Perú] refuerza nuestro llamado a un escenario persistente caracterizado por la incertidumbre política, institucional y económica”, señaló. Esto sumado a que tanto el dólar como la Bolsa de Valores de Lima experimentaron grandes caídas, siendo las acciones más afectadas las de las empresas Telefónica (-21,62 %), Credicorp (-16,29 %), Azucarera Casagrande (-15,18 %), Minera Rio2 (-14,49 %) e Intercorp (-12,37 %).
¿Por qué esto resulta importante para los ciudadanos de a pie? Los efectos del alza del dólar se reflejan en los precios de algunos alimentos de la canasta básica familiar, que son elaborados con insumos importados y adquiridos en dólares. Por ejemplo, la harina de trigo con la que se elabora el pan; el maíz, que sirve para alimentar a las aves de corral, y la soya, que se usa para el aceite; entre otros. El costo de estos productos se incluyen en el índice de precios al consumidor, que es monitoreado de manera mensual por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). Según su reporte de julio, los precios de la canasta básica se incrementaron en 0,52 % en Lima Metropolitana, y ello hizo que la inflación llegue a un 2,15 %.
Así como este, muchos indicadores negativos resultan del constante enfrentamiento de poderes del que los que salen más perjudicados somos nosotros los peruanos, por lo que es necesario que tomemos conciencia respecto al real costo de estos conocidos enfrentamientos. Es el momento de que tanto la ciudadanía y la opinión pública demanden el ejercicio de las responsabilidades que se les otorgaron a las autoridades constituidas: que gobiernen a favor de todos los peruanos. Por lo pronto, esperemos que la conciliación, el respeto y el bien común sean los próximos temas de agenda en el hemiciclo de nuestro congreso.